“En la España del futuro no caben las centrales nucleares caducas, peligrosas y sin viabilidad económica”: 10 razones para cerrar Cofrentes
Hace ahora una semana, el Consejo de Seguridad Nuclear autorizaba la prórroga de funcionamiento de la central nuclear de Cofrentes hasta 2030, un dictamen que quedaba pendiente de ser aprobado por el Ministerio de Transición Ecológica, y que incluye nueve límites y condiciones, acompañados de cinco Instrucciones Técnicas Complementarias (ITC), a los que quedará sometido el funcionamiento de la instalación hasta el 30 de noviembre de 2030.
El diputado de Compromís en el Congreso, Joan Baldoví, preguntaba este miércoles a la ministra de Transición Ecológica y vicepresidenta cuarta del Gobierno, Teresa Ribera, por la situación de esta instalación y le daba diez razones que justifican el cierre de la central. En primer lugar, Baldoví hacía referencia a una noticia de este miércoles en la que se explica que Cofrentes “entra en pérdidas por el tirón de las renovables y los impuestos”. “La patronal advierte de que los precios del mercado eléctrico no han cubierto los costes operativos y exige una reducción fiscal”, leía el diputado valencianista, para añadir que este mismo día se conocía los beneficios de las eléctricas, “que algunos han multiplicado por ocho en el año de la pandemia”.
En segundo lugar, se preguntaba que, si no se cubren los costes operativos, “y teniendo en cuenta que las eléctricas no son hermanitas de la caridad, ¿significa esto que los ciudadanos tendremos que asumir esos costes?”. La tercera razón esgrimida por el parlamentario de Compromís es que estamos ante una central “vieja y obsoleta, con un reactor del mismo tipo que el de la clausurada en Garoña o la siniestrada de Fukushima”.
Cuarto, Cofrentes tiene 37 años de vida útil cuando “en Alemania las cierran con 32 ó 33 años”. “Si prorrogamos, llegaremos hasta los 47 años, muy por encima del periodo de vida para el que se diseño”, añade. En quinto lugar, reseña que alargar la vida de la nuclear hasta 2030 “supondría añadir alrededor de 300 toneladas de residuos radioactivos de alta intensidad”. “¿Quién va a asumir el coste de gestión y custodia de estos residuos?”, se preguntaba: “Los ciudadanos, supongo”.
La sexta razón argumentada es que las piscinas de residuos tóxicos están “al cien por cien de su capacidad”, y la séptima es el “elevado riesgo sísmico” en la zona donde está ubicada la central. Como octavo motivo sostiene Baldoví que la nuclear valenciana “no puede competir ya en costes y capacidad de generación con las renovables”.
En noveno lugar ha recordado el acuerdo de las Corts para que no se prorrogue la actividad en Cofrentes que incluye el voto favorable del PSPV y de Unidas Podemos, que conforman el Gobierno. Y el décimo y último motivo, “el presidente ha hablado hoy de la España del futuro. Supongo que en la España del futuro no caben las centrales nucleares caducas, peligrosas y sin viabilidad económica”.
Ribera ha reconocido que “por primera vez” se habla del cierre de las nucleares y se cuenta con un “calendario” con las medidas de necesarias para poder activar “procesos de desmantelamiento” con especialistas que permitan hacerlo con “total seguridad”, un calendario que habrá que ir “materializando”. La ministra ha asegurado que el informe del Consejo de Seguridad Nuclear se someterá a consulta de los actores y autoridades locales, “y sobre esta base se deberá resolver”, en lo que ha augurado será un “proceso largo”.
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