El accionista mayoritario del Hospital de Dénia anuncia que facilitará la reversión pública
La hoja de ruta de reversión de los hospitales públicos de gestión privada iniciada por el Consell no encontrará un gran obstáculo en el accionista mayoritario de Marina Salud, la empresa gestora del Hospital de Dénia. La aseguradora alemana DKV, propietaria del 65% del accionariado, ha anunciado que facilitará su salida del hospital público, eso sí, siempre que haya un acuerdo entre las partes que permita recuperar la inversión, según Josep Santacreu, consejero delegado de DKV.
“Fue la Generalitat valenciana quién hace 10 años nos sondeó, junto con otros grupos aseguradores, para participar en esta iniciativa. Pero si ahora nuestra presencia no gusta, facilitaremos nuestra salida”, ha manifestado Santacreu en rueda de prensa.
El mismo consejero delegado ha afirmado que tras 9 años DKV no ha conseguido que la gestión del hospital entre en beneficios según sus previsiones, de ahí la predisposición a que el hospital de referencia para la Marina Alta pueda volver a ser de gestión pública en un futuro.
Pero el principal problema radicaría en las liquidaciones de cuentas, algo que tiene enfrentadas a DKV con la Generalitat Valenciana. Esto se debe a que, según el saldo que se obtenga de la liquidación, el coste de las acciones sería menor o mayor, es decir, asumible o lesivo para el erario público. Entre las últimas cifras de resultados 2016 se cerró con pérdidas de 3,6 millones, mientras que en 2017 sí se habrían obtenido beneficios, llegando a los 39,15 millones.
Esta compra de acciones se estudiaría para no tener que esperar a la finalización del contrato de gestión que acaba en 2023, es decir, en la siguiente legislatura. Pero ahora el problema estará en poner precio a esta operación que se calcula que podría rondar entre los 60 y los 70 millones de euros, según los cálculos más optimistas de la Generalitat, y que no comparten las accionistas.
Ribera Salud, el obstáculo
Pero el que sí promete ser un hueso difícil de roer es el propietario del 35% restante de Marina Salud, la empresa Ribera Salud, que está poniendo todos los obstáculos posibles hasta el último momento para evitar la reversión del Hospital de la Ribera que también gestiona, y que pasará a ser público el 1 de abril.
Así ambos socios tienen derecho de tanteo sobre la participación del otro en el caso de venta de acciones, lo que significa que si la Generalitat alcanza un acuerdo para comprar la parte de DKV, Ribera Salud podría quedársela por ese precio. No obstante la legislación que ahora maneja el Consell podría reescribirse a su favor con la enmienda de Compromís a la Ley de Salud por la que “ninguna persona física o jurídica pueda ostentar más del 40% de las participaciones o acciones en más de un ente titular de un contrato de gestión”.