El Govern muestra sintonía económica con el PSC pero evita comprometerse con los grandes proyectos turísticos
Si el acuerdo de presupuestos solo depende del frío balance de partidas de ingresos y gastos, la mayoría para aprobarlos es inminente. Así lo cree el Govern, que asegura que tiene coincidencias en el 87% de las propuestas enviadas por el PSC y que hacen referencia a cosas que tienen que ver con las cuentas. Sin embargo, los socialistas han exigido compromisos para proyectos de fomento económico muy vinculadas al turismo, como es el impulso al complejo del Hard Rock en Vila-seca o la ampliación del Aeropuerto de El Prat, entre otras. Unas exigencias que el Ejecutivo considera “extrapresupuestarias” y a las que, por el momento, ha evitado dar un espaldarazo público.
“No puede ser que estos temas sean un obstáculo ni una línea roja para llegar a un acuerdo sobre presupuestos y creemos y confiamos que no lo serán”, ha asegurado este martes la portavoz del Govern, Patricia Plaja. “Ya hay entendimiento, lo que falta es voluntad política”, ha remarcado la portavoz. Este lunes el Govern había esgrimido un documento que reflejaba el cálculo del 87% de propuestas compartidas, que avanzó El Periódico, lo que suponía un acuerdo en los primeros 5.386 millones de euros.
El Ejecutivo de Pere Aragonès sitúa entre las cuestiones “extrapresupuestarias” los dos macroproyectos ya citados, pero también otros como la autovía B-40, conocida como el “cuarto cinturón” entre Sabadell y Terrassa, o propuestas como hacer cambios en la estructura de la Generalitat para que el Centre d'Estudis d'Opinió o las subvenciones a los medios cuelguen del Parlament y no del Govern.
Más contundente ha sido Plaja respecto a otra reclamación del partido de Salvador Illa, que pide frenar la apertura de delegaciones exteriores de la Generalitat y revisar el funcionamiento de las que ya están en marcha. Sobre esto, la portavoz del Govern ha sido taxativa al afirmar que la red exterior es “irrenunciable” e “imprescindible”, por lo que no se paralizará. Catalunya ya había anunciado este año su voluntad de reforzar el despliegue de delegaciones.
Líneas rojas o no, los socialistas vienen dejando claro que todas estas reclamaciones son importantes para que su sí a las cuentas se acabe materializando. Según esgrimen, sus 33 diputados son los mismos con los que cuenta el partido del Govern, por lo que sus prioridades políticas y su sello debe quedar impreso en el proyecto económico. Entienden, además, que sus propuestas son “de sentido común”, por lo que piden al Govern que se mueva para encajarlas.
Pero, además de sus propios intereses políticos, el Govern de ERC debe hacer malabarismos con el pacto que alcanzó con En Comú Podem, también imprescindibles para sacar adelante los presupuestos. Los comuns miran con mucho recelo todas las cuestiones relacionadas con los grandes proyectos turísticos y tampoco están dispuestos a que un acuerdo posterior haga retoques en fiscalidad que vayan en dirección contraria a su interés por aumentar la recaudación.
Pero, además de llamar al PSC a cerrar el acuerdo cuando antes, el Govern sigue manteniendo que un pacto a cuatro que incluya a Junts no solo es posible sino que puede estar al caer. Este martes Plaja ha vuelto a citar a sus exsocios como uno de los partidos con los que siguen trabajando para sacar adelante las cuentas y ha asegurado que las conversaciones van por buena camino.
Por el momento, el único acuerdo que ha trascendido entre Junts y el Govern es destinar una partida de más de 80 millones extras para la lengua catalana. La lista de desencuentros es más nutrida y va desde la política fiscal a los proyectos de fomento económico que encuentran más eco en el PSC. Sin embargo, el Ejecutivo mantiene la presión sobre el partido de Laura Borràs asegurando que el acuerdo a cuatro sigue siendo el escenario ideal.
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