'Dones en Xarxa' promueve los derechos de las mujeres y apuesta por su empoderamiento usando las TIC. Cree en el potencial de internet para alcanzar la igualdad efectiva.
Ellos, su hora....
Ha llegado su turno.
Nosotras hemos puesto el grito en el cielo, hemos protestado, nos hemos asociado, hemos promovido leyes, y hemos logrado que el conjunto de la sociedad y de las Instituciones se pronuncien y lloren cada asesinato de mujeres y todo el sufrimiento que le precede. Pero los asesinatos siguen produciéndose con una regularidad, una sistemática que no parece menguar. Cierto que con los malditos recortes han disminuido los recursos para la acogida de mujeres en situación de riesgo. Cierto que se ha hecho más complicado y caro llegar a la justicia; cierto que la precariedad laboral y la vulnerabilidad económica se ha cebado en ellas y las hace más dependientes. Pero hay algo más, algo mucho más profundo y a la vez estable que tiene que ver con la cultura cotidiana, con aquello que no se ve ni se oye de tan habitual y familiar como nos resulta. Algo tan enraizado en nuestros hábitos, en el lenguaje diario que pasa desapercibido. Pero que sigue estando y despierta, como un león herido ante situaciones que ponen en peligro aquello que siempre, desde siglos atrás, ha sido considerado el núcleo de la virilidad y el amor propio. Y es en este punto donde aparece una frontera, un límite a los avances logrados en la conciencia colectiva: se trata de algo subjetivo, interior, un terreno oscuro e inexplorado que raramente ha sido estudiado: no ha sido “objeto” de estudio, en la medida que el patriarcado y sus características han sido “sujetos” definitorios de la realidad y de la otra mitad de la humanidad: las mujeres.
Y es en esta frontera donde algunos de ellos han empezado y deben seguir trabajando. Cada vez hay más grupos de hombres suficientemente valientes y honrados como para cuestionar no solo el encargo social que han recibido por el hecho de nacer varones, sino que hurgan en las entrañas de su psicología para separar polvo de paja, para comprender qué parte de su humanidad esta enajenada en un modelo que permite , apoya y estimula la violencia en todas sus formas: la que se dirige a las mujeres, la que se dirige competitivamente contra otros hombres y la que, aunque muchos lo ignoren, les daña a ellos mismos.
En esta línea no solo es importante sino imprescindible el trabajo actual de Hombres para la Igualdad, de grupos como NO machos y tantos otros
Las mujeres hemos realizado un largo camino no solo en lo que atañe a la vida social y política sino también en la transformación de nuestra subjetividad. Intentamos desprendernos de creencias que nos inducen a la sumisión y dependencia, mandatos recibidos implícita y explícitamente de la cultura patriarcal tan antigua como potente. De la misma forma ellos también están mirando en su interior, analizando, valorando y rebelándose contra unos modelos con los que no quieren identificarse, modelos que dañan a las mujeres y a ellos mismos en tanto que seres humanos. Los debates, seminarios, intercambios, manifestaciones que se están produciendo no son solo actos de rechazo a la violencia. Son mucho más: son la expresión de un profundo malestar y de una seria reflexión sobre la construcción íntima, subjetiva de su identidad. Sin abordar los aspectos internos que estructuran personalidades y conductas, poco más se puede avanzar colectivamente .Es con atención y alegría que hay que seguir y apoyar este novedoso proceso que busca construir identidades nuevas y fraternas.
Creo que sus aportaciones van a favorecer una educación y una cultura diferentes orientadas al desarrollo humano, al respeto mutuo y en definitiva a la actualización constante de los Derechos Humanos fundamentales..
Es su hora. También. .
0