La Plataforma Toledo Aire Limpio no cesa en su empeño por dar la vuelta a la situación de la quema de residuos en la cementera de Villaluenga de la Sagra. Su presidente, Santiago Salvador de León, se apoya en la moción aprobada por unanimidad hace ya más de un año, en enero de 2016, en la Diputación de Toledo. En ella se pedía que no se aceptara la incineración de lodos tóxicos de la Laguna de Arganda en dicha cementera, ya va “en contra” del principio de proximidad señalado en el Plan de Residuos regional.
Salvador señala que en dicho documento se exige que el 90% de los residuos que se incineran en la región deben venir de la Comunidad Autónoma, por lo que las 50.000 toneladas de la comunidad vecina no entran en el mismo. Pero el mensaje de la plataforma es que “no hay por qué quemar los lodos en la cementera”, debido a que perjudican tanto el medio ambiente como la salud de los vecinos con las sustancias tóxicas que, denuncian, se derivan de ellos.
En este sentido iba también otra de las peticiones de la moción, en la que se solicitaba ser “más respetuosos” con la gestión de residuos en Castilla-La Mancha y apostar así por el reciclaje y la reutilización para dejar de lado la incineración. “Es una gestión poco saludable, y la intención en ir disminuyendo el volumen de los materiales y apostar por el ecodiseño”, apuntó Salvador. La apuesta de la Plataforma es ir al 'ecodiseño', que implica la obligación de los productores de residuos para que fabriquen previamente con materiales biodegradables o reutilizables.
“Disminuyendo el volumen para buscara el objetivo de residuo cero”, explicaba el portavoz, que ha criticado que la gestión de residuos acaba “desvirtuandose” ya que cada vez se producen más. De este modo, la moción también pedía apostar por mejores técnicas, entre las que no cuentan la incineración que “no es necesaria”. En este sentido, Salvador ha señalado que las investigaciones de organismos como el Instituto Carlos III indican que se ha incrementa la mortalidad por cáncer en las poblaciones cercanas a las cementeras que han incrementado la incineración de residuos.
De este modo, la Plataforma también explica que las autorizaciones ambientales con las que cuentan las cementeras no contemplan nuevas sustancias que se producen en la incineración, que ya no sólo se limitan a monóxidos de carbono o dioxinas, sino a otras “mucho más peligrosas” que han sido detectadas por laboratorios e investigadores. Entre ellas se encuentran fenoles y parabenos, productos que “no están regulados” y que son “totalmente desconocidos”.
Por eso, exigen el cese y la renovación de la autorización ambiental concedida a la cementera, que produce actualmente “la mitad” al tener operativo sólo un de los dos hornos con los que cuenta. “Sin embargo, se le concedió un aumento en la incineración hasta las 100.000 toneladas , entre los que se encuentran reciclables o reutilizables como neumáticos o plásticos”, criticó Salvador. Así se produce una “perversión total” en relación a lo que señalan los planes de residuos. “Estamos quemando y despilfarrando materiales que podrían ser reutilizados sin que corriese un riesgo de salud”, concluyó.
Por último, la Plataforma ha destacado que la moción que alerta de los peligros de la incineración de estos residuos ha hecho que se aprobasen documentos similares en otras localidades grandes de la zona como Illescas, Numancia, Esquivias, Cobejas o Villaluenga de la Sagra, así como en la Mancomunidad de la Sagra Alta.