Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
Un día 'normal' en la zona cero: “Dormimos con un cuchillo bajo la almohada”
El material arrastrado por la DANA pudo aumentar hasta un 50% su poder destructivo
El 'Que te vote Txapote' no sirve para gestionar catástrofes. Por José Precedo
Opinión
La Trastienda

Sobreactuando que es gerundio

El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco (d), junto al vicepresidente, Juan García Gallardo, tras la celebración de un Consejo de Gobierno extraordinario.

Pedro Vicente

Valladolid —
6 de noviembre de 2023 12:24 h

3

¿Era necesario celebrar un sábado un Consejo de Gobierno extraordinario para acordar que se recurrirá ante los tribunales unas futuribles normas legales que hoy por hoy no existen y cuyo contenido por tanto se desconoce? Ustedes me dirán si tal puesta en escena no era absolutamente gratuita.

Pero resulta que Alfonso Fernández Mañueco ha decidido nada menos que “liderar” la respuesta legal al “felón” que pretende usurpar la Presidencia del Gobierno. Vivir para ver. El presidente que llegó al cargo después de perder unas elecciones autonómicas en las que el PP obtuvo su peor resultado histórico en Castilla y León, el primero que claudicó ante la ultraderecha para garantizarse la reelección, se presenta ahora como punta de lanza del PP contra el “vendepatrias” de Sánchez. Ver para creer. Ganando la delantera nada menos que a Isabel Díaz Ayuso y a Juan Manuel Moreno Bonilla, que le sacan unos cuantos cuerpos en materia electoral y peso político real.

¿No será más cierto que el presidente de Castilla y León se ha visto obligado a sobreactuar a causa de la presión de Vox, cuya cabeza visible, que no pensante, el esperpéntico García-Gallardo, se ha jactado públicamente de ser el promotor de tan luminosa idea?

Si no fuera todo un engañabobos —eso sí, jaleado por la ola mediática en justa reciprocidad con la morterada que recibe del erario autonómico— tendría narices que el mandatado para articular esa respuesta legal fuera el consejero de la Presidencia, Luis Miguel González Gago; el mismo que, siendo director de los Servicios Jurídicos de la Junta durante la pandemia, tuvo la genialidad de basar el adelanto horario del toque de queda con la puesta de sol como gran “argumento jurídico”.

No se habían enfrentado a nada igual, y todavía están flipando, los magistrados del Tribunal Supremo que tuvieron que juzgar y rechazar semejante ocurrencia. (Al que tienen que estar llevándosele los demonios es al ínclito José Antonio de Santiago Juárez al imaginarse su antiguo despacho ocupado por el director general que le dejó plantado y cuyo cese tramitó dejando constancia expresa de que no se le agradecían los servicios prestados...)

La ignominia de Santonja

Pase lo de acusar a Sánchez de felón y vendepatrias, pero mucho tienen que tentarse la ropa Mañueco y Gallardo antes a acusar al líder socialista de apoyarse en los filoetarras. Primero porque se les recordará la naturalidad con la que el senador por la comunidad elegido con los votos de PP y Vox, Javier Maroto, pactaba con Bildu cuando era alcalde de Vitoria. (Por cierto, mira por dónde el alcalde de Sotosalbos, el municipio segoviano que empadronó de aquella manera a Maroto, Feliciano Isabel, se ha convertido en diputado provincial después de las últimas elecciones. A este sí le han reconocido el servicio prestado).

Y segundo, porque el sombrío pasado del consejero de Cultura, Gonzalo Santonja, resulta cada vez mas siniestro. Conocida era su antigua y estrecha vinculación a Herri Batasuna, pero el reciente artículo en 'El País' del actual director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, relatando una supuesta tensa cena en la que el susodicho habría defendido “la necesaria ejecución” de Yoyes, la dirigente etarra asesinada tras abandonar la organización, agrava y mucho su continuidad en el cargo. Y conste que, como señalé en esta misma columna con ocasión de su nombramiento, su verdadero padrino no fue otro que el amigo y biógrafo de Santiago Abascal, Fernando Sánchez Dragó, casualmente ganador a título póstumo del último premio Castilla y León de las Letras...

Al margen de que aquello de que el patriotismo sea “el refugio de los canallas”, que dijo Kirk Douglas, hace tiempo que era de plena aplicación a Vox. Lo cierto es que la bandera de la amnistía les viene de perlas a Mañueco y García-Gallardo para desviar la atención de su compartida incompetencia, que en el caso del segundo esta plagada de despropósitos y fiascos entre los que la elección de una marca turística copiada solo ha sido el último. En cuanto a Mañueco, su impostado papel de “líder” contra el felón mal se compadece con la cortedad de luces de su círculo mas preciado, ese que forman los conmilitones con los que viaja a las finales de la Champions. Y a propósito: Menos mal que el Madrid se trajo de Saint Denis la decimocuarta...

Etiquetas
stats