La Fiscalía insiste en investigar a cinco docentes por humillar a hijos de guardias civiles y recurre el archivo de la causa
La Fiscalía de Barcelona ha recurrido ante la Audiencia de Barcelona la decisión del juzgado de instrucción 7 de Martorell (Barcelona) de archivar la causa contra cinco de los nueve profesores del IES Palau de Sant Andreu de la Barca denunciados por presuntamente humillar a hijos de guardias civiles tras el 1-O.
El ministerio público considera que hay suficientes indicios para investigar a los docentes y pide que no se archive de antemano y como mínimo se instruya el caso. El juez exculpó a cinco de los nueve profesores denunciados sin ni siquiera tomarles declaración, algo que lamenta la Fiscalía.
En su recurso, el fiscal cita doctrina del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) para considerar que las manifestaciones que hicieron los docentes en clase ante menores no pueden ampararse en la libertad de expresión, informa Europa Press.
La denuncia inicial del fiscal contra nueve docentes del IES El Palau por un delito de odio, otro contra la integridad moral y un tercero de injurias contra los cuerpos de seguridad quedó dividida en dos juzgados. El juzgado de instrucción 3 de Martorell admitió la denuncia contra uno de los docentes, el que el 20 de octubre habría
Por su lado, el juzgado de instrucción 7 recibió la parte de la denuncia sobre los comentarios presuntamente vertidos el 2 de octubre por ocho docentes. El juez exculpó de entrada a cinco docentes y sólo admitió la denuncia contra tres profesores, que por el momento no ha citado a declarar como imputados (investigados, según la nueva denominación).
El fiscal del servicio especial de delitos de odio denunció a los nueve profesores por presuntamente humillar a alumnos hijos de guardias civiles tras el 1-O al obligarles a acudir a una protesta contra la violencia policial y al señalarles en varias clases: “¿Estarás contento con lo que hizo tu padre ayer?”.
El fiscal aseguró que los docentes aprovecharon las clases del 2 de octubre para lanzar debates en las clases sobre la actuación de la policía el 1-O, afirmando, entre otros comentarios, que los guardias civiles eran “unos animales y unos bestias que solo saben dar palos”, y que hicieron estos comentarios ante hijos de agentes, causando sentimientos de abatimiento y preocupación.
