Un informe concluye que el dique norte del Puerto de València ha causado un retroceso de 21 metros en las playas de la Albufera
El presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV), Aurelio Martínez, reconoció el pasado 30 de abril que en una comparecencia tras el consejo de administración del organismo que el Puerto es responsable en un 52% del proceso de erosión que sufren la playas del Parque Natural de la Albufera por la falta de aportes de arena, tal y como recoge el estudio 'Ánálisis de los factores que han condicionado la evolución histórica de las playas en el entorno del Puerto de València' realizado por la Universidad Politécnica de València en octubre de 2020.
Martínez achacó este problema a la ampliación sur aprobada en el año 1986 en un intento de minimizar los problemas que está causando el dique norte construido entre 2008 y 2012 como primera fase de la nueva ampliación que ahora trata de finalizar con la construcción de una nueva macro terminal de contenedores que duplicaría la capacidad del recinto.
Sin embargo, un nuevo estudio (documento completo al final de la información) elaborado con la dirección del catedrático y profesor emérito de la Universidad Politécnica de Madrid, Pascual Pery, concluye que la nueva bocana de la dársena interior y el dique norte son los responsables directos de un gran cambio en la dinámica litoral y por lo tanto del enorme aumento del ancho de la playa del Cabanyal y del retroceso de las playas del Parque Natural de la Albufera, principalmente por la barrera que supone para los aportes de arena y por el aumento de la capacidad erosiva del oleaje en dirección noreste.
Según el informe, se realiza “para dar una respuesta cuantitativa a los fenómenos costeros que se han visto alterados por la construcción de la ampliación del Puerto de Valencia; tanto la crecida de la anchura de la playa del Cabanyal y la Malva-rosa como la continua erosión sufrida al sur del Puerto, son los dos casos más relevantes”.
Por un lado, “se produce un aumento de las mencionadas playas al norte del Puerto de casi 200 metros desde el año 2004 hasta la actualidad y por otro, aumenta la tasa erosiva en las playas del sur”.
De esta manera “se tiene una acumulación de arena por la presencia y orientación del dique norte y una falta de aporte de arena en las playas de Pinedo y de L’Abre del Gos a pesar de las estructuras costeras dispuestas en este litoral en forma de espigones”.
En concreto, según la comparativa de las imágenes estudiadas, entre los años 2001 (antes de la construcción del dique norte) y 2021 (nueve años después de su ejecución) se han producido reducciones de anchura que oscilan entre los 11 y los 21 metros.
En cuanto al transporte de sedimentos, en la actualidad, “siguiendo con el esquema de corrientes, se produce un transporte, aguas arriba del puerto, con dirección sur hacía la playa del Cabañal, dando como resultado una acumulación de material en esta zona. No se observa un avance de dicho material en el contorno portuario, es decir, se queda confinada en esa zona, cortando de esta manera el paso natural de la arena”.
Aguas abajo del puerto, “en la playa de Pinedo, no se observan transporte hacia el norte o es de muy baja intensidad; en cuanto a la playa de L’Arbre del Gos y una parte de la playa de Pinedo, se produce una corriente de material hacia el sur, produciendo una erosión en todo esta parte del litoral”.
En cuanto a la propagación de oleaje, “prácticamente se obtienen las mismas lecturas en los puntos dispuestos debido a la presencia del dique más al este construido posteriormente; en este se tiene una reducción de casi el 50% en altura de de la ola significante entre 2001 y 2021”. Por otro lado, “se obtiene un aumento del ángulo que forman los frentes de onda con la costa, produciéndose un aumento de 10 grados”.
La consecuencia de todo esto, según Pery, es que “la capacidad de transporte, o sea de llevarse arena y por tanto de generar erosión, aumenta casi entre un 12% y un 27% en l'Arbre del Gos”.
El catedrático explica que el estudio se ha hecho solo para una dirección del oleaje (noreste), la más frecuente y más peligrosa, para demostrar que “el estudio completo de dinámica litoral es necesario hacerlo y que la manifestación hecha por el Puerto en el periodo de alegaciones de la declaración de impacto ambiental (DIA) de 2007 relativa a que la configuración de las obras causarían unos efectos mínimos no se ajusta a la realidad”. De haberse hecho el estudio de dinámica litoral, “se hubiera visto la necesidad de medidas correctoras o un cambio de diseño”.
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