El perito judicial asegura que el accidente del metro era “evitable cien por cien”
El perito judicial del accidente del metro de Valencia de 2006, Andrés Cortabitarte, ha destacado este lunes que el siniestro en el que fallecieron 43 personas y otras 47 resultaron heridas “no era previsible”, pero sí “evitable, cien por cien”.
Cortabitarte ha comparecido este lunes en la comisión de investigación de las Corts que investiga el accidente del metro del 3 de julio de 2006, donde ya intervino el pasado lunes, pero en ese caso por su condición de subdirector de innovación y desarrollo tecnológico de Adif.
Al inicio de su intervención ha explicado que “la Ley de Enjuiciamiento Criminal impide a un perito dar a conocer elementos o datos de lo que se está actualmente instruyendo o que está entendiéndose”. Por tanto, ha avanzado que iba a contestar “a todo aquello que no tenga una relación o que esté ya escrito en los informes que he visto”.
El perito ha explicado que elaboró un informe en el que establecía la causa del accidente, es decir que “el descarrilo fue producto del exceso de velocidad”. Ha señalado que la limitación de la velocidad en la curva entre las estaciones de Plaza de España y Jesús “estaba a 50, luego se puso a 40 y no ha había habido ningún tipo de incidencia ni en esa curva ni en ninguna otra de toda la red” y, asimismo, ha señalado que “la limitación a 40 es un elemento suficiente de seguridad”.
No obstante, ha destacado que la velocidad a la que el tren siniestrado pasó era “el doble de la permitida” y, al respecto, ha dicho que “todo móvil que vaya al doble de la velocidad permitida descarrila; siempre es así”.
Se les llamó en una fecha “bastante posterior” al accidente
Andrés Cortabitarte ha señalado que a pesar de que “lo normal es que en el instante en el que se produce un accidente se empiece a investigar”, en este caso “el accidente se produce en una determinada fecha y se nos llama en una fecha bastante posterior”, pero ha dicho desconocer el motivo.
También ha subrayado que “todos los accidentes a posteriori son evitables, aprendemos de ellos” y, en este sentido, ha dicho que “una reprogramación de las balizas hubiera evitado el accidente”, pero ha destacado que este siniestro “no era previsible”.
Respecto a los sistemas de frenado, ha dicho que el FAP -el que existía en la Línea 1 en el momento del siniestro- es “mucho más perfecto que el Asfa que es puntual”, aunque “ante el desvanecimiento del maquinista el FAP no protege”. No obstante, ha explicado que para esos casos “existe el dispositivo de hombre muerto”, de forma que “si uno se desvanece, se produce el frenado de emergencia”.