Los detectives del Barça de Laporta pusieron la lupa sobre los periodistas críticos
La maquinaria de espionaje activada en el FC Barcelona en los dos últimos años del mandato de Joan Laporta (2008-2010), que gastó al menos 500.000 euros en investigar a decenas de personas de dentro y fuera del club, puso un gran empeño en poner bajo vigilancia a los periodistas díscolos y en tratar de descubrir cómo conseguían la información. El club contrató a M3 Consultoría –filial de Método 3- para rastrear determinados teléfonos móviles y conocer la identidad de sus propietarios –muy a menudo, periodistas-, tratar de conocer todas las fuentes del “periodista que más ataca al presidente” y desvelar cómo fue posible que un fotógrafo pescara a Laporta regado con champán en pleno desmadre en la sala Luz de Gas
Todos estos encargos, los informes entregados y las correspondientes facturas pagadas por el club han sido recientemente aportados al juzgado número 24 de Barcelona, que instruye la causa del espionaje en el FC Barcelona, por el socio Oriol Giralt, víctima él mismo de seguimientos cuando organizó la moción de censura contra Laporta, en 2008. La entrega de este material ha reabierto la causa judicial y el juez ha llamado a declarar el próximo 5 de junio a Julián Peribáñez, ex detective de Método 3 y testigo de cargo solicitado por Giralt.
La foto de desenfreno en el Luz de Gas, publicada en la portada de La Gaceta el 30 de noviembre de 2009, causó especial irritación en el entorno del entonces presidente del Barça y fue origen de un nuevo encargo a la agencia de detectives Método 3 pagado con fondos del club, según el material recientemente aportado al juez. El ansia por conocer los vericuetos que explicarían cómo fue posible hacer esa foto costó al club 4.513,53 euros, tarifa que incluye gastos de desplazamiento, cena y hospedaje en Madrid por valor de 890,98 euros. Así se recoge en la factura emitida por la empresa de detectives con fecha 14 de diciembre de 2009.
El objetivo del viaje a Madrid fue “entrevistarse con un periodista de Intereconomía [empresa editora de La Gaceta] cercano a los directivos de Método 3”. Con esta fuente se cerró el informe, que involucró en la cadena de la información al exvicepresidente y rival de Laporta, Sandro Rosell, y al conocido periodista deportivo Josep Pedrerol, que entonces presentaba su programa Punto Pelota en la televisión de Intereconomía.
Según la versión por la que el Barça pagó 4.500 euros, “el círculo cercano a Rosell” dio a Pedrerol, durante un viaje de éste a Barcelona, el soplo de que “habitualmente Laporta asiste a Luz de Gas los fines de semana y que monta sus particularidades fiestas”. A partir de ahí, según esta versión, Pedrerol puso en marcha todo el dispositivo para dejar constancia de los saraos. El informe se aliña con una larga nota a pie de página en la que involucra al autor de la fotografía con supuestos “antecedentes de agresión racista”.
El mes siguiente, el 13 de enero de 2010, M3 Consulting emitió otra factura al FC Barcelona por otra investigación relacionada con la prensa: identificar las fuentes consultadas por el periodista Antonio Fernández, ex redactor de El Mundo que en aquel momento trabajaba ya en elconfidencial.com, calificado en el documento como “el periodista que más ha atacado al presidente en estos últimos tiempos”. El informe incluye un anexo con “más de 50 artículos contra el presidente” firmados por Fernández “que han generado mucha repercusión y se han focalizado en perseguir al presidente en su vida personal, profesional y sobre su futuro”.
Tras un breve retrato biográfico del periodista y de su trayectoria profesional, el documento identifica a 17 personas como supuestas informadoras. El primer nombre que aporta el documento, considerado por los detectives como “principal fuente de información” del periodista, es Jaume Ferrer, entonces vicepresidente del club y persona de la máxima confianza de Laporta. Ferrer ya fue objeto de una investigación adhoc por parte de Método 3, que rastreó sus negocios con la familia Pujol Ferrusola: con Jordi, el hijo primogénito del ex presidente de la Generalitat, en Management Consulting, y con Josep en Europraxis.
Paradójicamente, Ferrer, que según el informe de los detectives era “la principal fuente de información” del “periodista que más ataca al presidente”, acabó siendo el candidato laportista en las elecciones de 2010, ganadas por Sandro Rosell, aunque quedó en cuarto y último lugar, con un exiguo 10,8%.
El informe para descubrir las supuestas fuentes del periodista de elconfidencial.com costó al club 11.600 euros (IVA incluido), según la factura emitida el 13 de enero de 2010 y ahora incorporada a la causa por Giralt.
Otro de las misiones encomendadas por el FC Barcelona a la agencia de detectives en esos años agitados era revelar la identidad de los propietarios de determinados números de teléfonos móviles. M3 Consulting cobraba por este servicio 290 euros (IVA incluido) por cada número telefónico al que lograba poner cara. El 28 de julio de 2008 –un momento especialmente convulso, tras la moción de censura y la dimisión de hasta siete directivos capitaneados por Ferran Soriano- la agencia de detectives pasó al club un informe en el que de una sola tacada revelaba las identidades de los propietarios de hasta siete teléfonos móviles, servicio por el que pasó una factura de 2.030 euros. Cinco de ellos eran periodistas que mantenían posiciones críticas con Laporta: José Luís Carazo, Tomás Guasch, Andrés Astruells, Enrique Guasch y Carlos Bustillo.
En sus respectivas comparecencias ante el juez, tanto el responsable de Seguridad del club en la época, Xavier Martorell, como el dueño de la agencia, Francisco Marco, aseguraron que los informes se destruían poco tiempo después de ser entregados al ser su contenido “muy sensible”. Sin embargo, tras estallar el escándalo de La Camarga –la grabación de la comida entre la líder del PP catalán y la ex novia de Jordi Pujol Ferrusola- la policía registró la sede de Método 3 y se incautó de los informes y borradores elaborados por la agencia, entre ellos decenas de trabajos realizados por el FC Barcelona.
Martorell declaró al juez que “nunca encargaba informes por iniciativa propia, sino que le llegaban peticiones o por la Juta Directiva o los responsables de Áreas deportivas o por el director general”, según recoge en un auto del pasado 25 de marzo el juez instructor de la causa, Josep Majó.