ENTREVISTA

El presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha: “La gran perjudicada del agua en España debe regularla en su Estatuto”

Esta semana se ha cumplido un año desde las elecciones autonómicas y municipales en Castilla-La Mancha. Un arranque de legislatura salpicado por diversas citas con las urnas en España -ahora mismo con la vista puesta en los Comicios Europeos del 9 de junio- y eso, reconoce el presidente de las Cortes castellanomanchegas, ha influido en la dinámica y la actividad parlamentaria.

Pablo Bellido (La Línea de la Concepción, Cádiz, 1976) es también secretario general del PSOE en Guadalajara y no oculta su preocupación por la “crispación” que, dice, emana del Congreso de los Diputados.

Nos recibe en la sede de las Cortes regionales el miércoles 29 de mayo y hablamos de una legislatura autonómica que avanza y que tiene pendientes dos grandes retos que el Gobierno de Emiliano García-Page arrastra desde 2015: reformar el Estatuto de Autonomía y la Ley Electoral en esta comunidad autónoma(está vigente la que aprobó Cospedal en 2014 reduciendo el Parlamento a 33 diputados). Hoy los socialistas tienen mayoría absoluta. Ambas cuestiones fueron la prioridad que el propio García-Page se autoimpuso hace ahora un año.

Es complicado saber si a la tercera (legislatura) va la vencida, dado el clima político nacional y teniendo en cuenta que el Estatuto autonómico debe pasar también el filtro del Congreso.

Pablo Bellido cree que hay que volver a poner sobre la mesa de la Cámara Baja la cuestión del agua (incluyendo la del trasvase Tajo-Segura) en un segundo intento tras el fracaso de la intentona del socialista José María Barreda en 2010. Entonces lo impidió el veto de la entonces mayoría del PP de Mariano Rajoy con la conformidad de Dolores de Cospedal.

Ha pasado un año desde las elecciones autonómicas del 28M. De hecho, van a ser tres citas electorales en menos de un año sumando elecciones generales y europeas. ¿Eso ha incidido en la labor en las Cortes de Castilla-La Mancha?

Sí, y además hay un consenso establecido y es que cuando hay elecciones no celebramos plenos en el Parlamento. La dinámica nacional se crispa y eso afecta a los parlamentos autonómicos, también al nuestro. La reiteración de citas electorales, aunque no tengan que ver con nuestra región, afecta al clima político en las Cortes regionales.

La sustitución de Ciudadanos por una fuerza de posiciones más extremas ha elevado el tono y ha roto consensos que estaban muy consolidados

¿Cómo calificaría la actividad parlamentaria de este primer periodo de la nueva legislatura?

No es extraordinariamente distinto a otros, pero es cierto que la sustitución de Ciudadanos, más moderado, de carácter liberal y de centro derecha por una fuerza de posiciones extremas ha elevado el tono y ha roto consensos que estaban muy consolidados.

Funcionamos con normalidad, pero la irrupción de una fuerza política que trae comportamientos nuevos es toda una novedad.

¿A qué se refiere con comportamientos nuevos?

Vox, y quizá también Podemos, no se ajustan a los estándares de comportamiento parlamentario que tenemos por costumbre. Les interesan menos los problemas estructurales que la creación de escenarios. 

En Vox no están interesados en alcanzar acuerdos. Buscan el conflicto y se sienten más cómodos en la controversia. Eso afecta también al PP que mira muy de reojo a Vox porque condiciona a parte de su electorado

Cogen un tema y no lo sueltan… Es muy recurrente. El comportamiento de Vox no es muy distinto al de otras formaciones ultra en el mundo. No están interesados en alcanzar acuerdos. Buscan el conflicto y se sienten más cómodos en la controversia. Eso afecta también al PP, que mira muy de reojo a Vox porque condiciona a parte de su electorado.

Está ocurriendo en todos los parlamentos de España, aunque creo que aquí menos negativamente que en otros.

