Artur Mas y el PDeCAT se desentienden de la sentencia del caso Palau que condena a Convergència
El PDeCAT y Artur Mas se han desvinculado de la sentencia del caso Palau que condena a Convergència por el cobro de comisiones ilegales. En un comunicado, desde el partido han asegurado que son “una formación nueva”, que nació en 2016 “con el ejercicio de transparencia como uno de sus objetivos más importantes”, mientras que el ya expresidente del partido neoconvergente ha asegurado que no se puede pedir responsabilidades políticas “cuando el partido ha desaparecido”.
La sentencia del caso Palau, conocida este lunes, ha ordenado el decomiso de 6,6 millones a Convergència, la cantidad a la que “como mínimo” ascendieron las mordidas de Ferrovial. Sin embargo, no concreta si el PDeCAT deberá asumir parte de la cantidad en caso de que CDC (su partido predecesor) no pueda hacer frente a todo el decomiso, tal y como pidió el fiscal anticorrupción Emilio Sánchez Ulled.
En un comunicado, el partido ha insistido que la sentencia “tiene que ver con Convergència, una formación política que ya ha asumido todas las responsabilidades políticas de un asunto que es anterior al año 2010”.
“Nuestro partido se compromete a actuar siempre con diligencia y contundencia ante cualquier acción que se pueda relacionar con la corrupción”, inciden desde el PDeCAT. A la vez, piden “respeto” para la “presunción de inocencia de las personas afectadas” hasta que exista una “sentencia definitiva”, en referencia al recurso que ha anunciado Convergència que interpondrá ante el Tribunal Supremo.
Mas, sobre su tesorero: “Es absolutamente honorable”
Artur Mas, que dimitió de la presidencia del PDeCAT el pasado martes, fue secretario general de Convergència durante la época del cobro de comisiones de su partido. Aun así, se ha desnvinculado de la sentencia al asegurar que ni él ni otros miembros de la dirección de la formación fueron llamados a juicio.
El expresident de la Generalitat se ha referido al entonces tesorero del partido, Daniel Osàcar, condenado a cuatro años y cinco meses de cárcel, como una persona “absolutamente honorable”. “Sabemos que no se ha puesto nunca un solo euro en el bolsillo”, ha asegurado en declaraciones a la agencia ACN, aunque la condena del extesorero es por tráfico de influencias y blanqueo de capitales.
La sentencia, según Mas, es “muy negativa”. “No esperábamos esta dureza en absoluto”, ha reconocido, con lo que ha apoyado la decisión del responsable legal de Convergència de recurrirla al Tribunal Supremo.
La responsabilidad del PDeCAT ante los 6,6 millones
Cabe recordar que Convergència tiene embargadas 15 sedes que dejó como aval por si terminaba condenada desde antes de que arrancara el juicio oral, en el que se sentó en el banquillo por lucrarse con las comisiones del expolio de Millet. Una vez condenada, en el trámite de ejecución de sentencia se dilucidará si con las sedes que dejó CDC como aval es suficiente para devolver los 6,6 millones que el partido cobró en mordidas o si el PDeCAT tiene que aportar fondos para completar la cantidad decomisada.
“En cuanto a la posible sucesión de la formación política CDC por otra durante el procedimiento y la posible condena a la misma al abono del importe al que asciende aquel comiso, debemos destacar que no puede ser objeto de la presente resolución”, remarcan los magistrados de la sección 10 de la Audiencia de Barcelona.
El PDeCAT, recuerdan los magistrados, no ha formado parte del caso Palau –CDC se sentaba en el banquillo como responsable a título lucrativo del expolio–, por lo que el partido heredero de CDC no ha podido “exponer aquello que tuviera por conveniente en cuanto a la realidad o no de dicha sucesión y defenderse, en definitiva, de la reclamación del abono de la cantidad cuyo comiso se acuerda”.
“En todo caso, de haberse producido una sucesión, lo cual es negado por la defensa de CDC, la misma podrá plantearse y dilucidarse, una vez acreditada, mediante el correspondiente incidente sustanciado en ejecución de sentencia”, añaden los togados.