El Grupo Fuertes, dueño de El Pozo, compra junto a Hoteles Magic el resort Marina d'Or por 70 millones de euros
Marina d'Or, la famosa 'ciudad de vacaciones' impulsada por el empresario Jesús Ger en la localidad castellonense de Oropesa del Mar, inicia una nueva etapa después de que el Grupo Fuertes, la sociedad murciana propiedad de la empresa alimentaria El Pozo, y Hoteles Magic Costa Blanca de Benidorm hayan alcanzado un acuerdo con el fondo estadounidense Farallon para adquirir el conocido complejo turístico por 70 millones de euros. La operación, según desvelan distintos medios, está pendiente de algunos trámites, como la autorización de Competencia, para poder completarse.
Grupo Fuertes, que no ha confirmado la operación a elDiario.es, y Hoteles Magic prevén realizar una inversión extra de 20 millones de euros para una obra de renovación y reposicionamiento, de forma que la inversión global ascendería a 90 millones de euros -la adquisición afecta a hoteles con más de 1.200 habitaciones, más de 160 apartamentos, cuatro parques temáticos, acuáticos y de ocio y un balneario-.
Grupo Fuertes redobla su apuesta por el sector turístico con la adquisición de Marina D’Or, un complejo que se suma a los alojamientos turísticos que la sociedad murciana ya posee en Murcia, el Mar Menor y Mazarrón, en la Región de Murcia, y en el Campello y Benidorm, en la provincia de Alicante, a lo que hay que añadir un acuerdo con el grupo Barceló para la gestión de diferentes activos.
Magic Costa Blanca, con seis establecimientos en Benidorm, uno en Finestrat, otro en l'Alfàs del Pi y otro en Gandia, además de cuatro parques acuáticos, gestionará el complejo castellonense y pretende trasladar a Marina d'Or su modelo de negocio para diversificar la oferta del complejo castellonense, incluida la organización de espectáculos y conciertos.
Ambas firmas han trabajado de forma conjunta en el impulso del resort Magic Natura, ubicado en el complejo Terra Natura de Benidorm.
Marina D'Or
Jesús Ger impulsó el complejo de Marina D'Or en Oropesa a mediados de los años ochenta del siglo pasado, mientras que el primero de los hoteles se levantó 1997. Vivió sus momentos más gloriosos a comienzos de siglo, llegó a acumular una deuda de 900 millones de euros en 2009 y tuvo que reducir su plantilla (de 1.540 a 865 trabajadores) para intentar paliar darle la vuelta a las pérdidas que sufrió también en ese mismo ejercicio, de 26 millones de euros. Estas circunstancias le llevaron a suspender pagos pocos años después.
Hace tres años, el fondo Farallon se hizo con el control del complejo turístico, al asumir la mayoría de la deuda por más de 100 millones de euros a través de sus sociedades Orion Investors y Niseko Real Estate, un pasivo que ejecutó el pasado ejercicio, convirtiéndose así en propietario del 99% del capital. A finales de 2022 a la consultora Colliers para buscar potenciales interesados en el complejo.
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