¿Quiere decir que es un Vox más ‘light’, por decirlo de alguna manera?

La política también son las personas y en términos generales son personas mayoritariamente educadas. Son una versión más calmada de la que estamos viendo, por ejemplo, en el Congreso de los Diputados o en Castilla y León. Sus posiciones ideológicas son las mismas, pero no sus componentes personales. Tengo que decir que mi percepción es que son más respetuosos. Me gustaría que lo fueran más. Ellos y todos. Empezando por mí.

Viendo la agenda parlamentaria está claro que se ha echado el freno legislativo si exceptuamos la ley de presupuestos y la de acompañamiento que lleva aparejada. Ha habido menos plenos y meros debates generales sin consecuencias prácticas sobre temas recurrentes, una y otra vez. ¿A qué se debe? 

La pasada legislatura fue intensa e histórica, con muchas leyes nuevas. Por otra parte, estamos a expensas de la reforma del Estatuto de Autonomía que conllevará, si se produce, otro paquete muy importante de innovación en leyes.

Bueno, ha pasado un año y el ciudadano puede pensar que no se está haciendo nada…

No, no es justo. El trabajo legislativo se está haciendo. Este año hemos celebrado más comisiones que nunca en las Cortes regionales. El trabajo parlamentario no legislativo sigue, pero es verdad que la producción normativa es menor. Hay cuestiones que ni siquiera las manejamos los propios diputados y diputadas, sino las dinámicas sociales. El Congreso y el Senado están muy activos y tampoco tienen una gran producción legislativa, aunque allí es difícil concitar acuerdos.

Creo que cuando termine la XI legislatura en Castilla-La Mancha habrá sido muy transformadora y productiva.

Cita el proceso de reforma del Estatuto de Autonomía que lleva en marcha desde 2015 con el Gobierno de García-Page, sin concretarse. ¿Con qué objetivos?

La reforma, si se produce, afectará a muchas cuestiones. Debe ser ambiciosa. Tendrá que ver con los servicios públicos. Muchas cosas han cambiado desde la aprobación del estatuto original hace 42 años. Tenemos competencias que no teníamos y eso ha de trasladarse al texto. Ahora formamos parte de la Unión Europea. Pese a que se han hecho reformas puntuales, la presencia de Castilla-La Mancha entre las regiones europeas debe reflejarse.

No tenemos la posibilidad de decretos leyes y parece razonable que tengamos este instrumento para situaciones de urgencia

Después, aquí no tenemos decretos leyes. Es una figura que permite celeridad. Parece razonable que tengamos este instrumento para situaciones de urgencia.

Y luego hay polémicas en la España de hoy que hace 40 años no estaban tan presentes. Muchos estatutos de autonomía han regulado sobre sus recursos naturales, por ejemplo sobre el agua: Aragón, Catalunya, Andalucía, la Comunitat Valenciana…

Parece lógico que lo haga Castilla-La Mancha, que es la gran perjudicada por las políticas hidrográficas en España que tenemos hoy por hoy. Es decir, que se haga referencia a uno de sus principales problemas para el desarrollo. 

¿De qué manera? Hace años ya se intentó sin éxito blindar el agua en el Estatuto de Autonomía cuando gobernaba José María Barreda.

Bueno, a lo mejor políticas de blindaje sobre competencias que no le corresponden a Castilla-La Mancha no deberían hacerse. Ni en este ni en ningún Estatuto de Autonomía. Todos ellos son normas constitucionales y deben ser escrupulosamente respetuosas con nuestra Constitución.

Creo que no es menor una referencia en el Estatuto a los recursos que uno tiene y no es menos importante establecer que necesitamos el agua para desarrollarnos

Pero hay referencias que son más que emocionales y más que simbólicas porque luego se materializan en la práctica con decisiones políticas. Creo que no es menor una referencia a los recursos que uno tiene y no es menos importante establecer que necesitamos el agua para desarrollarnos. Además, evidentemente, del respeto medioambiental a nuestros ríos.

