La crisis parlamentaria del independentismo marca la campaña de las generales en Catalunya
Con la legislatura “pendiendo de un hilo”, tal y como describió el miércoles la situación política del Parlament el portavoz de Junts pel Sí, Roger Torrent, han comenzado este jueves las fuerzas catalanas la campaña de las elecciones generales. En un momento que los independentistas reconocen como el más complicado hasta ahora, las elecciones generales cerrarán un ciclo político de apenas seis meses en el que las mayorías parlamentarias a favor del Govern han escaseado y en el que los dos grupos favorables a la independencia no se han puesto de acuerdo para sacar adelante las grandes medidas encaminadas a la “desconexión” que prometieron.
Con este escenario en el Parlament, las fuerzas catalanas saben que los resultados del 26-J darán lugar a una foto de la composición política catalana que tendrá efectos de calado en el futuro, tanto de la legislatura catalana como del proceso soberanista. A los resultados de las fuerzas independentistas, a los que las encuestas sitúan ligeramente a la baja, se le suma el crecimiento de En Comú Podem, que consolidaría su primera posición convirtiéndose en un influyente interlocutor en la banda soberanista.
Si estos pronósticos se cumplen para las generales, la posibilidad de que el Govern de Junts pel Sí intente un acercamiento al espacio liderado por Ada Colau desde la óptica soberanista toma fuerza, como una salida ante la falta de mayoría independentista articulable en la práctica. Esto haría resurgir el bloque soberanista que quedó enterrado hace más de un año cuando los partidos independentistas pactaron la celebración de unas elecciones en clave plebiscitaria, pacto que dio lugar al 27-S. Sin embargo, ERC y CDC aspiran a que la suma de ambos continúe por delante de los de Colau, e incluso ERC se ve en condiciones de mantener el pulso contra los federalistas.
Pugna entre los independentistas y En Comú Podem
Ajenos a los problemas de estabilidad parlamentaria, En Comú Podem comienza una campaña con el viento soplando a su favor. Entre sus bazas cuentan con haber ganado las anteriores generales y con aumentar la distancia con el resto en todas las encuestas publicadas hasta ahora. El preelectoral del CIS de este jueves les dejaba al borde de los 15 diputados, tres más de los conseguidos el 20-D. A esta imagen de vencedores contribuye el sorpasso que las encuestas pronostican de Unidos Podemos al PSOE en el conjunto del Estado, pese a que En Comú huye de esa batalla y se centra en el gobierno de Rajoy. “No solo podemos ganar más diputados por Catalunya sino que podemos ayudar los compañeros del Estado a echar fuera al PP”, ha asegurado Ada Colau durante el acto.
Los de Xavier Domènech han elegido el parque del Clot, en el distrito de Sant Martí de Barcelona, para abrir una campaña en la que la presencia de Ada Colau será muy destacada. Además de la alcaldesa y del número uno al Congreso, en el acto han participado la mayoría de los primeros nombres de la lista por Barcelona, junto con la eurodiputada del partido verde Ska Keller. La pluralidad de voces será la tónica general de la confluencia catalana, en unas elecciones en la que para Podemos el objetivo se centra en superar al PP.
Para los partidos independentistas, en cambio, el objetivo es salir reforzados de las generales para conjurar el mal momento parlamentario. Un día después del fracaso del proyecto de los presupuestos y el mismo día que el CIS pronosticaba para ellos estancamiento o caída de un escaño, este jueves no cundía el desánimo en el acto con el que ERC ha abierto la campaña en el popular barrio de Sant Andreu.
ERC acude a estas generales dispuesta a salvar la distancia que les separó de En Comú Podem en diciembre. La formación morada se ha convertido en su principal rival, contra la que quieren demostrar que “el único cambio posible”, su eslogan de campaña, pasa por el proceso independentista. Gabriel Rufián ha centrado su mensaje en recordar que la mayoría de los partidos españoles se oponen al referéndum catalán y en reprochar a los de Colau e Iglesias sus alianzas con el PSOE. “Somos aquellos que no se rinden nunca, que no se resignan nunca”, ha asegurado Rufián. “Cuando crean que nos cansamos, persistiremos, hasta la república”.
Convergència, fuerza que también aspira a mejorar sus resultados del 20-D contra los pronósticos de las encuestas, ha elegido su plaza fuerte de Girona para el inicio de campaña. En el acto han sacado todos sus pesos pesados: el candidato, Francesc Homs, junto al president Carles Puigdemont y el expresident Artur Mas. La crisis parlamentaria del independentismo tiene en CDC su eslabón más débil, que arrastra una caída histórica que parece no haber encontrado suelo y para quienes los sondeos pronostican caídas de hasta dos diputados. Contra estos vaticinios, Convergència ha diseñado una campaña muy diferente de la de diciembre –para empezar se presentan en solitario y con otra marca–, pero que en realidad vuelve a los clásicos: Defensa del orden y contra “los extremismos”, que Francesc Homs ha identificado con PP y la CUP.
El PSC en Pindea y C's vuelve a los hoteles
El PSOE ha fijado Catalunya como uno de sus lugares estratégicos para mantener el pulso con Unidos Podemos. El tercer puesto obtenido por Miquel Iceta en las últimas generales, con más de medio millón de votos, han convencido a Sánchez de la necesidad de apretar en la comunidad que durante décadas fue su bastión, para que el PSC repita esos números. La apuesta del PSOE por Catalunya es clara, empezando porque fue aquí donde Sánchez presentó a su equipo de ministrables o que su número dos en diciembre será ahora la cabeza de lista por Barcelona.
Los de Iceta han elegido para abrir la campaña Pineda del Mar, una ciudad mediana en la comarca del Marsme gobernada por el PSC, que representa bien el poder que el partido aún mantiene en bastantes núcleos urbanos fuera del área metropolitana. “No apoyaremos un gobierno de PP”, ha asegurado Meritxell Batet, como grito de guerra para alejar el fantasma de la gran coalición que Unidos Podemos les imputa.
Ciutadans, por su parte, ha vuelto a elegir como escenario un hotel de a 200 euros la noche, el Catalonia de Passeig de Gràcia, para dar comienzo a su campaña. El candidato catalán, Juan Carlos Girauta, que cosechó unos resultados peores a los esperados en la última contienda, ha estado esta vez flanqueado por Toni Roldán, diputado en el Parlament y hombre en alza de los naranjas. El partido de Albert Rivera volverá a defender el encaje constitucional de Catalunya en España, haciendo valer que lidera la oposición en la cámara catalana ante el mal momento del Govern. Para ello, Inés Arrimadas acompañará al candidato en la práctica totalidad de los días de campaña. Su lema: “Un presidente catalán para cambiar España”.
Por último, el candidato del PP, el ministro en funciones Jorge Fernández Díaz ha elegido el espacio Portal del Eixample para comenzar su campaña. Para los conservadores la plaza catalana es la más complicada. Fue la comunidad que peor porcentaje les proporcionó el 20 de diciembre, con solo un 11,1%, pese a lo cual obtuvieron 5 importantes escaños, 4 de ellos por Barcelona y el quinto por Tarragona.
Pese a eso, Catalunya será una de las cinco comunidades en las que Mariano Rajoy hará actos. En esta campaña los estrategas del PP se han fijado concretamente en Lleida, territorio en el que les faltaron poco más de 2.000 votos para obtener un sexto diputado catalán. Rajoy estará en esta provincia, además de en Barcelona, para intentar obtener ese puñado de votos que, de cumplirse las peores perspectivas para Convergència, podría sacar al PP de la posición de cola en Catalunya.