El expresidente del F.C. Barcelona Sandro Rosell será uno de los protagonistas del inicio del curso político en la capital catalana. Mientras sigue analizando si al final se presentará a las municipales del año que viene, Rosell se sentará por dos veces en el banquillo de los acusados. En uno de los juicios la Fiscalía le pide una pena de inhabilitación, lo que podría poner en jaque sus intenciones de encabezar una lista electoral.
Será la vuelta a una sala de vistas del empresario, quien fue absuelto de organización criminal y blanqueo de capitales tras pasar 643 días encarcelado, en lo que fue uno de los usos más desproporcionados de la prisión preventiva de la historia judicial reciente.
En los últimos meses Rosell ha expresado que está valorando su candidatura a la alcaldía. Según explicó él mismo en julio en Catalunya Ràdio, a falta de convencer a su madre tomará la decisión definitiva este otoño. Curiosamente, su némesis en el mundo culé, Joan Laporta, ya fue concejal por ERC en la capital catalana tras su primera etapa al frente del Barça.
La idea de Rosell es alejarse de los partidos políticos tradicionales y formar una lista de profesionales que, en sus palabras, estén dispuestos “incluso a dejar de ganar dinero” para entrar en el Consistorio y cambiar el rumbo de una ciudad que ve desnortada. En las diversas entrevistas que ha concedido, el eventual candidato ha orillado los dos juicios pendientes que tiene. El primero está señalado para el 12 de septiembre en el juzgado de lo penal 3 de Barcelona, según han informado fuentes judiciales. La Fiscalía acusa a Rosell de haber defraudado más de 230.000 euros en el año 2012 y le pide dos años y nueve meses de cárcel, además de una inhabilitación especial para el derecho a sufragio pasivo –esto es, el derecho a ser votado– por el mismo periodo.
Aunque resultara condenado en primera instancia, sobre el papel Rosell no tendría problemas para figurar en las listas electorales hasta que el Supremo confirmara la pena, lo que no ocurriría hasta después de las municipales. Pero sí estaría expuesto a eventuales recursos de rivales políticos ante la Junta Electoral. Otra opción sería reconocer el fraude y pactar una condena menor que se extinguiera antes de presentar las listas.
Rosell ya ha devuelto la cantidad defraudada más los intereses, por lo que el fiscal le aplica la circunstancia atenuante de reparación del daño. Según la acusación, Rosell se dedujo indebidamente gastos a través de una sociedad que administraba y no declaró las rentas inmobiliarias correspondientes a un inmueble de su propiedad en un pueblo de Girona.
El objetivo, mantiene el fiscal, era obtener unas rentas que luego el expresidente del Barça ocultó en su declaración de IRPF del año 2012 cuando en realidad sí estaban vinculadas a su actividad profesional. La sociedad, con sede en el domicilio del propio Rosell, carecía de estructura empresarial y sus únicos empleados eran cinco personas que se encargaban del mantenimiento y la limpieza de las oficinas y de la segunda residencia del expresidente del Barça.
Florentino Pérez, testigo
Sin penas de inhabilitación en juego pero mucho más mediático será el segundo juicio de Rosell, señalado para las dos últimas semanas de octubre en la sección 6ª de la Audiencia de Barcelona. Se trata de la segunda parte del caso Neymar, un complejo entramado alrededor del fichaje del astro brasileño para el Barça y que muestra el patio trasero del mercado de fichajes.
En el primer juicio del caso Neymar en la Audiencia Nacional, Rosell y su delfín, Josep Maria Bartomeu, pactaron quedar exonerados a cambio de que por primera vez en la historia el Barça fuera condenado como institución.
Según el relato del fiscal de cara a este nuevo juicio, Rosell pactó con Neymar dos años antes de su llegada al club que el Barça le pagaría 50 millones, diez de ellos como préstamo, con el objetivo de “asegurar” su fichaje. Todo ello al margen de lo que se acordara en su nuevo contrato con el Barça y su traspaso desde el Santos brasileño.
El acuerdo “impidió que otros clubes participaran libremente en el mercado” para fichar al astro brasileño, agrega el fiscal, quien acusa a Rosell de “ocultar” el coste real del fichaje de Neymar a la Junta Directiva del Barça
La Fiscalía solicita cinco años de prisión y 10 millones de euros de multa para Rosell por corrupción y estafa, y dos años de cárcel y otros 10 millones de multa para Neymar, por corrupción en la operación de traspaso. En cambio pide la absolución de Bartomeu, vicepresidente cuando el fichaje de Neymar y al que sí acusan la Federación de Asociaciones de Atletas Profesionales de Brasil (FAAP) y el fondo DIS, propiedad del 40% de los derechos federativos del delantero.
Además de Neymar, Rosell y Bartomeu están acusados el exdirigente del Santos Odilio Rodrígues, a quien se piden tres años de cárcel, y el padre y la madre del jugador, para quienes la Fiscalía solicita dos años y un año de prisión respectivamente por sendos delitos de corrupción en los negocios. También serán juzgadas, como personas jurídicas, el F.C. Barcelona, el Santos FC y N&N Consultoría Esportiva, para los que la Fiscalía reclama penas de multas de 8,4, 7 y 1,44 millones de euros.
Uno de los testigos estrella del juicio será el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, propuesto por el fondo DIS para intentar argumentar que la operación de Rosell con Neymar le privó de obtener más dinero por el fichaje del jugador. Multimillonario gracias a sus negocios en obras públicas, Pérez –concejal de Madrid por la UCD en las primeras municipales tras el franquismo– obtuvo en cambio un sonoro fracaso con el impulso del Partido Reformista a mediados de los ochenta. Un camino político que Rosell no quiere repetir.