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La Junta defiende que con todos los medios el incendio de La Culebra no hubiera tenido “un resultado diferente”

El director general de Patrimonio Natural y Política Forestal, José Ángel Arranz (C), junto a Enrique Rey (I) y Ángel Sánchez (D), técnicos del operativo antiicendios

Javier Ayuso Santamaría / Gadea Velasco

23 de junio de 2022 20:47 h

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La Junta de Castilla y León se mantiene firme en defender que el incendio de la Sierra de la Culebra no se podía controlar aunque hubiesen estado activos todos los efectivos. Según ha justificado el director general de Patrimonio Natural y Política Forestal, José Ángel Arranz, no ha sido una cuestión de medios, puesto que el alcance del daño habría sido el mismo debido a la naturaleza “explosiva” de las llamas. También ha querido puntualizar que se está confundiendo la declaración de 'riesgo alto de incendio' con la activación del personal, algo que “no tiene una relación directa”.

Arranz ha salido al paso de las críticas de vecinos de la zona, sindicatos y la oposición, que han pedido dimisiones y que la Junta asuma su responsabilidad política, en una comparecencia para explicar los avances preliminares sobre el mayor incendio de la historia de Castilla y León, que ha calcinado más de 30.000 hectáreas, ha precisado que sin este operativo el fuego podría haber alcanzado“ las 70.000 hectáreas” y saltar a Portugal donde el fuego habría “superado las 100.000”.

Según el relato del Gobierno, la noche que comenzó el fuego, el 15 de junio, en los primeros instantes, al borde de la medianoche, ya se habían desplegado 100 personas para un “ataque contundente” sobre el terreno. Esta cantidad, como ha añadido, “es complicada de ver” en los primeros instantes de un incendio. “No por tener a mil efectivos” se hubiese podido atajar, ha indicado. Y es que, según ha desglosado, el frente estuvo “fuera de la capacidad de extinción el 50% del tiempo” que duró activo. En total, 60 horas en las que la voracidad de las llamas hacia imposible tratar de frenarlo.

Para las 20.04, como ha afirmado Enrique Rey, técnico del operativo, estaba posicionado el primer medio. A partir de ahí, explica el Ejecutivo autonómico, comenzaron a declararse nuevos focos. A la madrugada todo se había disparado, y se encontraban unas 100 personas -procedentes de la propia Zamora, León, Valladolid y Salamanca- entre personal de la Junta, Ministerio para la Transición Ecológica -una BRIF del Puerto del Pico- y UME.

Las condiciones meteorológicas durante los días 15 de junio al 19 fueron el peor escenario posible para tratar de frenar el avance del fuego. La desgracia sobre la Sierra de la Culebra comenzaba con una tormenta eléctrica seca con muchos rayos. Eran las 19.00 horas y una cantidad elevada de relámpagos dejaban tras de sí 14 focos en toda Zamora. El operativo en la provincia pudo sofocar todos menos dos, que fueron los que se extendieron por la Sierra.

En ese momento, el fuego se desbocó, comiéndose el monte zamorano y saltando entre las barreras tanto naturales como las que el propio ser humano ha construido al pasar por carreteras, por la vía del AVE o los 500 metros entre las dos orillas de un pantano del río Tera. El avance de las llamas llegó a hacer peligrar la autovía A-52.

En muchos casos la prioridad, como ha asegurado Rey, fue defender del fuego a las poblaciones, situación que obligó a destinar muchos recursos para contener este frente y dejar otros más desprotegidos.

En el relato del incendio, tanto Rey como Arranz, han coincido en señalar como gran culpable a un viento cambiante y con rachas de hasta 70 kilómetros por hora que hacía que aquellos focos apagados se volviesen a prender, dificultando la labor. También contribuyeron la baja humedad y las temperaturas extremas durante todo el día. Esta suma de factores generaron un efecto de convención al fuego, que como han indicado estos expertos si el frente de las llamas fuese “una gran caldera”. En los peores momentos, el día 18 por la noche, se llegaron a quemar 6.000 hectáreas en doce horas.

Ese mismo día Arranz ha desglosado que el operativo alcanzaba los 415 efectivos. De ellos, 202 eran de Castilla y León, de los cuales 75 pertenecían al dispositivo de Zamora. También se sumaron 38 personas de Castilla-La Mancha; 16 de Cantabria; otras ocho de Extremadura y 26 de Galicia. Asimismo, fueron necesarios un helicóptero de la Comunidad de Madrid, más efectivos de la UME y el Ministerio.

Además, Arranz también ha pedido que no se use esta catástrofe natural para “determinadas reivindicaciones laborales” a la vez que ha defendido la “profesionalidad” del contingente. La falta de medios en el incendio es una de las grandes críticas que se ha vertido sobre el operativo con dos grandes manifestaciones. La primera, este martes, en Zamora capital en la que se pidió responsabilidades políticas, como la dimisión del consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones. Y la segunda, el miércoles, a las puertas de las Cortes de Castilla y León, los bomberos forestales clamaban por sus derechos laborales, un operativo antiincendios durante todo el año y que la Junta asuma responsabilidades políticas.

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