Blanca Calvo, de Derecho a Morir Dignamente: “Vamos al notario a legar bienes pero no hacemos testamento vital”
“Hay que prepararnos con convicción y con una sonrisa para lo que es inevitable”. Se refería así a la muerte el director Costa-Gavras durante la presentación de la película Le dernier soufflé (El último suspiro) en la reciente edición del Festival de Cine de San Sebastián. El nonagenario director pidió valentía política para facilitar la muerte. Allí estaba también el autor del libro en el que se basa este filme, Claude Granger, que afirmó no coincidir en absoluto con Gavras. Representaban las dos posiciones más generalizadas en nuestra sociedad sobre el abordaje de la muerte al final de la vida, cuya preocupación parece estar en aumento. La película se estrenará a principios de 2025 y recoge las reflexiones de un médico especialista en cuidados paliativos y un escritor.
Aunque construir una nueva cultura del final de la vida tiene un difícil abordaje, es uno de los objetivos de la Asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD), la gran impulsora de la aprobación de la Ley de Eutanasia en España hace tres años. El trabajo de sensibilización que desarrolla, lo realiza con equipos de activistas como Blanca Calvo (Villanueva de los Caballeros, 1948), directora de la Biblioteca pública de Guadalajara durante 32 años y muy conocida en la región por sus facetas cultural y política. Hablamos con ella en las horas previas a una jornada organizada en Guadalajara con motivo de los 40 años que cumple la asociación
“Llega un momento en que tienes que pensar en tu propia muerte y me he ido reafirmando en la idea, al ver morir a personas cercanas cuyos últimos momentos no han sido tan agradables como podrían haber sido. Animo a la gente a que sea libre hasta al final, es algo bonito, y eres libre de verdad cuando puedes elegir las cosas fundamentales de tu vida”. Se refiere así a la Declaración de Voluntades Anticipadas que es como se llama en Castilla-La mancha el Testamento Vital: la manifestación escrita de las instrucciones para la asistencia sanitaria que la persona desea recibir en situaciones que le impidan comunicar personalmente su voluntad, o sobre el destino de su cuerpo y sus órganos, una vez fallecida.
Llega un momento en que tienes que pensar en tu propia muerte y me he ido reafirmando en la idea, al ver morir a personas cercanas cuyos últimos momentos no han sido tan agradables como podrían haber sido. Animo a la gente a que sea libre hasta al final
Con satisfacción, esta activista, repasa las cuatro décadas que DMD ha hecho en España. “Creo que hemos llegado bastante lejos. Sin esta asociación hoy no tendríamos una ley de eutanasia y somos uno de los pocos países europeos que la tiene. Ahora estamos trabajando porque la ley se administre bien en todos los territorios porque hay comunidades que creen más que otras en los derechos al final de la vida. Navarra es nuestro modelo”, asegura, porque dice quue es allí donde hay más testamentos vitales, más formación y más conocimiento. “Nuestra asociación allí ha conseguido, en muchas ocasiones, reducir los plazos y ahí es donde nos tenemos que mirar”, añade.
Recuerda cómo las encuestas entre la población española, previas a la aprobación de la ley, eran mayoritariamente favorables y sin embargo a los poderes públicos les daba miedo afrontar ese tema. “También nos preocupa que el testamento vital sea mucho más conocido”.
Normalizar hablar de la muerte y pensar en ella
Una jornada hace unos días en el Palacio del Infantado de Gualajara proponía hacer una llamada de atención social para que el tema de la muerte entre en nuestras vidas con normalidad y sin tragedia. “Estamos tan preocupados por el día a día que no pensamos en cómo pueden ser nuestros últimos momentos, pero aconsejo a todos que pensemos y hablemos de nuestra propia muerte porque es bastante curativo”.
“Una amiga italiana me dijo una vez: últimamente cuando voy a algún funeral me vuelvo a casa pensando que algún día seré yo la que esté allí y serán otros los que vuelvan a su casa. No he podido olvidarlo porque esa evidencia tan clara la tenemos que asumir”.
Habla de la labor de la asociación. “En los talleres que impartimos, mucha gente tiene hecho el testamento ante notario porque le preocupa cómo van a quedar sus bienes y heredar sus hijos, pero no se plantea el testamento vital que es mucho más importante porque te afecta de una manera más íntima. Es una contradicción muy grande y creo que hay que luchar contra ella”.
