Vecinos de Sant Marcel·lí en València denuncian el despilfarro de Vox con el abeto moribundo de 10.000 euros y exigen zonas verdes
Cantando villancicos y ataviados con motivos navideños. Así han protestado este martes varios integrantes de la asociación vecinal de Sant Marcel·lí en València junto al abeto que trajo desde Italia el Ayuntamiento, en concreto la delegación de Parques y Jardines que gestiona Juan Manuel Badenas (Vox), por más de 10.000 euros.
El ejemplar se plantó durante las pasadas Navidades en la plaza de la Reina y tras las fiestas, se trasplantó a la ronda sur, junto al mencionado barrio. Sin embargo, a tenor de su aspecto seco y moribundo parece que finalmente no se ha adaptado.
Al respecto, el presidente de la asociación de vecinos, Francisco Marín, ha denunciado que “la asociación vecinal de Sant Marcel·lí, uniendo protesta i fiesta, quiere reivindicar con esta acción más zonas verdes adaptadas a nuestro clima para luchar contra el cambio climático y pedir mayor contacto i coordinación con el vecindario para conocer las necesidades de sus habitantes”.
A la protesta han acudido varios concejales de oposición como Borja Sanjuán y Javier Mateo del PSPV o Sergi Campillo y Giuseppe Grezzi de Compromís.
En este sentido, Sanjuán ha recordado que ya dijeron que el abeto era “un gasto innecesario” y ha calificado su compra y traslado desde Italia de “esperpento, más si cabe teniendo en cuenta que València es Capital Verde Europea”. Además ha añadido que presentaron una denuncia en la Agencia Antifraude por presuntas irregularidades en la adquisición.
Por su parte, Campillo ha denunciado que Badenas “es un concejal que funciona a base de ocurrencias como fue la importación de este abeto de alta montaña del norte de Italia a València y que evidentemente en dos meses se ha secado”, motivo por el que se ha convocado esta protesta ante “una gestión nefasta de Catalá con miles de alcorques sin árboles en el año de la Capital Verde Europea y la paralización de las inversiones en jardines como en este barrio de Sant Marcel·lí donde existe un proyecto ya aprobado por el gobierno de Joan Ribó y que el gobierno del PP y Vox no saca a licitación teniendo dotación presupuestaria”. Lo que debe hacer Catalá, según Campillo, “es dejarse de ocurrencias y empezar a trabajar verdaderamente para impulsar una ciudad verde y saludable que pueda hacer frente a los retos del cambio climático”.
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