El Parlament da luz verde a los Mossos para disparar pistolas eléctricas
La comisión de Interior del Parlament ha dado luz verde este miércoles a los Mossos d'Esquadra para disparar pistolas eléctricas, también conocidas como Taser por el nombre de una de las empresas que las comercializa. A la espera de que la conselleria de Interior redacte el reglamento que definirá su uso, Junts pel Sí, el PP y Ciutadans han avalado que la descarga eléctrica de una Taser pueda sustituir a la reducción cuerpo a cuerpo. El partido naranja se ha sumado a la mayoría de puntos propuestos por JxSí y PP para permitir un uso amplio de las pistolas Taser, también en aquellos supuestos vetados por la ONU o el Consejo de Europa.
Así, JxSí, PP y C's han dado su visto bueno a que los Mossos puedan disparar Taser para reducir a personas intoxicadas por el alcohol u otras drogas así como contra enfermos mentales. Si Interior sigue las recomendaciones de los partidos favorables a las Taser, podrán utilizarlas los jefes de turno de las unidades de seguridad ciudadana de las comisarías y los jefes de operativo de antidisturbios y de custodia de detenidos.
Los cuatro meses de debate parlamentario han acabado avalando un uso poco restrictivo de las Taser, pese a la oposición de Catalunya Sí Que es Pot y la CUP. Los partidarios de las pistolas eléctricas no han seguido varias de las recomendaciones del Comité contra la Tortura de Naciones Unidas de la ONU o el Consejo de Europa.
Los organismos internacionales de Derechos Humanos remarcan que “en ningún caso” hay que emplear las Taser en espacios de privación de libertad como cárceles y comisarías. Tampoco para hacer cumplir una orden o efectuar una detención o contra personas alteradas. Pese a que algunos grupos lo han intentado, la Cámara catalana ha terminado por hacer caso omiso de estas recomendaciones.
En este sentido, Junts pel Sí, Ciutadans y el PP también han unido sus votos para tumbar una conclusión del PSC que pedía prohibir el uso de las Taser en los supuestos que veta la ONU y el Consejo de Europa. “La pistola eléctrica no puede sustituir al uso de la fuerza física, sino al arma de fuego”, ha recalcado el diputado del PSC, Carles Castillo.
Los partidarios de los DDHH, decepcionados con ERC
Pese a que ERC se adhirió a la campaña en contra del uso de las pistolas eléctricas, los diputados republicanos han votado a favor de un uso amplio de las Taser. En este sentido, el portavoz de la plataforma Stop Taser, Andrés García Berrio, ha afeado a ERC “que haya votado todo lo que han propuesto Convergència, el PP y Ciutadans”, más después del papel activo de los republicanos en defensa de los Derechos Humanos durante la pasada legislatura.
“Hoy es un día triste para los Derechos Humanos en Catalunya”, ha lamentado García Berrio, que también se ha mostrado decepcionado porque JxSí se haya unido a PP y C's para vetar la creación de un organismo independiente de control y seguimiento de las actuaciones de los Mossos d'Esquadra que vulneren los Derechos Humanos.
Tal y como se puso de manifiesto cuando entregaron sus conclusiones, sólo la CUP y Catalunya Sí que es Pot han votado en contra de las Taser. “Esta Cámara hoy avala que la excepcionalidad se haga norma”, ha afirmado la diputada de la CUP-CC, Mireia Vehí, que ha valorado que las pistolas eléctricas “no solucionan, sino que empeoran” los problemas de aplicación del protocolo de reducciones o de posterior evaluación de las actuaciones policiales. “Las Taser no son necesarias si queremos una policía avanzada y un nuevo modelo policial”, ha zanjado el parlamentario de CSQP, Joan Giner.
Por su lado, el diputado del PP, Alberto Villagrasa, ha lamentado que los grupos no hayan querido extender el uso de las Taser entre más agentes del cuerpo (no sólo a los jefes de comisaría). Asimismo, ha dudado de las organizaciones de derechos humanos que han relatado centenares de víctimas mortales por disparo de Taser. “La afectación a la salud de las personas es mínima”, ha afirmado.
Las pistolas eléctricas son armas paralizantes que pueden emplearse en contacto directo sobre el cuerpo o mediante el lanzamiento a una distancia de 6-7 metros de dos dardos. El arma realiza una descarga de 50.000 voltios de bajo amperaje para atacar el sistema neuromuscular central y causar un colapso general momentáneo. La Mesa y la Junta de Portavoces decidirán en su próxima reunión si las conclusiones que se han aprobado este miércoles también se votarán en alguno de los dos plenos que quedan antes de que finalice el periodo de sesiones.