El president de la Generalitat, Pere Aragonès, ha dado un golpe sobre la mesa y ha dejado provisionalmente a Junts fuera de la delegación catalana que este miércoles se sentará en la mesa de diálogo. El equipo aprobado incluye únicamente a dos consellers de ERC y al propio Aragonès, aunque el decreto deja abierta la opción de que Junts pueda incorporarse si al final propone a miembros del Govern para que los represente en la mesa. De los cuatro nombres que había escogido el partido de Puigdemont, solo Jordi Puigneró es conseller. Los otros tres eran dos de los presos indultados, Jordi Sànchez y Jordi Turull, y la portavoz en el Congreso, Miriam Nogueras.
Aragonès ha destacado que el proceso de negociación con el Gobierno es “extremadamente complejo” y que desde la Generalitat solo puede afrontarse “si desde Catalunya vamos a la una y mostramos nuestro compromiso inequívoco por la independencia, a favor de la autodeterminación y contra la represión”, ha dicho. “Hemos conseguido que el presidente del Gobierno español venga y se siente a negociar. Será un espacio de negociación donde se hablara de la amnistía y la autodeterminación, pueden estar seguros”, ha apuntado. “Ante esta oportunidad no pienso desaprovecharla y no permitir que se pierda esta oportunidad histórica. Los éxitos colectivos del país nos pueden dañar”, ha remachado.
El jefe del Govern ha dejado claro que la delegación queda “abierta” a la espera de que sus socios designen otros nombres, siempre que estos sean consellers. “Durante todas estas semanas de julio y agosto se ha negociado y ha quedado claro que era necesario que la mesa se hiciera de Gobierno a Gobierno”, ha explicado Aragonès.
Prácticamente a la misma hora que el president comparecía para anunciar que los nombres propuestos por sus socios quedaban fuera del equipo que finalmente acudiría a la reunión, desde Junts exhibían el acuerdo de legislatura. En él se asegura que los miembros designados deben “escogidos por consenso y nombrados por el Govern”. “No está escrito en ningún sitio que deban ser del Govern. En ningún sitio”, insisten fuentes de Junts visiblemente molestas.
Interpretación dispar del pacto
Los nombres propuestos por Junts per Catalunya para formar parte de la mesa de diálogo han provocado una nueva crisis entre los dos socios del Govern. El president de la Generalitat, Pere Aragonès, no ha aceptado los cuatro representantes de los posconvergentes, lo que ha provocado un receso en la reunión semanal de Govern de este martes en la que debían consensuarse los nombres de la parte catalana de la mesa, que tiene previsto reunirse este miércoles.
A primera hora se ha informado de que Aragonès estaba “molesto” porque solo uno de los cuatro representantes de Junts, el vicepresident Puigneró, forma parte del Govern. Lo acordado con Moncloa, recuerdan fuentes de Presidencia, era que la negociación sería “de gobierno a gobierno”, y por lo tanto con representantes de ambos Ejecutivos.
A media mañana, Junts mantenía el pulso y reiteraba que mantenían sus nombres pese al veto de Aragonès. “Es una mesa para negociar un conflicto político y se envía a una delegación de alto nivel político”, remachan, además de remitirse al acuerdo entre ERC y Junts para la investidura de Aragonès, que no especifica que los representantes de la parte catalana tengan que ser conselllers sino que se limita a expresar que serán escogidos “por consenso y nombrados por el Govern”.
El partido de Puigdemont, escéptico con la mesa de diálogo, había optado por demorar su propuesta hasta que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no aclarara su presencia en Barcelona. Desde la Presidencia de la Generalitat afean precisamente a Junts haber propuesto sus nombres “a última hora y sin consenso”, cuando solo faltan 24 horas para la reunión.
A la espera de que el Govern pactase la alineación definitiva, Moncloa ya había mandado un aviso: “Tiene que ser una mesa entre gobiernos”. En el Ejecutivo evitan decir si se sentarían en esa reunión –a la que asistirá Pedro Sánchez– con la composición planteada por Junts a la espera de que el Govern pacte la delegación definitiva, informa Irene Castro.
A diferencia de Junts, que con Sànchez y Turull quiere situar en la mesa a dos condenados por sedición indultados por el Gobierno, ERC no ha propuesto ni a Oriol Junqueras ni a ningún otro condenado por sedición. Los republicanos han escogido a la consellera de Presidència, Laura Vilagrà, y al conseller de Empresa, Roger Torrent. En la primera reunión de la mesa de diálogo sí se sentaron en la mesa a personas que no formaban parte del Govern en ese momento.
Sánchez anunció este lunes que encabezaría la delegación del Gobierno que participará en la reunión convocada para este miércoles por la tarde en Barcelona. La compondrán el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños; la vicepresidenta segunda y titular de Trabajo, Yolanda Díaz; la ministra de Política Territorial y portavoz, Isabel Rodríguez; la de Transportes, Raquel Sánchez; el de Cultura, Miquel Iceta; y el de Universidades, Manuel Castells.