La recuperación para el sistema sanitario público de los hospitales gestionados por empresas privadas, una de las principales apuestas del Consell que preside Ximo Puig y que quedó plasmada en el Pacte del Botànic, solo se podrá llevar adelante durante la presente legislatura en el caso de uno de los cinco centros que funcionan con este modelo implantado por el PP.
Así, el hospital de Alzira será el primero y único que se pueda rescatar en estos cuatro años de mandato del tripartito debido a que la concesión del centro, otorgada en 2003, caduca en 2018, un año antes de que finalice el mandato.
El resto de centros sanitarios de gestión privada finalizan sus concesiones en 2021 (Torrevieja y Denia), en 2024 (Manises) y en 2025 (Elche).
En este sentido, según ha averiguado eldiariocv.es, Sanidad no tiene previsto rescindir los contratos de forma unilateral por la millonaria indemnización que debería abonar la Generalitat a las concesionarias.
De momento, tal y como ya informó el pasado 24 de septiembre la consellera del ramo, Carmen Montón, Sanitat ya ha creado la Dirección General de Alta Inspección, encargada de auditar el funcionamiento de estos hospitales y de velar por la correcta asistencia a todos los ciudadanos en estos centros y por el cumplimiento de todas las obligaciones y cláusulas por parte de las empresas.
Solo en el caso de que este organismo detectara algún incumplimiento grave por parte de estas concesionarias, se plantearía un rescate de forma inmediata y unilateral, alegando incumplimiento de contrato.
Desde el Consell que preside Ximo Puig, están convencidos de que tanto la atención al paciente como los costes sanitarios de estos centros serán mucho más eficientes con la gestión pública.
En este sentido, Montón recordó que un informe de la Sindicatura de Cuentas eleva a 17 millones de euros el ahorro para las arcas públicas si el diagnóstico con resonancia magnética estuviera en manos públicas en lugar de externalizado.