La Justicia prorroga el toque de queda y la limitación de reuniones en Catalunya hasta el 21 de enero
Catalunya tendrá como mínimo dos semanas más de toque de queda y reuniones limitadas a 10 personas. Así lo ha autorizado el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), que ha avalado la prorroga solicitada por el Govern hasta el próximo 21 de enero de las restricciones que entraron en vigor justo antes de Navidad.
No varían los togados los argumentos empleados en su primer aval a las restricciones. La explosión sin control de la variante ómicron, la protección del derecho a la vida y a la salud y el riesgo de colapso del sistema sanitario son la razones principales para autorizar las restricciones solicitadas por el Govern, tal y como viene haciendo el TSJC desde que decayó el primer estado de alarma.
La preservación de derechos fundamentales como la vida, la integridad física y el derecho a la protección de la salud “representan un interés público común que, en plena pandemia, adquiere un carácter esencial”, remarcan los togados en un auto, consultable al final de esta información.
Para la Sala la preservación de los derechos a la vida y la salud “ha de ser el criterio principal a tener en cuenta, sin que frente a él se vislumbren otros derechos diferentes merecedores de mejor protección”, como son los afectados por el toque de queda, como la libertad deambulatoria.
Declaran los jueces que no pueden “permanecer ajenos” a la “enorme magnitud” que produce la pandemia tanto a nivel de contagios como hospitalizaciones. “Más aún –apostillan los magistrados– cuando cualitativamente y por razón del tiempo, con los índices de que se va disponiendo, la situación presenta en estas fechas unas características bastante desfavorables”.
Hacen hincapié los jueces en el “exhaustivo” informe aportado por la Agencia de Salud Pública de Catalunya, que alerta de que la sexta ola ha provocado el mayor número de notificaciones de casos positivos desde que empezó la pandemia.
Las cifras del informe dan cuenta de que la pandemia está desbocada en Catalunya: en la última semana, la tasa es de 1.552,6 casos por 100.000 habitantes, un 35% más que la semana anterior (147,7). Entre el 25 y el 31 de diciembre un 14,75% de las PCR realizadas en la comunidad resultaron positivas, porcentaje que se eleva al 38,10% en los tests de antígenos.
El estudio de Salud Pública también indica que las hospitalizaciones “se elevan y se elevarán” a pesar del alto nivel de inmunización debido a las personas no vacunadas que contraen la enfermedad o las personas de riesgo vacunadas con dos dosis, inmunodeprimidos y pacientes con otras enfermedades. “El perfil del no vacunado se relaciona más con el ingreso en las UCI, al igual que las terceras dosis protegen del ingreso en unidades críticas”, reza el informe.
El de las hospitalizaciones junto al número de personal disponible ya ha obligado a a suspender actividad quirúrgica, indica Salud Pública. En suma, el gran número de casos y la alta transmisibilidad del virus, unido a los adultos no vacunados impactan en el sistema sanitario, por lo que las restricciones, argumenta Salud Pública, son necesarias “para preservar la red sanitaria en su globalidad”.
Obtenido el aval judicial, a partir de este jueves el listado de municipios afectados por el toque de queda entre la 1:00h. y las 6:00h se amplia a 132, siete más que hace dos semanas. Son las localidades con más de 10.000 residentes y una incidencia acumulada a 7 días superior a 250 casos por cada 100.000 habitantes. Afecta a casi cuatro de cada cinco catalanes y a todas las grandes ciudades.
El Govern también ha prorrogado hasta el 21 de enero las medidas que no requieren aval judicial: el ocio nocturno permanecerá cerrado, y se limita al 50% el aforo en interior de restaurantes y bares y al 70% en comercios, instalaciones deportivas, salas de conciertos, teatros, cines, auditorios y circos con carpa.
La prórroga de las restricciones llega mientras los contagios siguen disparados en Catalunya, con más de 133.000 positivos en los últimos siete días. Este martes disminuyó el número de visitas de enfermos del virus a los ambulatorios hasta las 63.559, después de batir el lunes el récord absoluto, con 75.595, superando el anterior de 68.148 que se registró el 26 de octubre de 2020.
Este ligero descenso no quiere decir que amaine la sexta ola, sino que la Atención Primaria ha recrudecido su colapso endémico. Para intentar destensar los ambulatorios, la Generalitat ha permitido desde esta semana que los ciudadanos comuniquen a las farmacias los positivos diagnosticados en casa con un test de antígenos, y son los boticarios autorizados los que los introducen en el sistema. En las primeras 36 horas desde su entrada en vigor, las farmacias reportaron 6.970 positivos, esto es, tres positivos por minuto.
A nivel hospitalario, este miércoles se registran 1.856 personas ingresadas con COVID-19 en los hospitales catalanes, 60 más que el martes y 291 más que hace siete días. Han bajado los pacientes que están graves en la UCI, hasta los 468, siete menos que este martes pero 55 más que hace una semana. Las funerarias han reportado 66 personas fallecidas.
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