El intento de JxCat de reprobar a la alcaldesa Ada Colau por pasar las navidades fuera de Barcelona ha caído prácticamente en saco roto al recabar solo el apoyo de Ciudadanos. Los neoconvergentes, que la acusaban de “falta de ejemplaridad” por desoír las recomendaciones de limitar movimientos –puesto que no incumplió la normativa–, han visto incluso como PP o Barcelona pel Canvi, a menudo críticos con el gobierno municipal, calificaban la iniciativa de “ataque gratuito” y “demagogia”.
La estancia de Colau fuera de la capital catalana, en una casa rural de la comarca de la Garrotxa, salió a la luz porque lo denunciaron desde JxCat. El primero de ellos fue el diputado Francesc de Dalmases, que la acusó en Twitter de “saltarse el confinamiento”. La alcaldesa tuvo que responder a la polémica para negar que hubiese incumplido la normativa y calificó los ataques de campaña de “fake news”.
Colau no rompió el confinamiento perimetral municipal, puesto que no estaba todavía en vigor, aunque sí había recomendaciones de limitar los desplazamientos. Ella y su familia se fueron a una casa rural de la Garrotxa el 26 de diciembre, cuando estaba permitida la movilidad. Desde allí, Colau teletrajabó cuando fue necesario, asegura su equipo, y volvió a la ciudad el 5 de enero para asistir a la llegada de los Reyes Magos. Esa misma noche regresó con su familia en la Garrotxa hasta el 9 de enero. La vigencia del cierre perimetral empezó el día 7 de enero, cuando ella ya estaba fuera de la ciudad y desplazarse para volver al domicilio estaba permitido.
Lo que sí hubo durante todo el período navideño fue la recomendación de las autoridades de limitar la movilidad al máximo. Y esto último es lo que ha argumentado JxCat para presentar la propuesta de reprobación. A la hora de defenderla, el concejal Jordi Martí han asegurado que no denunciaban un “incumplimiento” de la normativa de Colau, sino “falta de ejemplaridad”. El edil neoconvergente ha argumentado que si las recomendaciones en esos días eran limitar los movimientos, los planes de Colau fueron “irresponsables e insolidarios”. Más aún, han añadido, cuando también en vísperas de Reyes se conocían ya las previsiones por la borrasca Filomena y la ciudad estaba en prealerta.
Todo ello no ha servido sin embargo para convencer a la mayoría de los partidos. ERC y Barcelona pel Canvi han votado en contra. Y el PP se ha abstenido. Jordi Coronas, de los republicanos, ha calificado el debate de “vergüenza institucional” y ha reconocido que, pese a que las recomendaciones eran estrictas durante la Navidad, todo el mundo se desplazó para reunirse con familiares, porque estaba permitido. También la líder de JxCat en el consistorio, Elsa Artadi, que pasó las navidades fuera de la ciudad.
Al igual que ERC, desde el PP han defendido que hay otros motivos por reprobar al gobierno municipal, pero no el que hoy se votaba. “La rivalidad política es muy necesaria pero nunca los ataques gratuitos a la reputación y la imagen de una persona”, ha expresado el concejal popular Josep Bou. Eva Parera de BxC, se ha mostrado también muy dura con JxCat. “Esto no es rigor, esto es demagogia”, ha afirmado.
Por parte de Barcelona en Comú, el edil Jordi Martí ha cargado duramente contra JxCat al considerar que su campaña se basa en “fake news” y en ser “trumpismo en estado puro”. “Es asqueroso, le guste o no”, ha insistido Martí, que ha remarcado que Ada Colau cumplió la norma dictada por el Govern en el que están los neoconvergentes. “Por suerte, hoy le han parado los pies desde las dos bancadas, la derecha y el independentismo”, ha zanjado.