La elección de Sagunt por Volkswagen, un balón de oxígeno político y económico para el Gobierno valenciano
La decisión de la multinacional Volskwagen de ubicar su factoría de baterías en Sagunt llega como un balón de oxígeno para el Gobierno valenciano. En medio de una crisis energética que amenaza con fuerza a la industria, tensiona las relaciones entre sectores productivos y lastra la recuperación tras dos años de pandemia, el anuncio de la empresa alemana para abrir el centro en 2026 supone un alivio económico y moral.
La empresa ha confirmado este miércoles que ubicará una factoría de baterías para vehículos eléctricos y optará a las ayudas convocadas por el Ministerio de Industria en el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica en el sector del Vehículo Eléctrico y Conectado (PERTE-VEC), que canaliza los fondos europeos. La decisión de los alemanes aporta credibilidad a unas ayudas económicas que algunos sectores todavía cuestionan por las dificultades burocráticas para acceder a ellas y resta escepticismo a quienes dudan de los planes de transformación europeos.
Volkswagen ubicará su apuesta en el parque logístico Parc Sagunt II, unos terrenos en los que el Ejecutivo autonómico de coalición ha invertido una suma potente. Solo en la primera fase de recuperación de suelo el Gobierno valenciano invirtió 450 millones de euros para destinar una superficie a uso industrial que ha conseguido atraer a Mercadona, Tempe -filial de Inditex- o la paquetería Crown. La factoría alemana supone un aval a la política del Gobierno del Pacto del Botánico, la coalición de PSPV-PSOE, Compromís y Unides Podem, que pone en valor la “seguridad jurídica y estabilidad política” del territorio, según los dirigentes autonómicos. Una forma de responder al discurso de la derecha sobre la situación económica, desmentir la supuesta huida de empresas del territorio y la destrucción de empleo que atribuyen a las políticas de izquierda.
La mercantil prevé crear 3.000 puestos de trabajo, según ha avanzado en rueda de prensa, y los gestores municipales y autonómicos esperan que tenga efecto tractor, como ha ocurrido con la factoría de Ford en Almussafes o con los proveedores de Mercadona. La factoría, para la que la multinacional germana invertirá 7.000 millones de euros, aspira a generar una potencia de de 40 gigavatios (GWh) y ser un polo para la industria auxiliar. La construcción arrancará a finales de este año y la entrada en funcionamiento será en 2026.
La fabricación de baterías para vehículos eléctricos supone un impulso a la movilidad sostenible y la transición energética, una cuestión que parece atascada en la Unión Europea y que desde la crisis con Rusia y el norte de África ha cogido impulso por pura supervivencia. Las tensiones geopolíticas han reactivado los discursos y movimientos hacia una soberanía energética a corto plazo, apostando por las energías renovables.
En el plano político la noticia ha sido recibida con entusiasmo. El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, cree que es “un paso crucial para impulsar la recuperación”; la vicepresidenta Mónica Oltra, indica que avala el hecho de que la autonomía es “un destino seguro” y un territorio con “un gobierno responsable”, y el vicepresidente segundo, Héctor Illueca, dice que es “una inversión histórica”.
Los grupos parlamentarios han aplaudido la decisión. Los socialistas ponen en valor la creación de empleo y el impacto en la reputación de la autonomía, que pasa “de ser una comunidad autónoma empobrecida sin iniciativas, sin estar a la vanguardia y con un Parc Sagunt en quiebra, a consolidarse como un polo de atracción”, en palabras de Manolo Mata, su portavoz. Compromís remarca la “generación de puestos de trabajo de calidad que generen riqueza aquí”, mientras que Unides Podem aplaude la “apuesta de futuro” de la multinacional.
Hasta la oposición ha considerado que es una buena noticia. El presidente del PPCV, Carlos Mazón, ha resaltado que la decisión es “una oportunidad que no debemos desaprovechar” y ha reclamado “la unidad de los partidos y que Consell y Gobierno estén a la altura evitando nuevas discrepancias”. El diputado de Ciudadanos Carlos Gracia ha apuntado: “Contar con esta factoría aquí reducirá los costes logísticos y hará que el cambio de modelo industrial tan necesario sea cada vez más fuerte”.
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