El bloque independentista retiene la mayoría pese a la victoria de Ciudadanos
Rajoy ha fracasado. El independentismo ha pasado la reválida y ha conseguido retener la mayoría en unas elecciones cuya ganadora es Inés Arrimadas, que ha logrado capitalizar el voto antiindependentista y situar a Ciudadanos como partido más votado en Catalunya. La suya es una victoria moral y numérica.
Se anunciaba una jornada decisiva para la política catalana y el 21D lo ha sido. La sorpresa que no supieron detectar las encuestas fue el 'efecto Puigdemont', que ha logrado que su candidatura pase por delante de ERC y que la apelación al voto útil de los republicanos no haya calado como ellos esperaban. Junts per Catalunya ha obtenido 34 escaños, dos más que la lista de Oriol Junqueras. El trasvase de votos en este bloque ha dejado a la CUP con menos de la mitad de representación que tenía hasta ahora. Pero son cuatro diputados imprescindibles para asegurar la mayoría secesionista en el Parlament.
El órdago de Puigdemont, su 'todo o nada', ha funcionado y ahora la duda es saber cuáles serán sus próximos pasos. El president cesado anunció que regresaría si ganaba las elecciones a riesgo de ser encarcelado. ¿Veremos esa imagen? Hasta ahora a la justicia no le ha temblado el pulso. De momento, Puigdemont ha anunciado que pasará las Navidades con su familia en Bruselas.
Otro de los interrogantes, y no menor, es el programa de gobierno que el independentismo querrá aplicar. Tanto Junts per Catalunya como ERC han asegurado que su intención es reclamar una negociación para que de una vez el Ejecutivo de Rajoy se avenga a sentarse en una mesa. ¿Veremos esa imagen?
Puigdemont, en su comparecencia para valorar el resultado, reclamó una rectificación al Gobierno central, exigió a Rajoy que cambie de receta para Catalunya y recordó que en el nuevo hemiciclo habrá 78 diputados partidarios de la celebración de un referéndum. “La República catalana ha ganado a la monarquía del 155”, sentenció. Y de nuevo, apeló a la Unión Europea para que tome cartas en el asunto catalán: “Nos hemos ganado el derecho a ser escuchados”.
Cambio de paradigma
Ciudadanos, un partido nacido en el 2006 con solo tres diputados, se ha convertido una década después en la fuerza más votada. Los catalanes han votado en masa y la participación de un 81%, la más alta de la historia, ha beneficiado de manera más que extraordinaria, a la lista de Arrimadas. La cabeza de lista lamentó, una vez más, que la ley electoral (se aplica la estatal) perjudica al voto urbano.
El PSC, pese a lograr un diputado más, no logra subir tanto como algunos sondeos pronosticaban. Esas mismas encuestas son las que pueden haber influido en electores que han optado por el llamado voto útil para frenar al independentismo y se han decantado en el último momento por Ciudadanos.
El área metropolitana de Barcelona, que durante años estuvo bautizado cómo el cinturón rojo -aunque cada vez más desteñido-, es ahora naranja. La lista de Arrimadas ha ganado en L'Hospitalet, Santa Coloma de Gramenet y Cornellà, todos ellos, municipios con alcalde socialista. Pedro Sánchez participará este lunes en la reunión de la ejecutiva del PSC y es cuando también valorará el resultado (agridulce en su caso) de estas elecciones.
Tampoco ha sido una buena noche para Catalunya en Comú. No logra ser decisivo y ha retrocedido tres escaños respecto a los que logró Catalunya Sí Que es Pot. A modo de autocrítica, Xavier Domènech ha reconocido que las cosas no les han ido “bien” y ha lamentado “que en un país de izquierdas gane la derecha”.
Una lección para el PP
“Hemos obtenido un muy mal resultado”, ha resumido Xavier García Albiol. Era imposible decir otra cosa. El PP ha quedado reducido a la mínima expresión hasta el punto de tener solo tres diputados, es decir, sin grupo parlamentario y colocado como el último de la Cámara. Rajoy, que siguió el escrutinio desde la sede de Génova, acompañado de Soraya Sáenz de Santamaría y de María Dolores de Cospedal, reunirá este viernes a su ejecutiva para analizar el resultado.
Una de las preguntas que deberá responder es cuándo Rajoy piensa desactivar la aplicación del 155. Según fuentes populares, la intención del presidente es mantenerlo mientras no se aclare cuál será el programa que aplicará el nuevo Govern.
Rajoy convocó las elecciones para desactivar el independentismo. Y no lo ha logrado. Se implicó en la recta final de la campaña para frenar la fuga de votos del PP a Ciudadanos. Y ha fracasado. El independentismo ha sumado y Arrimadas ha arrasado. Es el resultado de las elecciones que forzó para solucionar el conflicto catalán.