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El Sistema de Alerta frente a Tormentas de Valdepeñas, el pueblo donde hace 45 años una riada provocó 22 muertos

Riada en Valdepeñas en 1979

Inma Sánchez Morate

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“Me ha sorprendido lo flaca que las sociedades tienen la memoria”, dice Jesús Martín mientras recuerda que transcurridas más de dos décadas de la riada que anegó Valdepeñas en 1979, cuando accedió a la Alcaldía -esta es su sexta legislatura- no había un Plan de Ordenación Municipal (POM). “No se había hecho nada para saber cómo, dónde y de qué manera se puede construir”.

La inundación se cobró 22 vidas dejando a su paso varios heridos y una total desolación junto a 500 viviendas destruidas. “Yo recomendaría a los responsables municipales que se pongan ya con los planeamientos urbanísticos porque esto nos va a pasar lamentablemente de una manera recurrente. ¡Que se pongan ya!”.

Es innegable que todas las causas de la catástrofe originada por la DANA de finales de octubre son de responsabilidad humana y entre ellas el desarrollo urbano mal planificado, la desinformación y el retraso en los avisos. Con el cambio de clima es seguro, alertan los científicos, que se repetirá en València o en cualquier sitio. De ahí la importancia de la adaptación.

Lo sabe bien este alcalde que desde hace 20 años viene rediseñando su pueblo. Tal vez por el recuerdo vivo de tan nefasta tormenta. Tenía entonces 17 años y no ha podido olvidar el cadáver de una niña flotando a la deriva.

El Ayuntamiento de Valdepeñas ha tratado de ir siempre un paso por delante y como no se aprende de la experiencia a no ser que se quiera aprender de ella, aparejado al POM, el gobierno local diseñó un Plan de Movilidad, otro de zonas verdes y un Plan de Tormentas en el que van invertidos 30 millones de euros solo de las arcas municipales.

“Todos los puentes que hemos levantado, todos los cauces que hemos abierto, todos los colectores que hemos hecho… No son una escultura que los vecinos ven todos los días, pero sí saben que esta administración ha trabajado para salvaguardar la integridad de vidas y enseres.  Porque aquí se trata de enterrar colectores con más de un millón por año. Nadie ve ese dinero, pero prefiero ver enterrados 30 millones a enterrar una vida más”.

La experiencia de Valdepeñas traducida en un sistema de alertas propio

“Trabajando dos años en colaboración con la Confederación Hidrográfica del Guadiana y la Universidad de Castilla-La Mancha comprobamos cómo en 150 años se habían sucedido cuatro riadas similares con víctimas y nunca se había hecho nada por prevenirlas”.

En los arroyos del Peral y de la Veguilla, Valdepeñas tiene dos cuencas fluviales “secas” de carácter irregular y temporal. Una de ellas en la zona norte, empujada a la tragedia porque ya se había construido sin tener en cuenta una posible crecida. 

En mayo de 2018 se anegó el hospital levantado en esta zona, que se inunda cada vez que llueve fuerte. “Se han abierto calles y realizado nuevos colectores y queda pendiente enterrar un colector que va a medir ocho metros por tres de alto y que necesita ocho millones de inversión, para lo que nos acogeremos a alguna convocatoria de fondos europeos. También acaban de licitarse las obras para ampliar el ojo del puente de El Hierro de Valdepeñas con el fin de dar salida a un mayor volumen de agua en caso de gota fría”.

Con la primera fase del Plan de Tormentas terminada en la zona norte y todo lo que se ha hecho en la zona sur, el sesenta por ciento de este municipio y por tanto de su población quedaría anegado si vuelve a caer una como la del 79. “El desastre no lo vamos a evitar, pero sí la pérdida de vidas humanas y materiales”. Y empeñado en este objetivo, el Ayuntamiento ha desarrollado un trabajo de campo puerta a puerta durante tres años hasta lograr una base de datos con todas las viviendas que pueden verse afectadas.

