Directoras y directores de los centros educativos de la región se volcaron en un estudio de las necesidades de aquellos alumnos que no contaban con los recursos necesarios para la educación virtual, obligatoria tras el cierre de los colegios e institutos por la pandemia del coronavirus. De este estudio se ha volcado que sólo el 2,5% del alumnado sufre de la llamada brecha digital, explicó la consejera de Educación, Cultura y Deportes, Rosana Rodríguez. Brecha digital es un concepto que hace referencia a un acceso desigual a nuevas tecnologías, como internet, ordenadores y tabletas electrónicas. La media nacional, explicó Rodríguez, está en un 14%.
Para paliar la situación desde Castilla-La Mancha se ha tomado una serie de medidas. Por una parte, se han “rescatado todos” los dispositivos disponibles en los centros y se ha comenzado su distribución entre quienes los necesiten. Al no ser este material suficiente, se ha “completado” la brecha con la adquisición de más de 4.000 tabletas electrónicas, además de dispositivos que les permite a los alumnos conectarse a internet. “Con esto solucionamos en gran parte los desajustes”, aseveró Rodríguez.
En cuanto a los problemas de conectividad, es decir aquellas casas que no tengan acceso a internet, se ha llegado a acuerdos con operadoras locales para que puedan proveer del servicio a los hogares que carecen de la misma. Rodríguez ha señalado que en estas medidas ha trabajado también la consejería de Administraciones Públicas y la consejería de Desarrollo Sostenible, pues los efectivos de GEACAM y los agentes medioambientales trabajarán también para distribuir el material, junto a voluntarios, Ayuntamientos, parque móvil o los mismos directores y directoras de los centros.
“Perder conectividad es perder contacto con el mundo educativo”
El Ministerio de Educación ha aportado igualmente un total de 1145 tarjetas 4G, a las que se unen otras 400 tarjetas SIM con router. “Pretendemos compensar el desajuste y las deficiencias, porque cualquier alumno es importante allá donde esté. Sobre todo ahora, es un recurso vital, porque perder la conectividad es perder el contacto con el mundo educativo”, explicó la consejera. El reparto va a empezar por el alumnado de Bachillerato y Formación Profesional, para seguir con educación secundaria hasta llegar a primaria. “Si no llegaráramos a todos los niveles, podríamos compensar con otras alternativas que nos estamos replanteándo”, afirmó Rodríguez.
La consejera señaló que se sigue trabajando para que todos los alumnos terminen su curso escolar de manera “garantista” y afirmó que para el Gobierno “no existen diferencias” entre el medio urbano y el rural, destacando la importancia del papel de los agentes forestales, “clave” para el reparto en los entornos más rurales y apartados.
“Si esta pandemia nos hubiese llegado hace cinco años, nos hubiese encontrado mucho más desválidos”, reflexionó Rodríguez, que apuntó que gracias a programas como CARMENTA o META, los centros y alumnos están mejor dotados para la educación on-line. “Tenemos menos dificultades que otras Comunidades Autónomas, con un déficit de entrada difícil de soslayar. Esta diferencia habla bastante bien de que es una cuestión que no afecta a muchos alumnos y alumnas, pero da igual a los que afectase”, concluyó Rodríguez.