Después de siete días funcionando, las quejas por la superilla (supermanzana) del Poblenou no cesan. Los vecinos siguen preocupados por las mismas cuestiones que ya afectaban a la nueva configuración del espacio cuando se presentó el pasado lunes: lamentan la pérdida de 50 plazas de aparcamiento y que los autobuses sean menos accesibles por haber sido suprimidos del interior y haber pasado a la zona perimetral de la supermanzana. Por su parte, la falta de zonas de carga y descarga incomoda a los comerciantes. Ante esta situación, el Ayuntamiento ha reconocido deficiencias y ha prometido reajustes para satisfacer a todas las partes.
“Estudiaremos qué cuestiones hay que ajustar para que se generen menos inconvenientes a los ciudadanos”, ha respondido la teniente de alcaldía de Ecología, Urbanismo y Movilidad, Janet Sanz este lunes por la mañana en el Poblenou, tras supervisar el espacio y escuchar las protestas de los vecinos. El descontento entre los vecinos por la aplicación de la supermanzana puede ir un paso más allá de la queja: vecinos y comerciantes han pronosticado acciones por la vía legal si no cambia la situación.
No sólo los vecinos se han quejado este lunes. Especialmente rígido se ha mostrado uno de los grupos de la oposición en el Ayuntamiento de Barcelona: el concejal de Ciudadanos en el consistorio, Koldo Blanco, ha avisado de que su grupo pedirá “desmantelar” la supermanzana si ésta no supera con garantías los dos meses de pruebas. El grupo municipal naranja afirma haber recibido 50 quejas de vecinos de la zona. Por su parte, el portavoz de CiU, Joaquim Forn, ha considerado “perversa” la aplicación del modelo de supermanzanas y ha pedido su retirada.
“Todo cambio cultural implica pedagogía”, ha suavizado la teniente de alcaldía de Ecología, Urbanismo y Movilidad, Janet Sanz, una semana después de la adecuación del entramado de calles (Badajoz, Pallars, Laguna y Tánger) del distrito de Sant Martí. La del Poblenou es la primera supermanzana que contempla el Plan de Movilidad 2013-2018 y que debe llevar a Barcelona a una nueva configuración urbana. A partir de enero, la idea del consistorio es extender el plan a la trama Cerdà y hacer supermanzanas en Nou Barris o Sant Gervasi. Entre otros objetivos, el plan persigue la reducción del 21% de los coches en la ciudad de aquí al 2018.
Primeras actividades en los chaflanes vacíos
Si bien a lo largo de la semana pasada los chaflanes de la supermanzana del Poblenou estuvieron desiertos y sin actividad, en los casi 2.000 metros vacíos un grupo de 200 estudiantes de arquitectura evaluaban las posibilidades del nuevo entramado urbano. Las tareas de discusión y debate de estos días se han convertido en propuestas: desde este lunes, las zonas cero en que se habían convertido los cuatro chaflanes vacíos se llenarán de actividades. Una zona con arena para niños y canchas de baloncesto y fútbol ocuparán el asfalto vacío de la supermanzana.
Las propuestas de los estudiantes –aseguran– “simbolizan la defensa de cuatro derechos básicos de los ciudadanos”: el derecho a la cultura, al ocio, a la comunicación y al comercio. Todas las construcciones se han hecho con material reciclado. Una zona de recreo para jugar al fútbol, baloncesto, al Twister y una zona con arena para niños se mantendrán, como mínimo, hasta el día 22 de septiembre.
“Nuestras propuestas deben iluminar a los vecinos”, destaca Mariano Mesalles, de la plataforma Supermanzana Space, un colectivo para la implementación del nuevo plan de supermanzanas en Barcelona. Mesalles, que ha coordinado a los estudiantes, asegura que las propuestas de los futuros arquitectos deben servir para que los vecinos se empoderar y vean las funcionalidades del nuevo espacio liberado. Después de la aplicación de estas primeras propuestas comenzará una ronda de charlas y presentaciones para vecinos y entidades. En los próximos días, además, se desarrollarán mercados en las calles y huertos urbanos, entre otros.