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Aznar acude a Valencia, un bastión de Rajoy, en pleno divorcio del PP para hablar con un lobby de empresarios

José María Aznar, en el funeral de Rita Barberá, en noviembre.

Adolf Beltran

Hubo un tiempo en que José María Aznar, entonces líder apoteósico de la derecha española, daba mítines en Mestalla. De eso hace dos décadas, que casi coinciden con las que el PP gobernó la Comunidad Valenciana y, muy especialmente, la ciudad de Valencia. Este lunes, el expresidente del Gobierno visita Valencia, actualmente en manos de la izquierda, en una cita con empresarios cuyos ribetes políticos hacía tiempo que no se producían.

Aznar ha pisado tierras valencianas muchas veces, la última el pasado noviembre para asistir a una misa tras el fallecimiento de Rita Barberá, pero entonces todavía no había renunciado a la presidencia de honor del PP

Hace mucho que Aznar no  tiene influencia alguna en el PP local. Pasado el triunfalismo de los primeros años y solventada la guerra interna con los últimos seguidores de Eduardo Zaplana, Valencia y, como consecuencia, la Comunidad Valenciana se alinearon muy pronto con Mariano Rajoy en el pulso por el poder dentro del PP.

Rita Barberá, desde la alcaldía de la ciudad, y Francisco Camps, desde la presidencia de la Generalitat, apostaron por el político gallego después de que perdiera en 2004 y en 2008 las elecciones ante el socialista José Luis Rodríguez Zapatero. Precisamente en el congreso nacional de los populares celebrado en Valencia en 2008, el más amargo de los que ha vivido Rajoy, fue un PP valenciano que le apoyó en bloque el que salvó su liderazgo frente a la embestida de los aznaristas capitaneados por Esperanza Aguirre.

Ahora vuelve a Valencia un Aznar envuelto en inéditas reverberaciones políticas. Tiene una cita con la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), el lobby que preside Vicente Boluda, que se ha apresurado a indicar que la invitación es anterior a la renuncia, el pasado 20 de diciembre, de Aznar como presidente de honor del PP. Se trata, añaden los responsables de AVE, de “un lujo” poder hablar con un expresidente del Gobierno de cuestiones relacionadas con el desarrollo económico y social de España y también de la economía internacional.

En pleno divorcio del partido que lideró, con su Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) desvinculada orgánicamente del PP, la visita de Aznar levanta expectación. Más cuando se ha hecho público que el PP valenciano, encabezado por Isabel Bonig, no tiene previsto encuentro alguno con el expresidente. Una figura que puede resultar bastante incómoda a partir de ahora para sus todavía correligionarios.

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