Alfred Bosch será el candidato de ERC a las elecciones a la alcaldía de Barcelona. El actual diputado en el Congreso, cuya candidatura representaba la renovación en la federación barcelonesa, se ha impuesto a Oriol Amorós, candidato más bien continuista, en unas primarias en las que han votado poco más de 1.189 militantes y simpatizantes. Bosch, que en 2010 dejó de ser militante del partido, será el primer alcaldable de ERC desde la transición democrática con opciones reales de alcanzar la alcaldía, según los sondeos.
En las votaciones, Bosch se impuso con un 55% de las papeletas con su nombre -un total de 654-, por encima de las 532 de Amorós. Con este resultado, se consuma la junquerización de la federación de ERC en la capital catalana. Este era uno de los objetivos que se había propuesto Bosch, el de desplazar al que ha sido líder municipal del partido en los últimos 16 años, Jordi Portabella, una figura que la dirección de ERC considera un escollo para la renovación que se ha venido llevando a cabo desde que entró Oriol Junqueras.
En la campaña previa a las votaciones, muy enfocada a la militancia, Bosch jugó su carta de político con proyección pública, algo que considera clave para luchar por la alcaldía. Entre sus propuestas para la ciudad, destaca la potenciación de un gran cinturón verde que conecte las áreas industriales del Besòs y el Llobregat. Amorós, en cambio, centró su campaña en la creación de empleo.