Los restos fósiles del 'Xenokeryx Amidalae', una especie única de paleomerícidos procedente del yacimiento de La Retama (Loranca del Campo) revelan que estos extraños rumiantes con tres cuernos que vivieron en el Mioceno Medio hasta el Mioceno Superior (entre 18 y 11 millones de años) en Europa y Asia, son los ancestros de las jirafas y no de los dromomerícidos amerícanos (parientes lejanos de los férvidos) como se creía hasta ahora.
Así se pone de manifiesto en el trabajo realizado por un grupo de investigadores del Museo de Nacional de Ciencias Naturales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y publicado en la revista PLOS ONE, cuyas conclusiones rellenan el vacío de información en el que se encontraba la evolución morfológica del curioso grupo que conforman los paleomerícidos, y por tanto, ayudan a entender su evolución y reevaluar su sistemática.
Una vez más, es un yacimiento conquense el que se sitúa como referente mundial, aportando una valiosa información sobre el origen y línea evolutiva de especies. La buena conservación de los fósiles de Loranca del Campo ha favorecido la realización de la primera filogenia de paleomerícidos, con incorporación molecular de los fósiles y ADN de ejemplares modernos, lo que ha permitido comprender mejor su anatomía, especialmente la de la región de la nuca, lo que mejora significativamente el conocimiento actual de estos enigmáticos rumiantes. Los resultados del estudio determinan la existencia de dos linajes en el grupo, uno relacionado con el género Ampelomeryx y otro con el fósil conquense.
El Xenokeryx Amidalae, o 'Cuerno extraño de Amidala' (nombre que recibe por la curiosa forma de T de su apéndice en la nuca, que recuerda el peinado del personaje de la saga 'Star Wars') vivió hace 16 millones de años en La Retama, único lugar donde se han hallado restos de este particular ejemplar con el que los paleontólogos han podido reconstruir el linaje de los jirafomorfos.
Según destacan los investigadores el trabajo realizado con el material procedente del yacimiento de Loranca del Campo puede tener implicaciones importantes para la evolución de las características clave como los apéndices craneales. En este punto indican que los linajes de rumiantes pueden haber sufrido grandes adaptaciones morfológicas a finales del Oligoceno o principios del Mioceno (entre 27 y 20 millones de años)
Características del yacimiento
El yacimiento del Aragoniense medio de La Retama se encuentra en la denominada Depresion Intermedia de la cuenca del Tajo, separada por la Sierra de Altomira. Una zona muy rica en yacimientos de vertebrados y plantas del Eoceno superior y el Mioceno superior, que Fue descubierto en agosto de 1988 por un equipo de paleontologos del Museo National de Ciencias Naturales.
Conserva una abundante fauna fósil que incluye gasterópodos y vertebrados tales como quelonios, cocodrilos, lagomorfos, roedores, carnívoros, varios équidos anchitheriine, rinocerontes, elefantes gomphoteriid, caenotheriids, suidos, cérvidos y palaeomerycids, entre otros muchos.