El ayuntamiento de Barcelona saldrá de la contienda electoral del 24 de mayo más fragmentado que nunca, con hasta 7 fuerzas que podrían tener representación. En esta situación, los pactos electorales se han convertido en algo tan importante como los propios resultados de cada fuerza para predecir quien se hará con la silla del alcalde. Un sudoku, el de las sumas que den 21 regidores, que ha entrado en campaña con fuerza, después de que la candidata de Barcelona en Comú dejara caer que ERC y PSC tienen un pacto con CiU para hacer alcalde a Trias.
El debate entre los candidatos que este martes tuvo lugar en TV3 abrió la veda a las especulaciones. El alcaldable de CiU y el de ERC mostraron su cercanía al asegurar el primero que aceptaba las tres condiciones que Bosch había señalado para suscribir un pacto. “Proceso nacional, progreso social y limpieza”, marcó el de Esquerra como condiciones. “Le compro los tres”, salió al paso Trias. También el candidato socialista, Jaume Collboni, mostró su disposición a pactar, bien con Barcelona en Comú o bien con CiU. “En todo caso yo me comprometo a no ser un obstáculo para la gobernabilidad”, prometió.
Tampoco Ada Colau rechazó en aquel debate un posible pacto con ERC si llegase a darse el caso, aunque, eso sí, “hablaremos sobre medidas concretas”, aseguró la candidata. Pese a mostrarse abierta al acuerdo el martes, el miércoles Colau exigió a PSC y ERC que revelasen si habían suscrito un pacto con Trias. “Tenemos el derecho a saber si han pactado para mantener el estatus quo en Barcelona porque hay una mayoría social que no quiere que CiU siga gobernando”, machacó Colau. A partir de ahí, el resto de candidatos se pusieron a bailar la música que tocaba la de BComú.
Alfred Bosch salió al paso, negando alianzas soterradas con Collboni y Trias. Lo que sí marcó el independentista fue su distancia respecto a la candidatura de Colau, al asegurar que no hará alcalde a ningún candidato que no apueste decididamente por la independencia de Catalunya. También Collboni salió a desmentir a Colau, esgrimiendo el discurso contrario al de Bosch. “No pondremos Barcelona al servicio del independentismo”, aseguró el socialista, que rechazó con dureza la acusación de Colau, asegurando que la candidata de BComú “ha caído en los vicios de la vieja política: hablar de pactos en vez de hacerlo de proyectos”.
Echar leña al fuego es la especialidad de Ciutadans, así que su candidata en Barcelona no dejó escapar esta ocasión. “No mienta”, espetó Carina Mejías a Bosch después de que éste negara un pacto con Trias. Para Mejías está claro que los independentistas –saco en el que mete a Trias– tienen un acuerdo postelectoral.
El actual alcalde ha sido el último en salir al paso de la acusación de Colau. Trias está interesado en hacerse ver como un líder dialogante y con capacidad de llegar a múltiples pactos, una “geometría variable” que el convergente ha puesto en práctica durante la pasada legislatura, pactando con el PP las grandes intervenciones urbanísticas, con el PSC acuerdos de corte social, y con ERC en materia nacional. Con esas credenciales, Trias ha asegurado que podría pactar diferentes cuestiones con cualquier partido, “incluso con Colau”.
El improbable pacto a tres
Más allá de la propaganda de los partidos, para que una entente a tres quitara la alcaldía a la lista más votada debería darse un resultado que ningún sondeo ha previsto. Para cumplirse la insinuación de Ada Colau de un pacto entre CiU, PSC y ERC que le quitara la alcaldía, Barcelona en Comú debería ganar en votos al segundo y que la suma de los regidores de los tres restantes sumase 21 regidores.
El único sondeo reciente que da a la lista de Barcelona en Comú como ganadora es la del CIS, publicada el 7 de mayo. En ella, BComú obtenía 11 regidores, CiU 8, PSC 5 y ERC 4. En este caso, la suma de CiU, PSC y ERC da 17 regidores, por lo que necesitarían al menos otros 4 para convertir a Trias en alcalde, hasta alcanzar la mayoría absoluta. Una situación improbable, incluso variando ligeramente los resultados. La razón de que este pacto a tres sea tan improbable es que, para que ocurriera, 4 fuerzas deberían obtener buenos resultados, CiU, BComú, PSC y ERC, sin perjudicarse entre ellas.