No por conocido resulta menos llamativo. El 78% de la deuda de la Generalitat Valenciana proviene de la situación de infrafinanciación que lastra a los servicios públicos autonómicos, según un informe de la Sindicatura de Cuentas.
El desglose de la deuda pública acumulada en 2021 (en total 53.820 millones de euros) muestra que el 31% se origina por la infrafinanciación respecto a la media, mientras que se dispara al 37% adicional por la infrafinanciación respecto a las necesidades recocidas desde 2009, además del 10% que supone el coste financiero provocado por la injusta distribución de la financiación autonómica, un fenómeno que todo el espectro político, social y económico valenciano reconoce a modo de consenso. Sólo el 22% de la deuda (11.894 millones) escapa de la infrafinanciación. Así, 41.926 millones se deben de un modo u otro a la infrafinanciación, según las conclusiones del informe, encargado por la Comisión de Investigación sobre la deuda pública en las Corts Valencianes.
La Comunitat Valenciana es la autonomía más endeudada de España respecto a su PIB, con un déficit presupuestario estructural especialmente acusado desde la crisis de la burbuja inmobiliaria. “Este déficit no viene provocado por efectuar unos gastos superiores a la media autonómica, sino por unos ingresos inferiores a ella, entre los que destacan los procedentes del sistema de financiación autonómica”, señala la Sindicatura de Cuentas.
El mecanismo estatal extraordinario de financiación permite a la Generalitat Valenciana mantener su actividad pese a la infrafinanciación y a la imposibilidad de de obtener recursos en los mercados financieros. Sin embargo, la administración valenciana cuenta con la contrapartida de recibir financiación autonómica sin contrapartida, con el incremento de la deuda a devolver en el futuro.
“Con una financiación autonómica al nivel que correspondería en proporción a su población ajustada y respetando las necesidades estimadas por el propio modelo vigente, la Generalitat habría podido evitar una parte muy importante de la deuda acumulada”, advierte el informe.
Entre 2012 y 2020, la financiación total obtenida por la Comunitat Valenciana proveniente de los mecanismos estatales de financiación, adicionales al sistema de financiación autonómica, ascienden a 65.208 millones de euros.
El ejercicio 2012 fue muy significativo: se dispara el endeudamiento financiero tras la adhesión a los mecanismos extraordinarios de financiación estatal a consecuencia de la asunción por parte de la Generalitat Valenciana de parte de la deuda de las entidades que conforman el sector público empresarial y fundacional.
A título de ejemplo paradigmático, de los fondos obtenidos entre 2012 y 2020, la Generalitat pagó deudas financieras y comerciales por 139,3 millones de euros de las instituciones feriales de Valencia y Alicante.
En el caso valenciano, explica el informe de la Sindicatura de Cuentas, el alto endeudamiento es consecuencia de un déficit público de carácter estructural. La Generalitat Valenciana, a modo de pez que se muerde la cola, encadena déficits presupuestarios de manera continuada que se transforman en una necesidad permanente de incrementar la deuda pública para cuadrar el presupuesto.
Durante el periodo de expansión económica, la deuda pública valenciana mantuvo una tendencia “ligeramente creciente” respecto al PIB. Sin embargo, el ritmo se disparó hasta el 43,3% en 2016 (nueve años antes era del 11,4%).
La Generalitat Valenciana, señala el informe, “ha tenido más problemas presupuestarios que el conjunto de comunidades, no solo durante la crisis, sino anteriormente”. Los tipos de interés históricamente bajos y las facilidades del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) han propiciado una condiciones ventajosas para endeudarse. “Pero en el momento en que cambien estas condiciones”, advierte la Sindicatura de Cuentas, “el endeudamiento acumulado representará un. grave problema para el mantenimiento del sector público autonómico”.
La deuda representa más de 10.000 euros por habitante: “Hay que ser conscientes de las consecuencias futuras de este problema”. “Es una deuda que tendremos que afrontar todos los valencianos, salvo que haya algún mecanismo de resarcimiento de la infrafinanciación sufrida durante las décadas pasadas”, concluye el organismo que vela por las cuentas públicas.