Nolotire, medicina valenciana contra la crisis y el consumismo
La venta y trueque de artículos de segunda mano es, seguramente, tan vieja como el mundo. Gigantes de internet (eBay a nivel global, SegundaMano en España, por ejemplo) ponen en contacto diariamente a miles de personas que intercambian o comercian con artículos usados de todo tipo. En ese contexto, Nolotire, una empresa de Sant Vicent del Raspeig, crece como un tiro.
Nolotire se define como una una franquicia de tiendas de compraventa, trueque y subastas de segunda mano. Su aportación especial pasa por ser el trato personal, la transparencia (se compra y vende en un mismo mostrador, a diferencia de otras iniciativas de este estilo) y la garantía: seis meses de plazo para devolver los productos, sin explicaciones, siempre y cuando estén en el mismo estado que se compraron.
Con esa fórmula, el crecimiento de Nolotire parece brutal: 13 tiendas –básicamente en régimen de franquicia- y otras cuatro a punto de abrir. En la Comunitat Valenciana ya tienen establecimientos en Sant Vicent del Raspeig, Petrer, Vila-real y Valencia. Xàtiva y Benidorm tendrán un Nolotire en breve. Valencia abrió en diciembre, como Segovia y Tarragona.
Paco Simón es uno de los tres socios que ha invertido en Nolotire Valencia. En poco más de dos semanas es pronto para valorar el negocio, pero ya detecta tendencias. “Nos están llegando muchos juguetes de niños que ya han crecido; a veces nos los traen solo los padres, pero en ocasiones vienen con sus hijos, lo que está muy bien pues aprenden a darle más valor y vida a las cosas. También nos ofrecen muchos móviles, relojes, bicicletas, pequeños electrodomésticos en desuso. Además, vienen personas con libros, DVD, discos de vinilo, pero como se paga tan poco (entre 0,10 y 0,20 el ejemplar) se nos ha ocurrido una iniciativa para impulsar la afición por la lectura, el cine y la música: nos traes 2 libros, DVD o discos que ya no quieras y te llevas uno que te interese”.
Consumismo
Nolotire… ¿fomenta el consumismo o al contrario? “Creemos que poner en valor el concepto de segunda mano sirve para alargar la vida de las cosas, cuidarlas más y, al mismo tiempo, obtener beneficio económico porque puedes venderlas después de usarlas o comprarlas más baratas si alguien las ha usado antes que tú. Y esto no significa que vendamos productos de desecho ya que a todos nuestros clientes les decimos que nuestra máxima es ofrecer artículos que uno mismo estaría dispuesto a comprar”, dice Simón.
Habrá que esperar para valorar el éxito de Nolotire, pero su rápida expansión es un hecho. “Aportamos algo fundamental: el trato personal. Nosotros valoramos los artículos que nos ofrecen, cara a cara con las personas; lo mismo hacemos en las ventas, probamos los artículos, damos seis meses de garantía y devolvemos el dinero si surge algún problema o incluso si el cliente cambia de opinión (siempre que el artículo esté en el mismo estado que lo adquirieron). Y a diferencia de otras tiendas de segunda mano, en Nolotire compramos y vendemos en el mismo mostrador con total transparencia; otros tienen dos espacios separados físicamente”.
Simón, como otros muchos emprendedores, lanzó con sus socios Nolotire Valencia tras quedarse en paro. Como dice el lema de la compañía, “medicina contra la crisis”. Un posible negocio para sus impulsores y, tal vez también, para sus clientes.