La expareja del acusado por el crimen de Gálvez sostiene que quiso matarla a ella también

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Toledo ha celebrado este martes la segunda vista del juicio contra V.S., acusado del homicidio de J.B.S., así como por una agresión con arma blanca -que el Ministerio Fiscal interpreta como un delito de lesiones, mientras la acusación particular valora como homicidio en grado de tentativa- contra su expareja, y en ese momento pareja sentimental de J.B.S., E.O., el 19 de diciembre de 2021 en Gálvez, Toledo.

La sesión ha estado marcada por los testimonios de la víctima superviviente, E.O., así como de varios testigos. En su declaración, E.O, ha apuntando que la intención de V.S. al apuñalarla era acabar con su vida, ya que está convencida de que buscaba matar “a los dos”.

E.O., que había mantenido una relación alrededor de los años 2018 y 2019 con el acusado, ha revelado que, a pesar de haber roto la relación con él, bajo coacciones, continuaba manteniendo encuentros con V.S. hasta pocos días antes de que se cometiese el crimen. Según su relato, V.S. mantuvo constantes amenazas de acabar con la vida de J.B.S., motivo por el que E.O. accedía a sus exigencias.

A mediados del 2020, V.S. ya había acudido al domicilio donde residían en Gálvez, rompiendo la puerta en esa ocasión, siendo detenido por ese allanamiento de morada, y cumpliendo una primera condena.

A través de las preguntas de la Fiscalía, E.O. ha señalado que cuando V.S. irrumpió en la vivienda el 19 de diciembre, atacó directamente a J.B.S., sin mediar discusión, apuñalándole en el costado. En ese momento, E.O. se trató de interponer, siendo atacada asimismo por V.S., que ha hirió hasta nueve veces en cabeza, hombro, pecho y piernas, prosiguiendo con los ataques con el arma blanca hasta que la dio por muerta. En esta línea, la víctima de la agresión ha testificado que le dio “tres veces” en la pierna con el cuchillo, “para asegurar que estaba muerta”.

A preguntas de la defensa sobre el estado del acusado durante los hechos, E.O. ha señalado que “olía a alcohol fuerte”, aunque “no estaba borracho” ya que estaba en plenas facultades físicas para cometer la agresión.

Tras el testimonio de E.O., ha sido llamada a testificar G.M., amiga de las víctimas que se encontraba en el domicilio en el momento de los hechos, que ha realizado un relato de los hechos similar al de E.O., apuntando que atacó a J.B.S. sin mediar discusión, para posteriormente arremeter contra E.O. cuando esta intentó evitarlo.

Testigos posteriores a los hechos

Seguidamente, A.A.G., que entonces compartía piso con el acusado en Menasalbas, ha expuesto que V.S. llegó al domicilio en la bicicleta, con marcas de pelea y restos de sangre, afirmando que había cometido “una faena”, motivo por el cual se puso en contacto con un agente de la Guardia Civil.

En la misma línea, la entonces pareja se A.A.G., B.M., ha descrito como al regresar a su domicilio, V.S. se encaminó a la cocina, manteniendo una conversación con A.A.G. “muy nervioso”, saliendo de la cocina con una botella de bebida alcóholica y un cuchillo en la mano -que no portaba, siempre según su testimonio, al llegar a la casa-, motivo por el cual ella abandonó el domicilio alarmada y esperó en el exterior de la vivienda. En torno a las 23.30 horas, la testigo ha señalado que el acusado fue detenido por agentes de la Guardia Civil.

Testimonios de la Guardia Civil

A continuación, han prestado declaración en calidad de testigos, varios agentes de la Guardia Civil que participaron tanto en el aviso realizado en Gálvez, como la detención realizada en Menasalbas, a las 00.45 horas del 20 de diciembre. Uno de ellos, presente en el cerco de seguridad del domicilio de Menasalbas durante la detención, ha señalado que el aviso fue realizado por A.A.G., indicando que tras llegar al domicilio, V.S. había señalado que “le había contado que había matado, creía, a dos personas”. Asimismo, ha destacado que en el momento de la detención, “se veían manchas de sangre en las zapatillas” del acusado.

En la misma línea, dos agentes, llamados a declarar tanto en calidad de testigos como de peritos, han señalado pruebas de identificación del acusado en la vivienda donde tuvieron lugares los hechos, como huellas dactilares en la puerta de la vivienda.“.