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Las tres imputaciones (y media) del “no culpable” Francisco Camps

Francisco Camps junto a su abogado, Pablo Delgado

Miguel Giménez

Valencia —

El miércoles 25 de enero de 2012, a las 19.45 horas, Francisco Camps y el que fuera su número dos, hoy corrupto confeso Ricardo Costa, eran declarados 'no culpables' en la causa de los 'trajes' después de que así lo decidieran cinco de las nueve personas que componían el jurado popular. Desde entonces han pasado casi siete años y han cambiado muchas cosas para el expresident de la Generalitat, que se enfrenta todavía a tres imputaciones (y otra petición de la Fiscalía) por diferentes casos de corrupción.

Hace apenas una semana, la Fiscalía Anticorrupción, partiendo de las declaraciones de Costa durante el juicio por la financiación ilegal del PP, que se celebró hace unos meses en la Audiencia Nacional, pedía la imputación del exdirigente popular por presunta prevaricación y fraude para evitar que los delitos prescriban. La Audiencia había decidido reabrir esta pieza poco antes. El exsecretario general del PP valenciano aseguró ante el juez que los pagos en dinero negro al PP se realizaron a cambio de contratos públicos a Orange Market, la filial de Gürtel en Valencia que dirigía otro de los sospechosos habituales, Álvaro Pérez, El Bigotes. Precisamente, Pérez también señaló a Camps durante el juicio.

De confirmarse la imputación de Camps por el caso Gürtel, que en el entorno de la Audiencia se da por segura, sería la cuarta para el expresidente en apenas ocho meses. Está imputado por las contrataciones con motivo de la visita del Papa Benedicto XVI a Valencia en 2006 con motivo del V Encuentro Mundial de las Familias; en el caso Valmor por las negociaciones para la adquisición por parte de la Generalitat de la empresa que organizó la Fórmula 1 en Valencia entre 2008 y 2012, y por los sobrecostes en la construcción del circuito urbano para la celebración del Gran Premio de velocidad.

La política de eventos que según repetía Camps iban a colocar a Valencia en el mapa y suponer un retorno económico multimillonario para la comunidad ha derivado en diferentes sumarios, además de la ruina para la autonomía.

Precisamente, en esta última causa derivada de la Fórmula uno y donde se indaga sobre los delitos de malversación, prevaricación y falsedad en el juzgado de Instrucción número 17 de Valencia se detectaron sobrecostes de 16,5 millones en las obras del circuito. Por el juzgado ya pasó para testificar como investigado el expresident el pasado mes de junio. Camps, imputado junto a otras ocho personas, recuperó su actitud desafiante para responder a la jueza que le preguntaba por la supuesta malversación: “Ya está bien. ¿Cómo se atreve a preguntarme eso? No he malversado dinero en mi vida”.

Previamente, Ricardo Costa había confirmado el cobro de comisiones por el circuito de Fórmula 1, al igual que haría meses después Álvaro Pérez El Bigotes. Su anterior “amiguito del alma”, el hombre que le llamaba para felicitarle las navidades a la familia y preguntarle si le habían llegado los regalos, responsabilizó a Camps y a su cúpula (Juan Cotino, Vicente Rambla, Gerardo Camps y Esteban González Pons) de montar un negocio desde las administración al servicio de sus empresas amigas.

La visita del Papa

La titular del juzgado de Instrucción número 5 de Valencia, que investiga las posibles irregularidades en contrataciones públicas con motivo de la celebración en 2006 del V Encuentro Mundial de las Familias, ha citado a declarar el próximo 7 de febrero como imputado a Camps, una causa en la que también figuran como investigados otras nueve personas, entre ellas Juan Cotino o el obispo auxiliar de Valencia, Esteban Escudero. También ahí se investigan delitos continuados de prevaricación, malversación y falsedad.

Caso Valmor

En mayo pasado, el expresident valenciano declaraba en el juzgado de Instrucción número 2 de Valencia y aseguraba ante la jueza que desconocía los contratos y las cláusulas firmados con el magnate de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone, así como también afirmó que no le avisaron del agujero económico que supuso la celebración del Gran Premio -un capricho que costó más de 300 millones de euros públicos-. En su opinión, todo responde a una conspiración para beneficiar a Catalunya en perjuicio de Valencia. Ecclestone, el millonario de la Fórmula 1 que llegó a decir a las puertas de unas elecciones autonómicas que el gran premio de Valencia peligraría si Camps no resultaba elegido ha pasado a ser casi un desconocido para el exdirigente valenciano, hoy alejado de la vida pública.

Coqueteo con volver a la política

El president de las mayorías absolutas repetidas que le conferían un poder omnímodo en la Comunitat Valenciana ha coqueteado en diversas ocasiones con regresar a la primera línea de la política. La última, hace apenas unas semanas, cuando se ofreció como candidato del PP a la alcaldía de Valencia. Y ello a pesar de su situación judicial. “Ya gané unas elecciones imputado (por la causa de los trajes)”, recordó el exdirigente popular el pasado mes de septiembre en una entrevista concedida al programa 'El Faro' de La 8 Mediterráneo. Sin embargo, desde el PPCV se han encargado de recordarle, cada vez que ha 'levantado la mano', que su tiempo “pasó”.

La gestión de Camps, que como exjefe del Consell y miembro del Consell Jurídic Consultiu, disfruta de privilegios como chófer y vehículo oficial, al frente de la Generalitat destacó por su megalomanía y sus proyectos faraónicos, en la mayoría de los casos, ruinosos. En el PP, hasta su caída en desgracia, fue uno de los barones más influyentes tras erigirse en uno de los valedores de Mariano Rajoy cuando vio amenazado su liderazgo interno. Ahora, su futuro, el de Camps, vuelve a pasar por los tribunales de justicia.

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