Ford afronta la fabricación de vehículos eléctricos en Almussafes con el mayor recorte de su plantilla
El 22 de junio del pasado año la multinacional Ford anunciaba la elección de la planta de Almussafes para producir los vehículos eléctricos en Europa, una decisión que aseguró la carga de trabajo en los próximos años. El anuncio, sin embargo, vino acompañado posteriormente de un severo plan de reestructuración de su negocio en toda Europa motivado principalmente porque los modelos eléctricos requieren menos mano de obra que los de combustión.
“En Ford Europa estamos acelerando nuestra estrategia hacia la electrificación total de nuestros vehículos de pasajeros en 2030 y de todo nuestro portfolio en 2035”, anunció hace unos meses la compañía en un comunicado.
Así, a mediados de febrero arrancó el proceso de reducción de plantilla en toda Europa. En concreto, Ford anunció una primera oleada de 3.800 despidos para crear “una estructura de costes más ligera y competitiva”, informó la compañía, que también detalló que esta reestructuración afectaba a 2.300 trabajadores en Alemania, a 1.300 en Reino Unido y a 200 en España, principalmente en Madrid y Almussafes (València).
La segunda tanda de despidos es la que ha afectado de lleno a la factoría valenciana y se cerró este martes con el acuerdo alcanzado entre la compañía y UGT, sindicato mayoritario, para la firma de un expediente de regulación de empleo (ERE) que supondrá una reducción de 1.144 empleados, un 18% de la plantilla. Intersindical, la otra organización con representación en el comité, no ha suscrito el convenio.
En el mismo día se anunció el fin de la fabricación de los modelos S-Max y Galaxy. Este lunes salieron de las instalaciones de Almussafes las últimas 25 unidades. De esta forma, la factoría valenciana tan solo fabricará el Kuga y el Transit, este último modelo también con fecha de caducidad (aún desconocida), por lo que tan solo se producirá en las instalaciones valencianas el Kuga hasta que empiecen a fabricarse los modelos eléctricos, algo previsto para el año 2026, aunque no está claro qué modelos se ensamblarán.
Prejubilaciones a partir de 53 años
El acuerdo alcanzado entre Ford y UGT mejora las condiciones de los ERE realizados en 2020, que afectó a 350 empleados, y en 2021, que implicó 600 despidos.
En concreto, para el presente ERE, que afecta a 1.144 empleados, se establecen prejubilaciones a partir de los 53 y 54 años con el 75% del sueldo, ampliable al 80% a partir de los 57 años, hasta los 62 y 63 años respectivamente. Para los trabajadores de hasta 54 años cumplidos en el momento de la baja se establecen indemnizaciones de 45 días por año con un máximo de 42 pagas, más el complemento por antigüedad además de una gratificación especial.
En cuanto a las salidas voluntarias, se establece un incentivo de 40.000 euros para aquellas previas al 30 de junio y de 20.000 euros para las previas al 30 de septiembre.
UGT ha explicado que finalmente la empresa ha accedido a su “principal reivindicación” y ha ofertado planes de salida con carácter voluntario para los nacidos en 1969 y 1970. “También ha mejorado sensiblemente las cantidades ofertadas para las bajas incentivadas”, ha destacado. El sindicato “confía” en que el acuerdo sirva para resolver el ERE con “un 100% de voluntariedades”.
De este modo, ha apuntado el sindicato, terminan “unas negociaciones complicadas, tanto por la cantidad del excedente de personal planteado como por las bolsas de edades existentes en la fábrica”, y añade UGT que “ha sido clave contar con el acuerdo para la electrificación, puesto que, a la vez que garantiza la continuidad de la fábrica, ha permitido poder exigir a la dirección de Ford local y europea el compromiso que tiene con la plantilla”. “Por eso estaba obligada a bajar las edades de adhesión al plan, y a fijar unas condiciones dignas de salida”, concluye.
Por su parte, fuentes de Intersindical han comentado que “no es un mal acuerdo” y que “es valorable”, pero han justificado su rechazo en que “no se da prioridad a las personas por antigüedad, lo que podría evitar situaciones injustas, por aquellos trabajadores que tanto han dado a la empresa y están machacados por las fuertes cargas de trabajo a las que están sometidos en las cadenas”. Además, han añadido que “no está escrita en el acuerdo la voluntariedad y que se eviten por lo tanto salidas traumáticas”.
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