Ximo Puig vota por que el PSOE permita gobernar a Rajoy pero no lo defiende
Tuvo que mojarse. No hubo opciones intermedias y Ximo Puig, presidente de la Generalitat Valenciana, institución que gobierna gracias a un pacto con Compromís y Podemos, acabó este domingo votando a favor de que el PSOE se abstenga en la investidura para permitir gobernar de nuevo a Mariano Rajoy, del PP. Sin embargo, Puig evitó defender esa postura, dado que no pidió la palabra en la reunión del Comité Federal del PSOE.
Cuatro valencianos pidieron hablar en la sesión entre los 54 que solicitaron intervenir. Fueron Ciprià Ciscar, el único que apoyó la abstención, cuya intervención fue dirigida a afear a los socialistas vascos y catalanes, partidarios del no a Rajoy, que en algún momento unos y otros se apoyaron en la derecha nacionalista en sus respectivas comunidades. Los otros tres valencianos que pidieron la palabra fueron Andrés Perelló, Susana Ros y José Luis Ábalos, todos ellos partidarios de impedir que Rajoy vuelva a gobernar.
El apoyo a la abstención no fue mayoritario entre los delegados valencianos en el comité federal. La mitad de la veintena de representantes del PSPV presentes en el Comité Federal votaron por el no. Entre ellos, dirigentes como Carmen Martínez, que no participaron en la votación que el 1 de octubre llevó a la dimisión como secretario general de Pedro Sánchez y a la constitución de una gestora.
Puig, que sí votó entonces con quienes derribaron a Sánchez, ha intentado evitar tener que apoyar explícitamente la abstención ante Rajoy, pero al final no le ha quedado más remedio que definirse. La delegación andaluza que encabeza Susana Díaz y el presidente de la gestora, el asturiano Javier Fernández, anularon el intento de buscar una resolución que estableciera una abstención limitada, en la que no tuviesen que participar todos los diputados.