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Daniel Munevar, asesor de Varufakis: “El voto por el 'no' es un voto por Europa”

Daniel Munevar asesor de Yanis Varoufakis este miércoles en Barcelona / ENRIC CATALÀ

Oriol Solé Altimira

Daniel Munevar es un joven economista colombiano asesor del ministerio de Finanzas griego que encabeza Yanis Varufakis. Dice que es una tarea “sumamente interesante”, y que su objetivo es asegurar el bienestar de la población de Grecia “sea cual sea el resultado” de las negociaciones entre el gobierno heleno y las instituciones europeas. Estos días visita Barcelona y Madrid para presentar la auditoría de la deuda pública que ha realizado el Parlamento griego.

¿En el referéndum del próximo domingo se vota sí o no al Euro o sí o no al gobierno de Tsipras?

Ninguna de las dos cosas. Se vota únicamente la aprobación de los términos presentados por los acreedores el 25 de junio. Las declaraciones y las amenazas de algunos líderes europeos, que básicamente son un chantaje, van en contra del marco jurídico europeo. No hay un mecanismo legal para que un país sea expulsado o salga de la zona euro. Un voto por el 'no' no implica salir del euro. El plan del gobierno de Grecia no es salir del euro. El plan del gobierno es decir a la población que un voto por el 'sí' implica austeridad para siempre. El voto por el 'no' es un voto por Europa, para demostrar que el actual esquema institucional europeo y sus políticas no son ni económica ni democráticamente viables, y que se necesita un nuevo programa y un nuevo esquema económico que permita a los países superar de manera permanente la crisis en vez de estar revisando cada dos años los términos de un acuerdo que por su mal diseño continúa perjudicando a los ciudadanos.

¿Parte de los países europeos y el vicecanciller alemán Sigmar Gabriel no parecen entenderlo así. Ha dicho que un voto por el 'no' sería un voto por la salida del euro.

Esto demuestra el carácter preocupante del discurso europeo. El Eurogrupo, un grupo ad hoc sin ningún nivel de transparencia, ha enviado un ultimátum a un gobierno democráticamente elegido. Para mi es impresentable. El objetivo del gobierno griego es buscar una solución que haga compatible el funcionamiento de las democracias en Europa con la zona euro, y esto sólo se puede alcanzar con un cambio en el esquema de políticas económicas europeas.

¿Tanto el gobierno de Syriza como las instituciones europeas presentan a la otra parte como inflexible en vez de asumir sus errores?

La evolución de las propuestas del gobierno griego desde marzo muestra que de manera sistemática el gobierno griego ha cedido en casi tosas las áreas, con la excepción de unas líneas rojas, para llegar a un acuerdo. El gobierno griego, y es un hecho, se ha ido acercando a las condiciones y requerimientos de las instituciones a cambio, precisamente, de buscar un acuerdo que le de una solución permanente a la crisis. Y las instituciones se han negado de manera sistemática a llegar a un acuerdo.

Es la primera vez que un país desarrollado impaga al FMI. ¿Cómo se ha llegado a esta situación?

Es la primera vez que un país desarrollado impaga al FMI.

En las elecciones del 25 de enero el electorado dejó claro que las políticas de austeridad han fallado y que se necesitan nuevas políticas. El gobierno griego llevó este mandato a las cumbres europeas y las instituciones han demostrado que no tienen la flexibilidad necesaria para afrontar las decisiones de uno de sus miembros. Por el contrario, a lo que se han dedicado las instituciones es a imponer presiones y condiciones que de facto intentan llevar a Syriza fuera del poder.

¿Syriza está demasiado sola en Europa?

Hay mucho apoyo a Grecia por parte de movimientos sociales dentro y fuera de Europa. El problema es que para la dinámica europea de relaciones de poder cualquier concesión a Syriza y que Syriza pueda apuntarse un éxito en su estrategia política implica dar el mensaje a otros partidos con agenda similar a la de Syriza que la estrategia de confrontación a las instituciones es una estrategia viable. Y no sólo eso. Implica reconocer que el esquema de políticas de austeridad es un fracaso económico que debe ser cambiado y que, en última instancia, los ministros de finanzas del Eurogrupo puedan perder su trabajo en la medida que otros partidos lleguen al poder.

