Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Activistas cortan el agua del Consorcio de Turismo de Barcelona para exigir restricciones específicas para el sector

Una treintena de activistas corta el agua del Consorci de Turisme de Barcelona

Sandra Vicente

3

Ante la atónita mirada de los turistas que, distraídos, paseaban por el céntrico Passatge de la Concepció de Barcelona mientras se comían un helado, una veintena de activistas han empezado a desplegar una enorme pancarta en la que se podía leer “Tanquem l'aixeta al turisme” (Cerramos el grifo al turismo).

El objetivo era doble: por un lado, han realizado una pequeña protesta ante la sede del Consorci de Turisme de Barcelona para denunciar el “elevado” consumo de agua que realiza el sector, así como que no existan restricciones específicas para estas actividades económicas no esenciales, a pesar de la dura sequía que vive Catalunya.

Pero tanto la pancarta como los carteles que han acabado cubriendo buena parte de la fachada del edificio han sido una “distracción”. El objetivo real de los activistas era hacer real el lema que se leía en su gran lona. Mientras los guardias de seguridad del edificio se ocupaban de cerrar las persianas para garantizar que nadie ocupara la sede, un par de los protestantes han accedido a la toma de agua de la red de suministro que alimenta al Consorci y la han cortado. Dejando así, efectivamente, sin agua a Turisme de Barcelona.

“Hacemos esta acción de denuncia para reclamar restricciones más severas”, han dicho miembros de la Assemblea de Barris pel Decreixement Turístic (ABDT) y de la campaña D'on no n'hi ha, no en raja ('de dónde no hay, no emana' sería la traducción literal de esta frase hecha catalana, que sería equivalente a 'no pedirle peras al olmo'), organizadores ambos de la acción.

Y es que la Generalitat ha descartado aplicar medidas de ahorro específicas para negocios vacacionales y lo ha dejado en manos de los ayuntamientos, cosa que ha provocado el enfado de diversas entidades sociales y grupos parlamentarios.

El principal argumento de la Generalitat es que no existen datos reales y actualizados de gasto de agua del turismo. Esto se debe a que hoteles, cámpings y apartamentos suelen estar conectados a la red de abastecimiento doméstica, lo que hace que sus consumos se diluyan entre el de los hogares.

Esta también es una de las quejas de los activistas, que recuerdan que uno de los pocos estudios que hay es uno encargado por Barcelona Regional que constató que un turista de lujo consume cinco veces más agua que un ciudadano de la capital catalana.

La Agencia Catalana del Agua (ACA) sí cuenta con estimaciones de cuántos recursos hídricos se lleva el sector del ocio y del turismo: son 22 hectómetros cúbicos al año. Es el equivalente al agua que consumen L’Hospitalet de Llobregat y Badalona juntas. O cerca de un 25% de la que bebe Barcelona. 

Esto preocupa a ambas plataformas, ya que, según el mismo estudio, el consumo de la industria asociada al turismo se ha duplicado en la última década y se prevé un aumento del 25% dentro de 15 años.

A pesar de eso, las únicas restricciones que se aplican al sector son las mismas que afectan al resto de la ciudadanía, como la prohibición del riesgo de jardines o el llenado de piscina. “Pero ni siquiera tenemos confirmación de que el Ayuntamiento esté vigilando si se llenan o no”, han denunciado los activistas.

Durante la acción se han recordado las palabras de Jordi Clos, presidente del gremio de hoteleros y del Consorci de Turisme de Barcelona, quien afirmó que Barcelona “no se puede permitir la imagen de las piscinas vacías”. Ante esta afirmación, los concentrados han denunciado que se esté poniendo “una alfombra roja” al turismo y que el propio Ayuntamiento de Barcelona esté estudiando alquilar una desaladora al sector para llenar sus piscinas. “Es un despropósito usar dinero público para el sector privado”, han concluido.

Etiquetas
stats