Hace unos días, la ONG Accem publicaba un manifiesto a nivel nacional en el que calificaba de “insostenible” la situación que viven los refugiados después de que hayan pasado cuatro meses desde que los países miembros de la Unión Europea aprobaran el reparto de 120.000 refugiados, unos 15.000 pertenecientes a España. Apenas ha llegado ninguno, incluso cuando algunas comunidades y entidades como la mencionada, CEAR o Cruz Roja ya han preparado sus recursos de atención y acogida.
En Castilla-La Mancha, solo Sigüenza (Guadalajara) cuenta con un centro para inmigrantes, gestionado por Accem, pero la Oficina de Atención al Refugiado creada para esta crisis humanitaria debido a la guerra de Siria, contempló la posibilidad de habilitar viviendas y recursos en todas las provincias. Esta ONG anunció en rueda de prensa que tenía previsto para enero incrementar en 36 el número de plazas de acogida a refugiados en Albacete, debido que el centro de Sigüenza se encuentra lleno.
Así lo detalló el responsable territorial de la Comisión Católica de Migraciones, Braulio Carlés afirmando que contaba con el apoyo del Gobierno central. Fue el motivo que llevó a la Consejería de Bienestar Social de Castilla-La Mancha a ponerse en contacto con la Secretaría general de Inmigración y Emigración del Ministerio de Empleo y Seguridad social. “No teníamos conocimiento ni estaba prevista la llegada de personas refugiadas a Albacete ni a ninguna otra provincia de la región”, explica la consejera, Aurelia Sánchez.
El Ministerio les comunicó entonces que de las 60 plazas del centro de Sigüenza, había 44 ocupadas y otras 11 reservadas para recibir nuevos solicitantes de asilo, pero que no proceden de Siria, sino que se trata de personas que han realizado esa petición estando ya en España.
“No solamente requieren residencia”
“Nos pusimos como siempre a disposición del Ministerio y les pedimos que nos mantuvieran informados de los datos oficiales porque la llegada de personas refugiadas no solamente requiere residencia, sino que se tienen que integrar, y eso exige apoyo sanitario, educativo y de servicios sociales”, argumenta la titular regional de Bienestar Social, quien ante todo destaca la “preocupación” del Gobierno regional por esta situación y por “cómo se está gestionado” no solo desde el Gobierno central sino también desde la UE.
De hecho, afirma que esta confusión en los datos puede deberse a que el Ministerio colabora con Cruz Roja, Accem y Cear en esta materia y que posiblemente se haya puesto en contacto con estas entidades para que amplíen sus plazas de alojamiento, “aunque de momento no hay noticias de la llegada de personas refugiadas”. “Puede no ser contradictorio sino complementario”, destaca.
Lo cierto es que la Oficina de Atención al Refugiado que la Junta puso en marcha aún no ha tenido que hacer frente a la situación. “Tenemos todos los dispositivos expectantes y estamos preparados para iniciar cualquier gestión en esta materia, pero de momento no hay plazos ni novedades”.