¿Por qué parece imposible que Grecia y las instituciones lleguen a un acuerdo?

Es necesario entender el detalle de las negociaciones. El gobierno griego ha mostrado insistentemente su flexibilidad para intentar llegar a un acuerdo, pero hace menos de un mes señaló que para acordar cualquier cosa, primero había que respetar sus líneas rojas; segundo, que cualquier acuerdo necesitaba incluir un programa de reestructuración de la deuda; y tercero, que se necesitaba un mecanismo de financiamiento e inversión para Grecia. El viernes pasado las negociaciones llegan al impasse porque cuando el gobierno griego volvió a señalar la necesidad de incluir la reestructuración de la deuda y el financiamiento la respuesta de las instituciones fue que esos temas no serían tocados hasta la conclusión del actual memorándum.

¿La carta del martes de Tsipras supone un intento para llegar a este acuerdo?La carta del martes de Tsipras

La carta dice lo mismo que el gobierno griego viene pidiendo desde hace tiempo. El gobierno dice que está dispuesto a seguir acercándose a la posición de los acreedores en los términos del contenido de un programa de ajustes pero que a cambio quiere reestructuración de la deuda y financiamiento a cargo del Mecanismo Europeo de Estabilidad (Mede) por los próximos dos años, que serviría para pagar al BCE y al FMI. La única manera para que funcione un programa de ajustes es incluir la reestructuración de la deuda como parte del acuerdo. Esto lo ha señalado el mismo FMI y el secretario del tesoro de EUA.

¿Con el impago del FMI, el gobierno griego busca excluir a este organismo de las negociaciones para buscar un acuerdo sólo con el BCE y la Comisión Europea?

El problema es que no hay una posición coherente dentro de las instituciones. El FMI ha dejado claro que sin un programa de reestructuración de la deuda va a seguir pidiendo objetivos fiscales de superávit primario cada vez más altos. Esto ha provocado parte del bloqueo de las negociaciones. Bajo el nuevo esquema, en la medida que el FMI no es parte del Mede, los miembros del Eurogrupo (que son la misma junta directiva del Mede) pueden decidir atorgar esta línea de financiamiento sin incluir al FMI, lo cual indica que obviamente las decisiones del programa de ajuste serían decididas entre el gobierno griego, la Comisión Europea y el Mede, excluyendo al FMI. Aunque en ambos escenarios la posición del gobierno griego no cambia: pide reestructuración de la deuda.

¿El gobierno griego contempla el impago del préstamo de 3.300 millones al BCE que vence el 20 de julio?

El impago no es una decisión estratégica. No es una cuestión de si se quiere o no se quiere pagar, sino de si Grecia puede o no puede pagar. Antes del impago al FMI, el gobierno señaló que tenía toda la disposición de pagar si se llegaba a un acuerdo que permitiese la liberación de recursos por parte de los acreedores para pagar al FMI. En el caso de los bonos del BCE es exactamente lo mismo. Grecia tiene toda la disposición de cumplir con sus obligaciones siempre y cuando sea en el marco de un acuerdo sostenible que logre resolver de manera definitiva la crisis.

¿Pero a día de hoy se puede o no se puede pagar?

Depende de varios factores: de los resultados del domingo, de la flexibilidad de las instituciones ante el resultado y de su voluntad política para llegar a un acuerdo. A día de hoy no se puede pagar porque el estado griego tiene suficientes recursos para mantener el funcionamiento del estado pero no tiene recursos para pagar una deuda insostenible. Por eso se ha pedido la reestructuración.

¿Hay alguna manera de restaurar la confianza entre el gobierno de Grecia y las instituciones europeas?

La mejor manera para recuperar la confianza es a través de un apoyo rotundo de la población al 'no' en el referéndum del domingo. La cuestión no es si Grecia es un socio confiable para Jeroen Dijsselbloem, sino que en primera instancia la responsabilidad del gobierno griego es hacia su población. Si el gobierno es consciente que un acuerdo que firme en el Europgrupo no permite una solución definitiva de la crisis su obligación es seguir negociando hasta alcanzar el acuerdo.

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