Espero y deseo que los grupos parlamentarias se pongan de acuerdo en esta cuestión. No nos engañamos: es de las más complicadas.

¿Y la representación en el Parlamento más pequeño de España, junto a La Rioja, con 33 diputados?

Sí, hay cosas que no son servicios, recursos naturales o instrumentos legislativos. Hablamos de la representación ciudadana, de cuántos diputados debe haber por circunscripción y cómo se configura a grandes rasgos la ley electoral, aunque se requiera después una norma específica.

Se debe definir cómo vamos a organizarnos, cómo entendemos a Castilla-La Mancha en la España y en la Europa de hoy o respecto a la atomización de ayuntamientos que tenemos. Eso debe estar en el Estatuto de Autonomía,

Creo que habrá un acuerdo entre los dos grandes partidos políticos que nos representan en la Cámara regional y también en el Congreso de los Diputados.

Porque las negociaciones se mantienen solo a dos bandas entre PSOE y PP. ¿Cuál es la razón?

Se trata de garantizar un gran apoyo mayoritario para luego intentar sumar al resto. Casi todas reformas de los estatutos de autonomía en España han conseguido grandes acuerdos. Creo que la que hizo Cospedal es la única que no tuvo apoyo, ni aquí ni en Madrid, de ningún partido de la oposición. Esto no debe producirse. Para eso hay que sumar al mayor partido de la oposición.

Creo que el PSOE ha hecho lo correcto llamando al PP. Después, y con un gran acuerdo que represente a casi el 90% de la sociedad de Castilla-La Mancha, podrán incorporarse propuestas del resto de fuerzas políticas, tengan o no representación parlamentaria.

Personalmente me preocupa es que las dinámicas nacionales de confrontación y crispación nos hagan tropezar con el Estatuto tras haber conseguido un preacuerdo que tampoco es tan sencillo

A principios de año el Gobierno regional confiaba en cerrar el acuerdo en este primer semestre. ¿Lo cree posible?

Creo que están negociando y avanzando. La predisposición es muy buena. Se ha hecho un magnífico trabajo que está a punto de fructificar, pero estar en la negociación no es mi papel.

A mí lo que personalmente me preocupa es que las dinámicas nacionales de confrontación y crispación nos hagan tropezar tras haber conseguido un preacuerdo en Castilla-La Mancha que tampoco es tan sencillo. En el pasado se intentó y no se consiguió.

En 2017 se realizó una encuesta para conocer la opinión ciudadana sobre la reforma del Estatuto de Autonomía. Han pasado siete años y hasta una pandemia. ¿Esa encuesta se volverá a repetir ahora?

No lo sé, pero creo que lo inteligente es enriquecer el texto con las iniciativas y demandas ciudadanas. Castilla-La Mancha en 40 años ha cambiado mucho. Me consta que hay voluntad para hacerlo.

¿Por qué se está hablando de pasar de 33 a 59 escaños en concreto y no a 100, por ejemplo, como han pedido IU o Podemos?

Bueno, o 300… O 15. Habrá que establecer un número equiparable a la representación que tienen el resto de los parlamentos autonómicos. Hoy tenemos una anomalía y es que somos el más pequeño de España, aunque como región no seamos la más pequeña ni en extensión ni en población.

Debemos situarnos en la media. Si es por debajo, pues por debajo de la media. Lo que no podemos es tener más que Madrid o Catalunya. Debe ser algo razonable.

Los partidos políticos deben hacer sus campañas electorales con fondos públicos transparentes y fiscalizados. Así evitamos que haya aportaciones procedentes de corruptelas

Respecto a la ley electoral, ya se han producido algunos cambios. En marzo PSOE y PP acordaron modificar la Ley Electoral de Castilla-La Mancha para aumentar las subvenciones a los partidos. ¿Por qué tienen que recibir más dinero?

