El alcalde de Gandia destina el sueldo municipal que no tiene a la caridad
Arturo Torró, el alcalde de Gandia que considera austeridad gastar 388 € en una noche de hotel, acaba de anunciar que donará su sueldo -65.000 euros año- para fines benéficos. Paradójicamente, el político del PP había renunciado a su salario municipal en 2012, antes de solicitar el concurso de acreedores para él personalmente y varias de sus empresas.
Torró, con 3.5 millones de euros en patrimonio, es el alcalde más rico de la Comunidad Valenciana, pero la oposición le acusó de renunciar a la remuneración municipal porque, tras su entrada en concurso, todos sus ingresos son fiscalizados por la justicia, en este caso, por el administrador nombrado por el juez, que le asignó un sueldo de 9.000 euros.
“La Administradora Judicial me ha autorizado un sueldo mensual de 9.000 euros para mantener mi estilo de vida”, declaró entonces entre la sorpresa de muchos. “Para mí la política es un hobby, yo no vivo de ella”, espetó a la oposición en un pleno. PSPV-PSOE y Compromís consideran que la donación del sueldo es otra frivolidad populista del alcalde: se dedica a la caridad un sueldo que no existe ni está presupuestado y, al entender la política como una actividad que no debe ser remunerada, veda el acceso a ella a aquellos con menos recursos.
Becas, comedor social, niños desatendidos
El sueldo recuperado del alcalde irá destinado a becas de estudiantes de bachiller con buenas notas, a un centro religioso que atiende a niños de familias desestructuradas y a un comedor social. La web del Ayuntamiento de Gandia no ahorra loas a Torró al valorar su gesto: Su “fuerte compromiso con las entidades de carácter social ha quedado claro a lo largo de la legislatura”, pero esta decisión “refuerza este compromiso y evidencia su sensibilidad con los temas de calado social”.
Torró es uno de los alcaldes valencianos más polémicos. Su proyecto para urbanizar la última playa virgen de la ciudad, el cambio de emplazamiento de una escultura por catalanista o tachar de “1.000 euros de mierda” el precio de su alquiler le ha dado notoriedad allende Gandía.