Trabajadores y la mitad del Consejo de Administración de la televisión piden el cese de Nacho Villa
De los 13 miembros de los que consta el Consejo de Administración de Radiotelevisión Castilla-La Mancha (7 de ellos elegidos a propuesta del PP y 6 del PSOE), los 6 socialistas han mostrado su rechazo a que Nacho Villa siga siendo el director del ente autonómico y han presentado una solicitud de convocatoria de reunión extraordinaria para decidir sobre su continuidad o cese de la cadena.
En la tarde del martes tuvo lugar una reunión ordinaria del Consejo de Administración en la que esos 6 miembros del Consejo mostraron su repulsa ante las prácticas que se vienen sucediendo en la cadena, apoyaron los comunicados y declaraciones de los trabajadores que vienen denunciando las manipulaciones, y presentaron vía carta entregada presencialmente la solicitud de esa reunión que solo consta de ese punto en el orden del día.
“La situación es insostenible, no puede ser que los informativos sean todas las semanas piedra de escándalo y burla de la profesión en toda España”. “Hay que terminar ya con este problema, tener sentido de responsabilidad y decidir el cese del director general de esta casa”. Para los 6 consejeros la forma de actuar es absolutamente partidista, al igual que viene denunciando el Comité de Empresa. Para ellos solo se persigue favorecer los intereses del PP y de Cospedal desde el ente autonómico.
Para celebrar esta reunión es necesario que lo vote la mayoría del Consejo (es decir, que sería necesario que un miembro del Consejo de los sugeridos por el PP vote a favor de que se celebre) o que directamente María Dolores de Cospedal estime que es necesario.
Nacho Villa no se fía de los trabajadores
Desde dentro, los propios trabajadores han contado lo que se viene viviendo día a día. Han explicado que el propio Nacho Villa ha llegado a editar él en persona rótulos y no dejar que lo haga el operador de turno porque no confiaba en que pusiese lo que él quería o que no pusiera algo incómodo. Señalan que la dirección tiene determinados trabajadores que son los que pueden emitir y crear los contenidos que verá el público ya que son el personal de confianza que sabe que hará lo que la dirección quiera.
“No podemos concebir que la elección del Director General de una empresa pública no esté contemplado que lo ocupe la persona más cualificada y que se haga a dedo entre las personas de confianza del partido de turno”, dicen trabajadores y Comité de Empresa que se han sumado a la petición de cese de Villa.
Las informaciones que se hacen en las delegaciones territoriales son enviadas a Toledo para que sean montadas y editadas y que la dirección pueda así supervisar lo que se prepara. En Toledo las montan, según señalan los propios trabajadores, personas con contrato no indefinido porque saben que ellos no pondrán trabas a hacer las piezas conforme ellos quieran aunque sean una manipulación. Diversos realizadores están vetados para hacer informativos por miedo por parte del Director General de que no pongan lo que la dirección quiere. Determinados trabajadores están en nómina pero apartados del trabajo para que no puedan alterar las órdenes de la dirección, prácticas todas ellas denunciadas por los propios trabajadores.
“La paranoia de esta dirección es enfermiza. Hay compañeros que han cometido fallos humanos que se interpretan como fallos intencionados o boicoteadores”, han señalado, indicando además que tuvieron que enseñar los propios trabajadores en continuidad a Villa y a los altos cargos de la cadena cómo se edita una pieza, cómo se hace un directo o cómo se rotula porque nadie sabía hacerlo al venir todos de la radio.
“Nos denuncian ayuntamientos, organismos, nos han reprobado desde el Senado... lo que hay en esta casa pagada con los impuestos de todos los castellano-manchegos es una dictadura. Todo tiene que pasar por el filtro del Director General y nadie puede discutirle nada”. También han tenido palabras para la directora de informativos, Victoria Vigón, que el lunes tuvo que declarar por manipulación en la televisión, de la que dicen que “su trato personal es ofensivo. Hace llorar a compañeros cuando no le gusta el enfoque de una noticia, les insulta, les relega y les aparta”.