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Cinema Jove: ¡Qué horror!

En el marco de la 30 Edición del Festival Internacional de Cine de Valencia – Cinema Jove, organizado por CulturArts, que se celebrará del 19 al 26 de junio, se va a realizar un ciclo de cine de culto de terror con una pizca de humor y sátira. ‘Cult Fiction. Horror + Humor en el cine americano de los 80’ formará parte de la programación de las Secciones Paralelas del Festival en la que los espectadores podrán disfrutar, en pantalla grande y al aire libre, de películas como Posesión infernal (Sam Raimi, 1981), Cazafantasmas (Ivan Reitman, 1984), Gremlins (Joe Dante, 1984), Pesadilla en Elm Street (Wes Craven, 1984), Noche de miedo (Tom Holland, 1985) o Muñeco diabólico (Tom Holland, 1988).

El cine americano de los años ochenta está dirigido, en muchos casos, por cineastas que se convirtieron en tales a partir de su propia cinefilia, y este hecho se deja notar ampliamente en tramas que retoman y retuercen los planteamientos clásicos, filtradas a menudo por influencias que vienen de la televisión, del cómic y del cartoon. Es especialmente evidente en las producciones de terror, en las que los cineastas toman una distancia con respecto a las situaciones, y las muestran desde una posición irónica, e incluso satírica, cuando no las convierten directamente en comedias de lo grotesco.

Las películas seleccionadas en esta sección, como otras que también podían haber estado, responden ejemplarmente a estos modelos que impactan y transforman el panorama del género fantástico y de horror de la década. Sus directores, Carpenter, Raimi, Dante, Holland, Reitman, Craven, habían iniciado sus carreras en la década previa y con estos títulos su proyección crece o se agiganta.

Aunque estos filmes gozaron de gran promoción y espectadores en el momento de su estreno, desaparecido todo ese contexto décadas después, siguen contando con la admiración de nuevos y numerosos adeptos que acceden a ellas en formatos domésticos y convirtiéndolas, así, en películas de culto. En esta edición del Festival el público podrá disfrutar de ellas en pantalla grande, al aire libre en los Jardines de Viveros, en todo su esplendor.

Evil Dead (Posesión infernal, 1981), de Sam Raimi, trata de cinco chicos que van a pasar el fin de semana a una cabaña perdida en un espeso bosque en las montañas de Tennessee. Mientras están cenando, la trampilla que da acceso al sótano se abre de golpe. Extrañados, deciden bajar a investigar. Allí encuentran un magnetófono, un extraño cuchillo ritual y un libro antiquísimo.

Christine (1983), John Carpenter, cuenta cómo después de reparar un viejo coche, un joven apocado, que era objeto de las burlas de sus compañeros, adquiere seguridad en sí mismo y muestra un carácter firme y violento. Su novia sospecha que el cambio se debe a su extraña relación con el vehículo.

Ghostbusters (Cazafantasmas, 1984), de Ivan Reitman, narra cómo tres expertos en parapsicología que están sin trabajo deciden fundar la empresa ‘Los Cazafantasmas’, dedicada a limpiar Nueva York de ectoplasmas. El aumento repentino de apariciones espectrales en la ciudad será el presagio de la llegada de un peligroso y poderoso demonio.

En Gremlins (1984), de Joe Dante, un padre regala a su hijo una tierna y extraña criatura llamada Mogwai. El inocente regalo, sin embargo, será el origen de toda una ola de gamberradas y fechorías en un pequeño pueblo de Estados Unidos.

Nightmare on Elm Street (Pesadilla en Elm Street, 1984), de Wes Craven. Varios jóvenes de una pequeña localidad están teniendo pesadillas en las que son perseguidos por un hombre deformado por el fuego y que usa un guante terminado en afiladas cuchillas. Algunos de ellos comienzan a ser asesinados mientras duermen.

Fright night (Noche de miedo, 1985), de Tom Holland narra las vicisitudes de Charley, un adolescente aficionado a las películas de terror. Su vida es muy tranquila, hasta que se convence de que su nuevo vecino, Jerry Dandridge, es un vampiro. Nadie, y menos aún la policía, está dispuesto a creer que Dandridge es responsable de un montón de extraños asesinatos.

Tom Holland repite con Child's Play (Muñeco diabólico, 1988). En ella, Andy Barclay, un niño de seis años, asegura que ‘Chucky’, su nuevo muñeco, ha arrojado violentamente por la ventana a su niñera, y nadie le cree. Pero una larga serie de horribles asesinatos conduce al detective del caso hasta el muñeco y, entonces, descubre que el auténtico terror no ha hecho más que empezar.

En el marco de la 30 Edición del Festival Internacional de Cine de Valencia – Cinema Jove, organizado por CulturArts, que se celebrará del 19 al 26 de junio, se va a realizar un ciclo de cine de culto de terror con una pizca de humor y sátira. ‘Cult Fiction. Horror + Humor en el cine americano de los 80’ formará parte de la programación de las Secciones Paralelas del Festival en la que los espectadores podrán disfrutar, en pantalla grande y al aire libre, de películas como Posesión infernal (Sam Raimi, 1981), Cazafantasmas (Ivan Reitman, 1984), Gremlins (Joe Dante, 1984), Pesadilla en Elm Street (Wes Craven, 1984), Noche de miedo (Tom Holland, 1985) o Muñeco diabólico (Tom Holland, 1988).

El cine americano de los años ochenta está dirigido, en muchos casos, por cineastas que se convirtieron en tales a partir de su propia cinefilia, y este hecho se deja notar ampliamente en tramas que retoman y retuercen los planteamientos clásicos, filtradas a menudo por influencias que vienen de la televisión, del cómic y del cartoon. Es especialmente evidente en las producciones de terror, en las que los cineastas toman una distancia con respecto a las situaciones, y las muestran desde una posición irónica, e incluso satírica, cuando no las convierten directamente en comedias de lo grotesco.