Los Mossos denuncian a tres hombres por colgar los carteles que se burlaban del Alzhéimer de Pasqual Maragall
Los Mossos d'Esquadra han denunciado por un delito de odio a tres jóvenes acusados de colgar los carteles que se burlaban del Alzhéimer de Pasqual Maragall cerca de tres locales de ERC, partido por el que su hermano Ernest se presenta a la alcaldía de Barcelona.
Según ha informado la policía catalana, ninguno de los tres investigados tiene un “perfil concreto” que lo relacione con un colectivo político rival de los republicanos. En el ámbito penal, uno de ellos sí tiene antecedentes por delitos contra el patrimonio.
Los hechos ocurrieron el pasado 8 de marzo, cuando tres locales republicanos amanecieron con carteles despectivos sobre el Alzhéimer en los que aparecían fotografías de Pasqual y Ernest Maragall y el lema 'Fuera el Alzheimer de Barcelona'. El Ayuntamiento retiró los carteles de inmediato, y Ernest Maragall lamentó la confusión entre “política y juego sucio”.
Los Mossos han explicado que uno de los denunciados fue identificado durante una pelea y posteriormente fue reconocido por un testigo que lo vio colgar los carteles. Los tres investigados, que actuaron conjuntamente, comparecieron ante la policía autonómica y se acogieron a su derecho a no declarar. Todavía no está fijada su declaración judicial.
La policía catalana atribuye a los tres hombres un delito de odio. La investigación policial ha terminado con “pruebas concluyentes” sobre la autoría de los tres denunciados gracias a las imágenes de cámaras de seguridad de los edificios y comercios cercanos y a las declaraciones de varios testigos, ha abundado el cuerpo autonómico.
La investigación, iniciada de oficio por la policía, ha corrigo a cargo de agentes de la unidad central de delitos de odio y discriminación de la comisaría general de Información de los Mossos. Tanto Ernest Maragall como la Fundació Pasqual Maragall también denunciaron el mensaje ofensivo sobre la enfermedad que padece el expresident de la Generalitat.
“Lo más grave es que alguien pueda decidir utilizar políticamente este tipo de argumentos”, explicó Ernest Maragall tras los hechos. El alcaldable republicano valoró que el menosprecio a la enfermedad de su hermano suponía un “mensaje gravísimo de agravio hacia un inmenso colectivo de ciudadanos”.
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