Era otra anomalía. Nuestra ley no había sido actualizada desde hace muchísimos años. Nos hemos situado en la media, por debajo, entre los más austeros, aunque hemos mejorado.

Los partidos políticos deben hacer sus campañas electorales con fondos públicos transparentes y fiscalizados. Así evitamos que haya aportaciones procedentes de corruptelas y situaciones intolerables.

La democracia tiene un coste, muy inferior por cierto a la corrupción, muy inferior a la dictadura que es la corrupción, pero tiene un coste.

La modificación se produjo a través de la conocida como Ley de Acompañamiento a los Presupuestos. En total por esa vía se modificaron de golpe 15 leyes. ¿Esta ley se ha convertido en una ley ómnibus como dijo el PP, en una especie de cajón de sastre, donde cabe todo y sin que se note mucho?

Esta parte de la ley se acordó con el PP. Salió por unanimidad.

¿La ley de acompañamiento no es entonces un coladero?

Las leyes de acompañamiento nacieron con un objetivo y han ido ensanchando su capacidad de actuación. Deben ser revisadas, incluso por reglas que nos autoimpongamos, tanto en leyes como en reglamentos de funcionamiento de las Cortes.

Podemos abrir un periodo de reflexión de hasta donde debe llegar la ley de acompañamiento a los presupuestos regionales, pero lo que sucede aquí es el común denominador en casi todos los parlamentos autonómicos y en el Congreso de los Diputados

Ahora ahí caben muchas iniciativas que antes no cabían. He escuchado al Grupo Socialista en la Comunidad de Madrid criticar a la presidenta Ayuso por cuestiones más o menos parecidas a las que aquí critica el PP.  

Podemos abrir un periodo de reflexión de hasta donde debe llegar la ley que acompaña a los presupuestos regionales, pero lo que sucede aquí es el común denominador en casi todos los parlamentos autonómicos y en el Congreso de los Diputados.

¿Reforma del Estatuto y nueva Ley Electoral para este año?

El estatuto… ¡Ojalá que para este año! Al menos en su aprobación inicial. La ley electoral no necesariamente a la vez. Sería una vinculación sorprendente, pero bueno, que los partidos políticos hablen.

¿Se puede negociar un cambio estatutario o de la ley electoral con el actual clima político?

Aquí se está haciendo, pero uno mira al Congreso y no reconoce a este país. Si se miran los datos sociales y económicos, no se reconoce. España es un país que va bien y que es admirado en Europa y en el mundo, que tiene indicadores económicos estructurales muy mejorables pero los coyunturales son muy positivos.

Sin embargo, lo que presenciamos es un combate sin cuartel con faltas de respeto poco edificantes y un panorama de confrontación que no se atiene a lo que pasa en la calle. Probablemente porque se quiera trasladar ese ambiente a la calle. Si no, no le encuentro la razón.

¿Esa crispación se ha trasladado al Parlamento regional?

En los momentos de fiebre electoral sube el tono, pero no en la medida del Congreso. Soy partidario de que nos vayamos vacunando. Lo dije en el últimos pleno: no voy a admitirlo.

¿Puede ir a peor tras la aprobación de la ley de amnistía?

Espero que no. No puede convertirse al adversario en un enemigo. Como militante del PSOE discrepo de algunas decisiones de mi partido, pero las formas son muy importantes. La democracia sin respeto es imposible.

¿Ve factible que se convoquen nuevas elecciones generales?

No las veo en el horizonte, pero lo que creo es que el esfuerzo que se hace en tensionar el Congreso busca crear un clima para nuevas elecciones. Si el Gobierno es capaz de aprobar, leyes y presupuestos en el futuro, si es capaz de fabricar acuerdos, no sé si hay que hacer elecciones. 

Otra cosa es que no se pueda, entonces no tiene sentido seguir, porque España necesita reformas, avances y decisiones. Desde luego lo que yo quiero es que haya acuerdos.