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CV Opinión cintillo

Ni beneficencia, ni integración, ni palmaditas en la espalda, ni soy un campeón

9 de abril de 2021 22:50 h

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El otro día me quejaba en redes sociales de las terrazas hosteleras, cajas de fruta y otros obstáculos que ocupan los itinerarios peatonales, impidiendo la libre deambulación de las personas, entre ellas también las personas con Diversidad Funcional, porque aunque hay quien no lo piensa así también, somos personas, y hasta paseamos, compramos, utilizamos el transporte público, nos tomamos un lingotazo en un bar, en una terraza,  etc.

En distintos grupos, hubio personas que entendieron como un ataque a la hostelería el defender por mi parte el derecho de las personas con Diversidad Funcional a participar en la comunidad en igualdad de condiciones que el resto de personas, joder!!!! cuánto pedis.

Vamos a ver si soy capaz de que alguien entienda la situación.

En la Comunidad Valenciana viven más de 15.000 personas que no pueden salir de sus casas porque sus edificios no son accesibles, así como suena, pues hay vecinos que responsabilizan a las personas que por su diversidad no pueden salir de casa, y no es cuestión de adaptar el edificio, es cuestión de que el edificio sea practicable por todas las personas en igualdad de condiciones. Pero también que los edificios donde no vive una persona con Diversidad Funcional lo sean, porque tenemos derecho a visitar a nuestros amigos y amigas sin Diversidad Funcional.

Cuando podemos salir a la calle, nos encontramos, aceras estrechas, en mal estado, con meadas y cagadas, muchas sin rebaje y en el caso de que tengan rebaje no es raro encontrarnos un vehículo estacionado en el mismo. Si le recriminas a la persona que ha taponado el rebaje con el vehículo, la excusa siempre suele ser la misma: Han sido dos minutos, si tenías prisa, haber cruzado por la otra punta de la calle, que hay otro rebaje.

Llega el momento de utilizar el transporte público, bien sea para desplazarnos por nuestro municipio o para desplazarnos a otro municipio. Pues con un poco de suerte, la parada de la línea que vamos a utilizar es accesible, incluso con un poco más de suerte el vehículo también lo es, aunque posiblemente la parada de destino no lo sea o viceversa. Solución que te dan: Puedes coger la línea 5 hasta la parada de la línea 8 y luego te bajas en el barrio tal y te desplazas hasta tu destino a medio kilómetro andando o rodando.

Bueno, ya hemos llegado a nuestro destino, llega el momento de comprar unos vaqueros antes de ir a almorzar con nuestro amigo David y con nuestra amiga Tessa. En la situación que nos encontramos, hemos decidido comprarnos los pantalones en un comercio local, no en una gran superficie, hay que apoyar el comercio local, el de toda la vida. Nuestro gozo en un pozo, las tiendas que hemos visitado tienen todas bordillo, y en la que tiene rebaje, no podemos acceder al probador. Respuesta de los comerciantes: Lo sentimos mucho campeón, pero como está la situación no estamos para reformas, joder. Si son comercio de toda la vida, tiempo han tenido. O el problema es la crisis ocasionada por la pandemia. Excusas.

Pues nada, vamos a almorzar, para llegar al punto de encuentro tenemos que pasar por la zona peatonal, nos encontramos que no se cumple la normativa en materia de accesibilidad universal, la línea de la fachada no está libre de obstáculos y mucho menos deja un espacio libre de al menos 1,80 metros, 1,50 si la acera no permite el metro ochenta. Nos encontramos máquinas de bolas, cajas de fruta, carteles con el menú del día, barriles a modo de mesa para fumadores, terrazas etc. Hay que tener en cuenta que las personas con Diversidad Visual utilizan la fachada para guiarse. Pues nada, protestas y la respuesta es: Sois unos egoístas, tenemos que ganarnos la vida, podéis ir por la acera de enfrente, la calle es peatonal, ir por la calzada de adoquines, (con lo que supone ir con un andador, bastón, carrito de bebé o silla de ruedas por los adoquines). Os quejáis por gusto, lo queréis todo.

Así es, lo queremos todo, queremos que se cumpla nuestro derecho a participar en la comunidad en igualdad de condiciones, exigimos que se cumpla la ley, estamos hartos de beneficencia, de palmaditas en la espalda, de eres un campeón, de que nos hablen de integración cuando tenemos derecho a la inclusión.

Por más que con buenas palabras se busque que se nos segregue como una obra de caridad, que se nos institucionalice porque consideráis que es lo mejor para las personas con Diversidad Funcional, para que de esa manera creamos que os preocupáis de nosotras, no cuela. Estamos hasta las narices de discriminación, que se decida  por nosotras que es lo mejor para nosotras, sobre nuestras vidas decidimos nosotras, y vuestra obligación es respetar los derechos humanos. 

Nada sobre nosotras sin nosotras

  • Benito Pérez Agüera es miembro de la Plataforma Castelló Vida Independiente y coordinador de la Oficina Vida Independiente de Castelló.
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