Aragonès y Junqueras cierran la campaña pidiendo el voto no independentista: “Los necesitamos a todos”

Sandra Vicente

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El president de la Generalitat y candidato de ERC ha llegado al final de la campaña con unas encuestas que le auguran una gran pérdida de votos que les puede costar hasta 10 diputados en el Parlament. Por eso, en el último acto antes de las elecciones, Pere Aragonès ha pedido activamente a sus militantes que se aseguren de que “nadie deje de votar”. “Concienciemos a todo el mundo. Os pido que llevéis a todo el mundo a votar”, ha dicho el president, consciente de que los suyos necesitarán todas las papeletas con las que puedan contar.

Por eso, ha pedido activamente el voto no independentista. “Hago un llamado a concentrar todo el voto de izquierdas en ERC y a concentrar el voto independentista en ERC”. El president ha insistido en que “no hay necesidad de escoger” entre políticas progresistas y de izquierdas, en un claro guiño al PSC y Junts, los dos partidos que se postulan como favoritos.

En la misma línea se ha expresado el presidente de la formación, Oriol Junqueras, que ha focalizado en “tejer complicidades con gente de muchos otros ámbitos” a parte del independentista. “Que nadie nos deje de votar. Los necesitamos a todos en nuestro país”, ha pedido Junqueras, quien ha sido el único en mencionar el referéndum del 1-O.

El portavoz del partido en el Congreso, Gabriel Rufián, también se ha sumado a esta petición y ha llamado a “interpelar” a los catalanes no independentistas. “Nos encanta hablar de la independencia porque somos 'indepes', pero ¿qué pasa con la gente que no lo es? ¿Les obviamos? ¿Les insultamos cómo hace según quién?”, se ha preguntado Rufián, en una referencia velada a Junts. “No, les interpelamos”.

El arma arrojadiza del Hard Rock

Pere Aragonès ha celebrado su acto final de campaña en Tarragona, una ciudad que está a escasos kilómetros de los terrenos en los que está proyectado el macrocasino Hard Rock. Este proyecto fue el que hizo saltar por los aires la legislatura: los comuns tumbaron los presupuestos catalanes después de que ERC no cediera a sus exigencias de frenar el proyecto. Pero ahora los republicanos han intentado capitalizar el rechazo a este mismo casino en la capital de la provincia que decide su futuro entre el turismo 'low cost' y la industria verde.

“No caeremos en el chantaje. No hay que escoger entre casinos y paro. Nosotros nos hemos ido a la otra punta del mundo para traer prosperidad”, ha dicho Aragonès, en referencia al acuerdo que ha cerrado el acuerdo para que Chery, la marca china de coches eléctricos, se instale en la antigua fábrica de Nissan.

La candidata del partido por Tarragona, Raquel Sans, ha sido la que más énfasis ha hecho en el rechazo al macrocasino, a pesar de que ERC reafirmara su compromiso de llevarlo a cabo hace sólo tres meses y pocas horas antes de cerrar un pacto con el PSC para los presupuestos. “El PSC y Junts nos dicen que, cuando llegue el Hard Rock, se acabarán todos los males, pero no es cierto. Queremos museos y no casinos”, ha aseverado.

De esta manera, ERC reniega ahora abiertamente del complejo que está proyectado en Vila-Seca (Tarragona) y se une a la CUP y a los Comuns, que han hecho de la crítica al macroproyecto uno de los ejes principales de su campaña.

El fantasma de la 'sociovergencia'

Las intervenciones también han estado plagadas de dardos contra Junts y su candidato, Carles Puigdemont. Pero la diana contra la que han apuntado no ha sido tanto su rival en el arco independentista, sino el poco probable (aunque no imposible) pacto entre el PSC y Junts.

“La alternativa [a ERC] es la sociovergencia”, según ha alertado Sans. Es una opción que, dice, pondría en peligro los derechos de las mujeres y la clase trabajadora. “Lo hemos visto en la alianza que han hecho con el Hard Rock”, ha dicho la candidata republicana por Tarragona.

La candidata a los comicios europeos, Diana Riba, también ha insistido en la posibilidad del pacto entre Junts y el PSC, asegurando que “se pondrán de acuerdo muy rápido para trinchar el territorio y en trabajar en los intereses de las clases bienestantes”.

Las encuestas dejan claro que Aragonès no repetirá como presidente de la Generalitat y todo quedará entre Puigdemont e Illa. Ahora bien, Aragonès puede seguir siendo una pieza clave en la gobernabilidad catalana a partir del domingo: podría tener la llave de los pactos y deberá decidirse entre apoyar al PSC o a Junts.

Tal como se ha podido ver en el acto final de campaña, ninguna de las dos opciones entusiasma a Aragonès, que ha tenido palabras duras para sus dos contrincantes. Al de Junts lo ha calificado como el “candidato de los recortes” y ha destacado los antecedentes de corrupción que tiene su partido. Por su parte, de Illa ha dicho que representa al “PSC más españolista de la historia” y ha elucubrado: “¿Qué pasaría si es president? La primera persona a la que invitaría a Palau sería a Felipe VI y no podemos permitir que el rey borbón se pasee por Palau”.

Ante sus militantes, Aragonès ha salido a ganar. Pero sabe que eso no va a ser posible y que, muy probablemente, deberá escoger. Ya sea entre uno de sus contrincantes o la abstención, forzando una nada improbable repetición electoral si ninguno de los candidatos consigue sumar la mayoría para hacerse con la presidencia.

“Han intentado resucitar la Catalunya binaria. Unos y otros, con el personalismo de Illa y Puigdemont. Pero esto no es cosa de dos, sino de ocho millones de catalanes”, ha insistido Aragonès, a dos días de unas elecciones en las que los pactos y la gobernabilidad se presentan complicados de alcanzar por la compleja red de vetos cruzados que condicionarán las negociaciones.