La asociación hace un llamamiento a las instituciones para profundizar en los derechos que nos asisten al final de la vida y es necesario que aumenten los testamentos vitales en Castilla-La Mancha. “Estamos a la cola en número de registrados. Solo tenemos por detrás a Ceuta y Melilla, Extremadura y Murcia. Estamos muy lejos de Navarra que tiene 26 por mil de la población. Nuestra región solo el cinco por mil, aunque es muy fácil hacerlo. Solo hay que romper una cierta inercia a ignorar la muerte”.
Mucha gente tiene hecho el testamento ante notario porque le preocupa cómo van a quedar sus bienes y heredar sus hijos, pero no se plantea el testamento vital que es mucho más importante porque te afecta de una manera más íntima.
Se echan en falta más campañas de información, dice, “pero en nuestra región se van ampliando los puntos para registrar la Declaración de Voluntades Anticipadas y la Administración no ha puesto demasiadas dificultades. Ahora se puede hacer en muchos centros de salud y se ha formado a profesionales, mayoritariamente mujeres, que son las que la recogen. Cuantos más seamos más podemos pedir, de ahí la importancia del activismo”
La eutanasia y otros derechos en los que DMD cree que hay que avanzar
Preguntada por la situación actual del derecho a la eutanasia en Castilla-La Mancha, Blanca Calvo dice que “afortunadamente está bastante normalizado y funciona bastante bien”.
Según los datos facilitados por el Gobierno regional a elDiarioclm.es, la Comisión de Evaluación de la eutanasia ha analizado 80 peticiones desde su creación. “Mucha gente ha quedado por el camino y hay que mejorar los plazos. Esperamos a pedirla muchísimo, reflexiona, y lo hacemos tal vez con demasiado poco tiempo. En algunas comunidades sí se obstaculiza. Se ponen muchas trabas. El doctor Luis Montes decía que si mueres bien o mal, depende de tu médico. Le recuerdo mucho. Ahora depende de la comunidad autónoma en la que vivas”.
La eutanasia es algo que solo puede pedir uno mismo. “Si a mí me pasara algo sin el testamento vital, no se me aplicaría la eutanasia. Por mucho que mis hijos lo sepan y yo se lo haya dicho mil veces, no podrían convencer a nadie. Desde que la ley existe es mucho más importante tenerlo hecho”.
El desafío: conseguir más socios en Castilla La mancha
Lo que si lamenta es que, aunque la asociación es federal y tiene representación autonómica en algunas comunidades, Castilla-La Mancha, con 109 socios, es una de las autonomías en las que la DMD tiene menos desarrollo. Solo funcionan grupos en Ciudad Real y Guadalajara, la que más socios tiene. El desafío es lograr una estructura más fuerte y que aparezcan grupos en otras provincias.
“La mejor forma de colaborar con la asociación es inscribirse -dice- porque para preservar nuestra independencia no tenemos ayudas públicas. Como solo nos nutrimos de las cuotas de los socios, cuantos más haya más fuertes seremos. Es muy fácil a través del formulario que se encuentra en la web de DMD”.
Ahora la asociación está estudiando la relación de la enfermedad mental y la eutanasia y el suicidio por vida cumplida. Considera que el suicidio lúcido de personas mayores debe entenderse en sentido positivo, como una expresión de libertad de personas que no se resignan a soportar lo que para ellas es una pérdida de dignidad. “Puede ser que ya hayas cumplido tus deseos -dice Blanca- y quieras despedirte tranquilamente, pero es un tema que exige bastante reflexión y en ello estamos”.
Según los datos de la Consejería de Sanidad, desde que nuestra región puso en marcha el Registro de Voluntades Anticipadas en 2006, más de 11.500 castellanomanchegos han realizado y registrado sus ‘voluntades anticipadas’. En el primer semestre de 2024 se registraron 1.112 declaraciones.
De las personas inscritas, más del 63 por ciento han manifestado su deseo de donar y aproximadamente el 67 por ciento desean que, en los supuestos reconocidos por la ley, se les aplique la prestación de eutanasia.
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