Cómo salir indemne del 'caso Gürtel'

El expresidente valenciano sortea la corrupción que se dio bajo su gobierno

Las dos absoluciones judiciales de Francisco Camps

Escribí esto en marzo de 2022, en un artículo titulado Camps, entre dos banquillos: “Doce años después del caso de los trajes, en el que fue absuelto, el expresidente valenciano del PP se enfrentará en otro juicio a la corrupción que se produjo durante su mandato, de la que ha logrado escabullirse hasta ahora”. La sentencia de la Audiencia Nacional conocida esta semana ha confirmado que Camps lo ha vuelto a lograr, ha sido absuelto de prevaricación administrativa y fraude en la administración en el último juicio del caso Gürtel.

Entre las claves de la sentencia, que ha explicado Lucas Marco en un artículo, destaca el hecho de que el fallo minimiza la relación del expresidente valenciano con Álvaro Pérez, El Bigotes, cabecilla de la trama de corrupción que lideraba Francisco Correa y que operó sobre todo en administraciones del PP en Madrid y València. “Sucede que lo que para uno puede tratarse de una amistad íntima, para el otro puede ser del tipo profesional, o incluso superficial”, señala una sentencia que corrobora por enésima vez la existencia de los hechos delictivos de la trama corrupta, al condenar a sus responsables, pero salva al presidente del Gobierno autonómico bajo cuyo mandato se produjeron, pese a que tanto Álvaro Pérez como el exdirigente del PP valenciano Ricardo Costa señalaron a Camps durante el juicio y pese a las grabaciones en las que se producía aquel apelativo ya famoso de “¡amiguito del alma!”.

En realidad, Camps consiguió esquivar las responsabilidades judiciales por la actividad delictiva de su “amiguito del alma” desde un principio, cuando fue absuelto en el conocido como 'caso de los trajes' (regalos de la trama por los que en el mismo juicio fueron condenados un exvicepresidente y otro alto cargo de la Generalitat Valenciana, que asumieron los hechos). Forzado a dimitir como presidente en julio de 2011, el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana “desconectó” a Camps del resto de piezas del caso Gúrtel en ese primer episodio, algo que ha resultado de una importancia decisiva en el discurrir posterior de la instrucción. 

“El TSJ había intentado archivar la causa, pero el Tribunal Supremo la había obligado a reabrir y, contra el criterio de la fiscalía y del inicial juez instructor de la Gürtel en Madrid, Antonio Pedreira, que pidieron que Camps fuese juzgado junto a Correa y El Bigotes, el tribunal valenciano envió el asunto de los trajes a juicio al margen de la instrucción que llevaría a establecer más adelante que el partido que Camps dirigía se financió irregularmente a través de la trama que precisamente había hecho regalos por miles de euros a varios altos cargos”, explicaba en aquel artículo.

Desde el inicial juicio de los trajes, en el que un jurado popular lo absolvió del peculiar delito de “cohecho impropio”, la trama Gürtel “ha acumulado condenas para sus integrantes, los políticos que participaron en sus fechorías y los empresarios que colaboraron en ellas, pero el expresidente valenciano ha sobrevivido a todas las causas”.  Solo se volvió a sentar en el banquillo de los acusados porque algunos condenados en las piezas de Gürtel, como el exsecretario general del PP valenciano Ricardo Costa y el mismo Álvaro Pérez, le “señalaron en sede judicial como la persona que dio instrucciones para actuar con empresas como Orange Market, terminal valenciana del tinglado corrupto”.

Esta reconexión de última hora de Camps con el proceso judicial de la Gürtel, del que había conseguido separarse en un principio, no ha sido suficiente para condenarlo. Y su reacción al ser absuelto, en el sentido de otras comparecencias públicas anteriores, ha consistido en declararse dispuesto a volver “a la primera línea” política. Una eventualidad que el PP tendrá que calibrar si no serviríra para prolongar una sombra de la que nunca se desprenderá el expresidente y que su partido lleva tiempo intentando borrar: el recuerdo de una de las versiones más escandalosas de la corrupción en sus años de gobierno.

La presión del turismo de masas sobre la ciudad de València

Todos a favor de la moratoria de apartamentos turísticos

Un informe municipal señalaba la saturación del distrito de Ciutat Vella y recomendaba una moratoria de dos años. Pese a la existencia de unos 4.500 apartamentos turísticos ilegales, la alcaldesa de València, María José Catalá, se resistía a seguir los pasos de ciudades como Madrid, que los había prohibido. Hasta que reconoció que se estaba planteando seguir sus pasos. Finalmente, anunció que la moratoria duraría un año, con posibilidad de prórroga, y añadió otra medida contra la presión del turismo masivo: la prohibición de que atraquen megacruceros a partir de 2026.

Con una inédita unanimidad, el pleno del Ayuntamiento de València aprobó la suspensión de nuevas licencias de apartamentos turísticos. Según el informe en el que se basó el acuerdo apoyado por todos los grupos -PP, Compromís, PSPV y Vox-, el “alarmante crecimiento” de apartamentos turísticos en València ha alcanzado el 33% en un año. Y el impacto de este fenómeno sobre el interés general y el derecho de los vecinos a una vivienda digna se traduce en que València es la ciudad que mayor crecimiento ha sufrido en los precios del alquiler, con un 63,77% en el periodo 2010-2022 y un 44,87% entre los años 2018-2022.

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