Cuenta Jesús Martín cómo la administración tiene localizados a los ciudadanos vulnerables vía SMS, Whatsapp, redes sociales y previsto un sistema de alerta en colaboración con Confederación del Guadiana y la AEMET.

A través de una app propia, que ha costado 400.000 euros de las arcas locales, se avisará ocho días antes con una cuenta atrás hasta 48 horas previas a un riesgo extremo. Se llama SATV, un Sistema de Alerta frente a Tormentas de Valdepeñas.

La vecindad recibirá recomendaciones sobre dónde aparcar los coches y sobre cómo llegar a ese lugar e informará de la afectación de los servicios en caso de riada. “La herramienta digital de la que nos hemos servido, que se ensayará en primavera, orientará a quienes quieran colaborar, como los voluntarios de Valencia, porque a veces queriendo ayudar generamos un problema”.

Hay una lógica para intervenir en las catástrofes, aunque el dolor y la angustia impiden que se vea. “Yo comprendo que el ciudadano que tiene anegada su casa y un coche volcado en la puerta por la que no puede salir, piense que la administración no esté haciendo nada. No cae en la cuenta de las calles que hay que abrir para que pueda pasar la maquinaria adecuada, de ahí la importancia de la herramienta digital como la que nos hemos hecho nosotros, con información en tiempo real para actuar con la mayor diligencia en el menor tiempo posible”.

València: “Un ruido mediático asqueroso y la información mal gestionada”

La DANA del pasado 29 de octubre dejó a su paso más de 200 muertos entre Andalucía, Castilla-La Mancha y, sobre todo, en la Comunitat Valenciana. En territorio castellanomanchego entre Mira (Cuenca) y Letur hubo siete muertos.

Valdepeñas lo sufrió hace casi medio siglo. La discusión política de todos estos años de obras e inversiones en Valdepeñas para anticiparse a otras posibles catástrofes “no ha tenido una oposición furibunda, no ha generado ninguna confrontación porque todos los que estamos aquí sabemos de lo que estamos hablando”

Cuentan las crónicas de aquel verano del 79 que casi medio centenar de calles quedaron anegadas de fango, 472 viviendas fueron arrasadas por el agua, como también lo fueron 85 comercios, 39 industrias o 195 vehículos. Murieron miles de animales y se quedó para siempre el miedo.

No tiene nombre la incapacidad de algunos gestores que quieren eximirse de su responsabilidad, aunque no la tienen toda, echándosela al de enfrente. Nos hemos dado un estado autonómico y no nos hemos dado el conocimiento de lo que un estado autonómico es

“La crisis institucional que agudiza la DANA de València no tiene nombre y te lo digo yo que soy político. No tiene nombre la incapacidad de algunos gestores que quieren eximirse de su responsabilidad, aunque no la tienen toda, echándosela al de enfrente. Nos hemos dado un estado autonómico y no nos hemos dado el conocimiento de lo que un estado autonómico es. ¿Qué le ha fallado a la Generalitat?, primero no creérselo. Ha actuado de una manera frívola y no ha tenido capacidad de respuesta con sus recursos”   

“Y con un ruido mediático asqueroso”, dice, tampoco el Gobierno de España ha explicado bien a los ciudadanos que los que mejor conocen un territorio son los que están allí, reflexiona el alcalde aludiendo también, más allá de los bulos, a unas declaraciones de Pedro Sánchez dirigidas a la Generalitat Valenciana: “Si necesita más recursos, que los pida”. En su opinión, “la frase fue muy desafortunada, aunque era nobleza lo que expresaba”.

Sobre la actuación del presidente valenciano Carlos Mazón, el alcalde de Valdepeñas también opina. “Se ha gestionado muy mal la información y la ciudanía no tiene conocimiento, ni siquiera primario, de cómo es nuestra arquitectura constitucional. Una comunidad autónoma es un Estado dentro del Estado, lo dibujemos como lo dibujemos. Y un Estado no puede invadir a otro a no ser que este se lo pida”.  

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