“Es mi tío, es mi tío”: localizan a la familia de un represaliado del franquismo de cuyos restos han aparecido “evidencias” en una fosa común de Guadalajara
“Es mi tío, es mi tío”. Ángel Cortes de Agustín, se acaba de enterar de que se han encontrado “evidencias” de que se podría haber dado con los restos de Miguel de Agustín, asesinado en 1940 por el franquismo. Un vecino de Chiloeches detenido el día 28 de octubre de 1939 y, mediante el juicio sumarísimo, condenado a muerte.
“Mi madre Carmen se murió sin saber dónde estaba su hermano”. Este viernes, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) hacía un llamamiento a través de las redes sociales para localizar a la familia tras las primeras horas de exhumación en el cementerio de Guadalajara, donde se busca a 21 hombres asesinados entre el 24 de febrero y el 9 de marzo de 1940.
En casa de Ángel todo eran nervios al final de la tarde-noche del viernes. “Mi prima nerviosa. Me ha llamado y me ha dicho que está tiritando”. Este vecino de Chiloeches, conocido por haber sido concejal del PSOE se mostraba sorprendido por la noticia. “No sabía nada. ¿Y dónde me dice usted que está? ¿Qué tengo que hacer?”.
Miguel de Agustín era jornalero y estaba soltero. Fue ejecutado el día 9 de marzo de 1940 y enterrado en la fosa 3, patio 4 del cementerio de Guadalajara, según la documentación que obra en poder de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica.
La familia también busca a Casto de Miguel
La familia conserva fotografías de los hermanos. Hablamos por teléfono y nos dice que ha de buscarlas y llevarlas al cementerio de Guadalajara. Quiere mostrarlas al equipo de exhumación.
Y es que Ángel Cortés cuenta a elDiarioclm.es que la familia también busca a su tío Casto, hermano de Miguel. “Se los llevaron en los mismos días. Un vecino me lo contó, lo vio todo. Nunca hemos sabido donde estaban. Mi madre les llevó la comida a la cárcel durante algunos días hasta que le dijeron que se jorobó lo que se daba y sin saber nada”.
Explica que en la familia “ya pensábamos que se había olvidado y que nunca sabríamos el lugar donde los habían tirado”. La espera desde 1940 ha sido larga. “Llevamos mil años esperando”. Ahora hay que confirmar que los restos pertenecen al joven jornalero asesinado. De confirmarse, sus restos habrían sido encontrados a unos metros del lugar donde reposaban los de Timoteo Mendieta, cuya exhumación y posterior identificación fue posible mediante un exhorto judicial que llegó en el marco de la llamada 'querella argentina'.
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