Los pueblos ribereños del Tajo claman por salvar un río “muerto y sin pulso”
Representantes de cinco localidades que han crecido en las orillas del río Tajo acudieron para entregar sus propias demandas a los eurodiputados en Talavera de la Reina. Desde su nacimiento, en las localidades de Entrepeñas y Sacedón, hasta los pueblos que casi limitan con Extremadura, miembros de plataformas ciudadanas quisieron entregar un mensaje al Parlamento Europeo, alejado de conceptos técnicos y números y más cercano al corazón de las ciudades que ven como el afluente “muere” a sus orillas. Acompañados de fotos de la historia del río, representantes de Aranjuez, pueblos de la cabecera, Toledo, Talavera y Carpio del Tajo comparecieron para entregar su visión particular.
Francisco Torrecilla, presidente de la Asociación de Municipios ribereños de la cabecera del Tajo, explicó a los europarlamentarios que los embalses de cabecera fueron “forzados” a los municipios, que vieron sus tierras más fértiles “ahogadas” al plantearse el proyecto de los pantanos del Tajo hace ya seis décadas. Fueron más de veinte las localidades afectadas por el cambio de modelo productivo, de agrícola a turístico. A esto, Torrecilla añade la falta de agua actual de los municipios, de los que algunos han tenido que depender de camiones cisternas para abastecerse a pesar de que los ríos tienen el río en “sus puertas”. Además, el socialista asegura que con la falta de agua se están perdiendo especies autóctonas, en una zona muy cercana al Parque Natural del Alto Tajo.
La posición de Torrecilla es compartida por los otros representantes ciudadanos, como es el caso de Antonio Carrascosa, que representaba la Plataforma en Defensa del río en Aranjuez. Carrascosa lamentó que ahora el caudal que pasa por la ciudad, que está situado en sólo 6hm3 por segundo según la normativa, se encuentra “estrangulado” gracias a un trasvase que, asegura, se firmó sin tener en cuenta ni los requerimientos legales o científicos de la gestión del agua en España. “Es un río enfermo, sin pulso”, aseguró Carrascosa, quien definió a la población de la localidad como los “hijos del río”. “El futuro de este río es nuestro futuro”, aseguró el portavoz quien pidió ayuda a los europarlamentarios porque son “nuestra última esperanza”.
Alejandro Cano fue el encargado de representar a la Plataforma en Defensa del Tajo de Toledo, y describió la historia de la ciudad como una “esculpida” y “creada” gracias al río. “Poetas, lavanderas, alfareros, artesanos, todos, judíos, moros y cristianos han trabajado en el río”, relató Cano quien lamentó que el último año en el que los toledanos pudieron bañarse en el afluente fue en 1972, hasta que la contaminación que venía desde Madrid hizo que el baño se prohibiera. El portavoz de la plataforma aseguró que la población está “condenada” a vivir con un río “muerto, sin pulso”, en el que viven los peces y la espuma contaminada.
Roberto Colino, médico de la localidad de Carpio del Tajo y miembro de la Asociación 'Amigos de El Carpio del Tajo' se unió al llamado a lo europarlamentarios para ayudar a los pueblos a seguir sus iniciativas propias para salvar las infraestructuras abandonadas del río Tajo, y evitar así la pérdida de las tradiciones que se han construido a lo largo del afluente. Miguel Méndez, de la Plataforma de Talavera de la Reina finalizó las intervenciones ciudadanas pidiendo a los diputados de la Comisión Europea que trabajasen con ellos para acabar con el “atropello y la injusticia” que sufre actualmente el río.
